sábado, 17 de febrero de 2018

2018: AÑO DE REFORMAS EN LAS AUTOESCUELAS

La DGT prepara una reforma de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial. Uno de los cambios más importantes es aumentar el nivel de exigencias para la obtención del permiso de conducir. La DGT, con buen criterio, pretende  que los conductores estén más  concienciados y mejor preparados. La DGT considera que es primordial lograr una mejor educación vial y una mayor preparación y concienciación de los conductores. Para ello hay que incidir en el proceso de formación y evaluación de los nuevos conductores.




El repunte de los fallecidos en accidentes de circulación ha ocasionado que la DGT crea necesario realizar una profunda reforma en la Ley de Tráfico y Seguridad Vial. Entre las medidas más importantes cabe destacar: una posible disminución de la velocidad máxima en las carreteras secundarias, renovación del sistema por puntos y una mayor exigencia en los exámenes para la obtención del permiso de de conducir. El objetivo de esta última medida es lograr una mayor concienciación y mejor preparación de los conductores.

Cuando la evaluación es externa al Centro, caso de los exámenes de conducir, todos los profesores, los que son y los que hemos sido,  piensan en aquel viejo aforismo: “dime como examinas y te diré como enseñaré”.

Desde que se exige permiso de conducir, la preparación de los conductores y conductoras de los países de nuestro entorno se ha adaptado a las exigencias de los exámenes establecidos.

Conductores, conciudadanos nuestros, que obtuvieron el permiso de conducir con 18 o 20 años allá por los inicios de la decada de los sesenta del siglo pasado, recordarán aquellos exámenes de teórica y de práctica, inconcebibles hoy, en el 2018. (Algún día les contaré cómo eran aquellos exámenes)

A pesar de que aún quedan varios procesos hasta la aprobación definitiva de la reforma, el borrador deja abierta la puerta para que se pueda obligar a realizar un mínimo de clases en una autoescuela para asegurar una mejor preparación, evitar tanto suspenso y reducir los accidentes.

El 60% de los alumnos aprueban el teórico, pero un 52% no supera el examen práctico, una situación que colapsa, según la DGT,  el ritmo de algunos centros de exámenes.

De lo poco que ha trascendido de los cambios que pueden llegar para el examen de conducir, la prensa destaca, teniendo en cuenta que el texto definitivo aún no se ha presentado, los siguientes:

-     Se incorporarán nuevas materias. La conducción nocturna podría ser una de ellas

-    Obligación de asistir a las clases en autoescuela. Los aspirantes no podrán someterse a examen sin haber asistido antes a un ciclo de clases en la autoescuela. El objetivo de la DGT — muy acertado según nuestro entender — es evitar «la avalancha de alumnos sin preparar que se presentan actualmente y que están colapsando las jefaturas».

-    Los alumnos aprenderán a utilizar los navegadores. El GPS será utilizado para seguir el recorrido del  examen.

-    Se introducirá nuevo material, incluidos vídeos. Una de las pruebas podría consistir en proyectar una película con un problema de tráfico y que los aspirantes redacten la solución a ese imprevisto. Los exámenes de tipo test tienen los días contados.

-    Se ofrecerá al aspirante un curso previo de concienciación sobre los riesgos al volante. Si ya se exige para le recuperación del permiso por puntos, ¿por qué no para la obtención? Es obvio que antes que reeducar hay que educar. 


El conductor que se “salta” un STOP y que conduce a más velocidad de la permitida no lo hace porque desconozca la norma, sino porque tiene  una actitud negativa hacia la seguridad vial, hacia los demás y hacia el mismo. Si es importante conocer  la norma y  dominar el vehículo, no lo es menos un cambio de actitudes y una mayor percepción del riesgo en el conductor novel. Es necesario potenciar las actitudes positivas hacia la seguridad vial y erradicar los comportamientos de riego en la conducción.  Y esto no se adquiere ni se consigue en ninguna autoescuela virtual por muchas y novedosas aplicaciones de software que se inventen para ser instaladas en móviles o tablets para aprobar la teórica sin asistir a clases presenciales.