No soy afectado, ni de una
parte ni de otra. Soy un simple y sencillo espectador de la situación. El
trance quizá sea más grave en estos momentos, pero no es nuevo, ha existido
siempre, es un problema endémico desde que la DGT asumió esta competencia. Si
lo dudan, se pueden dar una vuelta por las hemerotecas.
Siempre he sido contrario
a la privatización de los exámenes de conducir. En consecuencia siempre he sido
partidario de que esta actividad la deben desarrollar los funcionarios
públicos, conocidos como “Examinadores de Tráfico”. Si se hace bien y con
eficacia. Pero son los políticos los incapaces de resolver esta situación mantenida en el tiempo.
Es por ello, que cambio de
opinión y, muy a pesar mío, abogo por
esa privatización a sabiendas de que no sirve de nada. Los políticos, como
siempre, harán lo que convenga a ellos, no a los ciudadanos.
El colapso en los exámenes empieza a cerrar
autoescuelas: "No hay bolsillo que lo aguante"
Las listas de espera para el práctico están tan saturadas que los alumnos
tienen que esperar varios meses para presentarse al examen.
La
falta de examinadores no sólo desespera a los aspirantes a conductor, también
está llevando a
muchas autoescuelas a la ruina…