Publicado en: www.ideal.es
Cuidado si compras
antirradares de Tráfico: se han disparado en las rebajas
Las multas por tenerlos pueden
oscilar desde los 200 euros si se trata de detectores hasta los 6.000 euros si
son inhibidores.
El mercado negro no es
ajeno a las rebajas, y por ello en las últimas semanas se ha disparado la venta
de antirradares de Tráfico, los cuales pueden ser detectores o inhibidores, tal
y como advierte la Asociación para el Estudio de la Lesión Medular Espinal
(Aesmele),”Las rebajas de enero se convierten en una cita ineludible, que
muchos consumidores aprovechan para evitar hacer desembolsos cuantiosos
buscando buenas ofertas. Esto lleva a muchos conductores a buscar soluciones a
las multas, en falsas promesas de legalidad. Y es que, aún hay grandes
superficies y páginas web que ofrecen dispositivos, como detectores de radar e
inhibidores, ocultando a los compradores los problemas que acarrea su
adquisición y/o uso”, explicaba la asociación.
Estos aparatos están prohibidos por ley desde 2014 y
su uso o posesión puede acarrear multas que van desde los 200 euros en
caso de que se trate de detectores hasta los 6.000 euros sin son inhibidores.
La principal diferencia entre unos y otros reside en que los detectores
identifican la frecuencia del cinemómetro fijo o móvil y avisa de su presencia,
mientras que los inhibidores emiten una frecuencia que anula la del radar.
Ambas prácticas conllevan también pérdida de puntos para los infractores, hasta
tres puntos si son detectores y seis si se trata de inhibidores.
El problema reside en que los dispositivos detectores
pueden utilizarse bajo una premisa falsa que los hace legales, ya que se pueden
llevar en el coche sin tener activada la función de detector de radar, mientras
que sí tienen activada la función de avisador de radares que publica la
Dirección General de Tráfico. Eso sí, algunos modelos con solo presionar una
pestaña cambian la función, por lo que se puede pasar de función legal a ilegal
con mucha facilidad.
Por ello, desde Aesleme piden que la DGT prohíba la venta o posesión de
estos detectores, tal y como ocurre con los inhibidores