La Asociación de Examinadores de Tráfico
(ASEXTRA) ha participado presentando una ponencia sobre “Formadores y
Examinadores”. La Posición de la
asociación en esta cuestión ha sido defendida por su vicepresidenta Carmen Castro
López que por su curriculum y por su actividad sabe de la importancia de la
formación del conductor. Es examinadora, licenciada en Ciencias Sociales y de
la Información por la Universidad del País Vasco, especialista en Pedagogía por
la Universidad de Oviedo y en Educación Vial por la UNED.
He sabido
de su ponencia por lo que ASEXTRA ha publicado en su blog. Estoy totalmente de
acuerdo con ella; me congratulo de la posición de los examinadores en esta cuestión.
Formadores y examinadores son los principales actores de la formación del
conductor. Y es una pena que no caminen siempre, o casi siempre, al unísono y
trabajen unidos para reivindicar los mismos objetivos en cuanto a la formación
en todo el proceso de formación del conductor, incluida la evaluación final, o
lo que es igual, los exámenes.
En primer término, la ponente ha defendido, como no podía ser de otra
manera, dada su formación pedagógica, que la evaluación forma parte del proceso
de formación y ha destacado el papel que juega la evaluación en el sistema.
"La evaluación — ha dicho en
esta ocasión — permite ver qué tipo de nivel tiene el alumno, si ha comprendido
y asimilado los requerimientos mínimos para conducir y si está preparado para
integrarse en el flujo circulatorio. Es un control de calidad necesario y útil
para comprobar si se siguen las directrices de lo que la Administración requiere".
“Los examinadores entendemos— sigue diciendo— que la evaluación debe considerarse parte del
aprendizaje y constituir por ello uno de los pilares básicos del mismo
sistema”. Esta posición ya defendió en otras jornadas en el 2014.
Por otra parte dijo que ASEXTRA lleva años proponiendo a la Administración
que imponga clases obligatorias previas al examen, tanto teóricas como
prácticas como ocurre en el resto de países de nuestro entorno.
En un tiempo pasado, y no muy lejano, la Normativa decía cosas como estas:
En otro ámbito, la experiencia positiva en la aplicación de un
plazo entre convocatorias de pruebas no superadas aconseja modificar el párrafo
segundo del apartado noveno, imponiendo dicho plazo como regla general,
ajustado a los intervalos más usuales entre convocatorias, y exigiendo un
número minimo de clases prácticas que garantice una mejor preparación de los
aspirantes.
(…) Además, tratándose de la prueba de control de aptitudes y
comportamientos en circulación en vías abiertas al tráfico general, para poder
ser citado a examen, una vez agotadas las dos convocatorias será necesario
acreditar mediante certificación del director de la escuelas haber recibido al
menos cinco clases. De no superar la prueba en esta convocatoria será preciso
acredita, por el mismo procedimiento, haber recibido ocho clases para poder ser
citado a examen y, de forma análoga doce clases entre las siguientes sucesivas
convocatorias.
La vicepresidenta de ASEXTRA, Carmen
Castro López añade:
(…)
“nos resulta inconcebible que en España exista la posibilidad de que se
puedan presentar alumnos sin acreditar aprendizaje, incluso sin contar con la
profesional opinión del profesor, encadenando suspensos porque es imposible que
puedan superar los mínimos requerimientos impuestos para poder circular y con
ello, colapsando los centros de examen ya que pueden realizar las pruebas
numerosas veces en los dos años de validez del teórico".
Si nos remontamos a la década de los
ochenta, la Normativa decía a propósito de esta circunstancia:
“Tanto el director, en todo caso, como el profesor que haya impartido las
enseñanzas de conducción certificarán conjuntamente por cada uno de sus alumnos
que, a su juicio, éste ha recibido las enseñanzas necesarias para obtener el
permiso de conducción, requisito sin el cual no podrá ser admitido a examen.
Si un alumno — seguía diciendo — insistiera en ser
presentado a examen sin este requisito, el director de la Escuela lo hará
constar expresamente, resolviendo en cada caso la Jefatura Provincial de
Tráfico según proceda (…).
Encadenar suspenso tras suspenso por
falta de preparación es negativo y frustrante para el examinado y una presión
innecesaria para el examinador.
Hizo una razonable crítica a la
existencia de Autoescuelas con ofertas “low cost”. Ofertas que han derivado en
una publicidad engañosa. Ofrecer obtener el permiso de conducir con cuatro o
cinco clases es ofrecer un imposible en un porcentaje altísimo de casos. Y ha
añadido: "Este fenómeno de las ofertas, surgido especialmente durante la
crisis, ha terminado por dinamitar el escaso aprendizaje que los aspirantes
estaban dispuestos a realizar de forma voluntaria".
Desde este humildísimo blog queremos
felicitar a ASEXTRA y en especial a su
vicepresidenta por su posicionamiento en pro de la formación del conductor.
Los profesores de formación vial y los directores de autoescuela debieran
celebrar que la Asociación de Examinadores piense de esta manera. Dos
colectivos imprescindibles para colaborar en la reducción de accidentes de
tráfico.