lunes, 20 de octubre de 2014

SELLO DE CALIDAD PARA LAS AUTOESCUELAS CATALANAS

El “Servei Català de Trànsit”  parece que tiene la intención de crear un sello de calidad para  la autoescuelas catalanas. Se trataría de una identificación para aquella  autoescuela que siga los procedimientos adecuados para una formación y educación vial fundamentada en la reducción de los accidentes.

La calidad para  la concesión de este sello diferenciador se refiere a los resultados de seguridad adquiridos y asumidos por los aspirantes al permiso de conducir explicitados como intenciones y compromisos de comportamientos seguros y duraderos, así como de reducción de sanciones y accidentes legalmente responsables.

También se contemplan los procesos que intervienen en la obtención de estos resultados. De hecho la interrelación entre procesos y productos de calidad está íntimamente ligada: las actividades  dicen qué resultados se pueden  esperar y los resultados señalan como se pueden  mantener y mejorar las actividades.


Las autoescuelas de calidad son imprescindibles para formar conductores y conductoras que, a lo largo de su vida, contribuyan a que ni ellos ni ninguno de los otros usuarios de la vía sufran accidente mortal alguno.





La formación inicial actual de los conductores, aun siendo correcta, no es suficiente. Se fundamenta esencialmente en el conocimiento teórico de las normas de circulación y de las destrezas motoras necesarias para el correcto manejo del vehículo. Esta formación carece de la integración de los factores de riesgo y medidas preventivas de manera global y personal, la adquisición de costumbres y hábitos de conducción segura y la adquisición de valores y emociones sobre el valor y el respecto a la vida expresada en el hecho de la conducción. Una mejora de la formación inicial de los conductores, mediante la implantación en las autoescuelas de programas basados en el cambio de actitudes permitiría avanzar en la conducción segura de los conductores noveles y transformar la zona de edad de riesgo de los jóvenes en una franja de conductores seguros.


El  “conceller” Espadaler, según ha manifestado, está convencido de que la educación vial es clave para seguir reduciendo la siniestralidad y responsables del Servei Català de Trànsit piensan que la implantación de este sello aumentaría el nivel de exigencia de aquella autoescuela que aspirase a obtenerlo y, en consecuencia, mejoraría el proceso de formación inicial.

Esperemos que esta innovación sea conceptual y de procedimientos y no de costosos materiales. Las autoescuelas no están, precisamente en estos momentos, para  grandes dispendios.

Si el resultado es la mejora de la seguridad vial y la reducción de los accidentes de tráfico y sus consecuencias vale la pena intentarlo. A lo largo de su historia, la autoescuela siempre ha estado dispuesta a cualquier innovación que pueda mejorar la seguridad vial mediante el proceso de formación y educación de los aspirantes a conductores.