Así
reza el título de un artículo interesante publicado en “elconfidencial.com”.
Exponemos algunas de las consideraciones
que se vierten en el mismo:
Según este artículo, en España hay
más de dos millones de personas a la
espera de examen para obtener el permiso de conducir en alguna
de las categorías posibles. Dicen que estas cifras salen de un análisis
matemático elaborado en base a los datos oficiales obtenidos de la DGT.
La situación actual la achacan a la
reducción de la plantilla de examinadores y a la rebaja de la productividad
hasta 12 exámenes cada día por
examinador.
Con la actual plantilla de examinadores,
704 personas, dedicada a jornada completa necesitarían cerca de 3 años para
desatascar el problema. Eso sí, suponiendo que no hubiera nuevos aspirantes que
quisieran obtener algún permiso.
La DGT es la responsable única de
los exámenes del permiso de
conducir a nivel nacional, y a pesar de tener este atasco, en lo que va de
siglo XXI, ha reducido
en un tercio el número de examinadores hasta dejarlo en la
actualidad en solo 704 operativos para realizar los exámenes. Un servicio
público, por el que la DGT ingresa al año más que suficiente para disponer de una
mayor plantilla. A la DGT le sobra cada año
tesorería para poder transferir al Estado al menos 150 millones de euros, que
en 2019 llegaron a ser de 622,3 millones de euros, dinero que proviene de las tasas que
cobra a los usuarios, entre ellas las de la obtención del permiso de conducir,
y las multas.
Garantizar, mediante el control y
vigilancia, unos comportamientos seguros en las vías públicas por parte de los conductores
es muy importante, pero lo es también e igual de importante el garantizar un
servicio correcto para que el acceso de los ciudadanos al permiso de
conducir se lleve a cabo cuando el ciudadano lo solicite con un tiempo racional,
no cuando la DGT pueda realizarlo.
Las autoescuelas vienen protestando por
la inacción de la DGT, pero es extraño que no lo hagan los otros perjudicados,
es decir, todos aquellos que, necesitando un permiso de conducir, no lo pueden
conseguir porque no les dejan demostrar su capacidad para obtenerlo.
En diciembre de 2017 la Subdirección Adjunta de
Formación Vial organizó un grupo de trabajo que diera solución al conflicto, de
cuyos trabajos ha salido lo que vienen llamando CAPA. “Este es un buen sistema de organización –explica Mª José Aparicio, de la DGT–, pero en aquellas jefaturas donde faltan
examinadores, seguirá habiendo problemas.
En el susodicho artículo
también se analiza y se cuestiona la solución que le ha querido dar la DGT
mediante el sistema CAPA, que según la DGT
estaría implantado en el primer trimestre del presente
año 2021 en todas las provincias. El artículo del Confidencial lo califican de
solución “diabólica” y “maquiavélica”. Algún representante de las autoescuelas
dice de él que es un problema añadido a la ya histórica falta de examinadores.
Con este sistema, la DGT pretende adaptar la
gran demanda de exámenes a la escasa oferta de examinadores. Es como
buscar la cuadratura del círculo, diría yo. La solución, todo el mundo la sabe
es sencilla: aumentar la plantilla de examinadores.
Según
el autor del artículo Carlos Cancela, lo que está haciendo la DGT no es
correcto y lo que debería hacer de forma inmediata es adaptar su insuficiente oferta de exámenes a
la creciente demanda de los mismos por parte de la Sociedad. Y visto que esto
es imposible de conseguir desde la parte pública, sigue diciendo, debería
recurrir inmediatamente a la ayuda
privada, instaurando un sistema mixto de
exámenes público-privado como tienen en funcionamiento en buena parte de los
países de la Unión Europea, sin ir más lejos nuestro vecino Portugal.
Nota:
Pueden leer en este blog varios artículos publicados sobre la formación de
conductores en Portugal
El
artículo completo lo pueden leer en el siguiente enlace:
https://www.elconfidencial.com/motor/2021-03-19/colapso-examen-carne-de-conducir_2999392/