Lo que se enseñaba, en
1905, en aquella escuela de “chauffeurs”
Aquella escuela de la primera década del siglo XX tenía por objeto
formar hábiles conductores con la instrucción necesaria para conocer a la perfección
el mecanismo y el modo de funcionar de un automóvil y los procedimientos
rápidos para solucionar, de manera urgente, una avería o panne como
le
llamaban los cursis de la época. La escuela impartía dos cursos. Uno dirigido a
“chauffeurs” -mecánicos y otro a dueños de automóviles que quisieran perfeccionarse
en los conocimientos necesarios para conducirlos con seguridad. Tanto un curso
como otro incluian una parte teórica y otra práctica.
El programa de estos cursos en el 1905 comprendía los siguientes contenidos:
a) Parte teórica:
Movimiento, velocidad, motores diversos a vapor, electricidad, alcohol, etc.,
etc.
b) Parte descriptiva: Explicación de los componentes de un automóvil.
c) Parte prática: Observaciones que deben hacerse antes de ponerse en viaje,
incidentes que pueden ocurrir, métodos para prevenir incidentes y para remediarlos
rápidamente, conducta de los “chauffeurs” con el público y con los
propietarios. Ejercicios prácticos, legislación y reglamentos para la
circulación.
El curso tenía una particularidad: Se impartía a primeras
horas de la noche para obreros. Muchos de ellos querían cambiar de oficio y mejorar
su situación económica por lo que tenían que asistir a las clases después de la
jornada laboral. El oficio de “chauffeur” empezaba a tener una buena aceptación
entre la clase obrera. Ya que no podían conducir su propio automóvil, conducirían el de otro y, además, se ganarían un salario. Pronto, los cocheros empezarían a
reconvertirse en “chauffeurs”. La industria del automóvil había emprendido un camino sin retorno que cambiaría la sociedad
de los siglos venideros.
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