domingo, 2 de agosto de 2015

LA HISTORIA SE REPITE…

Las autoescuelas necesitan más examinadores.

Oímos decir con frecuencia que  la historia se repite; y suele ocurrir porque el hombre no es capaz de aprovechar las lecciones que le brindan los hechos acontecidos.

Aquellos que pintamos canas vemos, con frecuencia, indudables coincidencias en  eventos que ocurren hoy con otros que ocurrieron hace 30 años y que nos recuerdan acontecimientos ya vividos. Me estoy refiriendo a los problemas de las autoescuelas con la Dirección General de Tráfico; no, no son nuevos, vienen de antaño.

En las crisis matrimoniales es frecuente que el hombre le diga a la mujer (o la mujer al hombre) : —perdona, cariño, esto de hoy no volverá a suceder —,  pero pasan los días, los meses y puede que los años… y vuelve a ocurrir, si no por la misma causa, por otra parecida. Ya  lo dejó dicho el filósofo alemán Hegel: los hechos siempre se repiten.
Treinta años separan la imagen en blanco y negro de la de color. Es evidente que no son las mismas personas, ni los mismos vehículos, ni las mismas calles, pero los hechos y las causas son los  mismos o parecidos y lo son también las entidades enfrentadas: autoescuelas y DGT o DGT y autoescuelas.

En los meses finales de 1987, los exámenes se aplazaban con excesiva frecuencia en Bareclona. En consecuencia, las autoescuelas no podían planificar su trabajo y los alumnos perdían jornadas de trabajo en unos casos y de estudio en otros; también perdían las autoescuelas; quien no perdía era la DGT.

El problema de la escasez de examinadores ha persistido en el tiempo (ver en este blog publicación del 18/09/2015). Debido a la situación, que se mantenía hasta niveles preocupantes, la Federación de Autoescuelas de Barcelona insertaba notas explicativas y publicidad institucional en la prensa escrita de finales de 1987.


Las autoescuelas, al final de la década de los ochenta,   tenían casi los mismos problemas  que al principio de la misma: escasez de alumnos, escasez de profesores, escasez de examinadores, proliferación de centros con más oferta que demanda, crisis y algunos más. Año tras año, las escuelas pedían soluciones  y año tras año sus peticiones eran ignoradas por la DGT.

Estamos a mitad de la segunda década del siglo XXI y leemos titulares como estos:

-      Las autoescuelas valencianas se manifestarán para pedir más fechas de examen  (las provincias.es)(2015).

-      Las autoescuelas se manifiestan para exigir más examinadores durante el verano (ABC-Valencia)(2015).

-      Casi 200 vehículos de autoescuelas exigen más examinadores durante el verano (autocasión.com)(2015).

-      Las autoescuelas, desesperadas con Tráfico: “Faltan 500 examinadores y nos ofrecen 16” (vozpopuli.com) (2015).

-      Faltan examinadores para las autoescuelas (cadena SER)(2015).

Amigos lectores y lectoras, dos preguntas retóricas:

 ¿No creen que la historia se repite? 

¿Tan poco capaces son los responsables de este problema para no haber encontrado, después de tantos años, una solución satisfactoria para todos los interesados?