Un contenido
más para impartir en la autoescuela
Desde el pasado 31 de marzo de 2018, el sistema
“eCall” es obligatorio en todos
los nuevos turismos y furgonetas que
salgan al mercado en Europa. No pasará mucho tiempo para que también lo sea
para el resto de vehículos.
Recuerdo la noticia de
un fallecido en un accidente de tráfico en la comarca de la Sierra de Segura.
El conductor regresa a su domicilio; es media noche y circula, cuesta arriba, por una carretera
estrecha con muchas curvas y con
bastante desnivel. En uno de los giros se sale de la calzada y, junto con su
todoterreno, caen terraplén abajo. Tras algunas vueltas de campana, el vehículo
queda volcado y el conductor atrapado en su interior. Transcurren las horas. Clareando
el día, el primer conductor que circula próximo al lugar ve el vehículo
siniestrado y hace una llamada al servicio de emergencias 112. Cuando llegaron los
servicios de rescate, nada pudieron hacer. Solo confirmar su fallecimiento.
Desde que se produjo el accidente hasta que llegaron los servicios de socorro
pasaron demasiadas horas.
Si la llamada al 112
se hubiera producido nada más ocurrir el
accidente, este vecino de la bella aldea del Tamaral de la comarca de la Sierra
de Segura quizás hoy seguiría vivo.
Pues bien, esto ya no les pasará a los
conductores de vehículos que dispongan del sistema “eCall”. Contribuirá de
manera importante a reducir la letalidad
de las victimas por accidente de tráfico.
Más de un conductor en
activo o futuro conductor se preguntará: ¿pero qué es eso del “eCall?, ¿para
qué sirve?, ¿Por qué es tan eficaz?, ¿cómo funciona?
Es un sistema de
llamada automática instalado en el vehículo para caso de emergencia. Un
servicio gratuito con cobertura en toda Europa. Afirman que puede reducir el
tiempo de respuesta de los servicios de asistencia entre un 50% y un 40%.
Circunstancia de suma importancia para salvar vidas.
Se estima que una vez
introducido en Europa se podrán salvar unas 2.500 vidas al año así como reducir la gravedad de las
secuelas en los heridos por accidentes de tráfico entre un 10% y 15%.
Generar una alerta
inmediata en caso de accidente y poder conocer la localización exacta del mismo
puede reducir el tiempo de respuesta de los servicios de emergencia en un 50%
en zonas rurales y un 40% en zonas urbanas.
Por lo tanto:
¡Bienvenido sea el tal sistema!
Según los expertos, no
solo permitirá una reducción del tiempo
de respuesta del servicio, sino que se espera del sistema una mejora en el
mismo en cuanto a rapidez eficacia y eficiencia.
Su funcionamiento se
produce de manera automática. Llegado el momento, los sensores del sistema
instalado en el vehículo reconocen que
se ha producido un accidente y se activa automáticamente una llamada al 112.
Al operador del 112 le
llega la llamada y un mensaje con unos datos que se denominan MSID (Mínimum Set
of Data, o conjunto mínimo de datos) que georreferencia la localización del
accidente y facilita información adicional decisiva para salvar vidas o
reducirlas consecuencias de las lesiones.
De forma también
automática, se realiza una consulta al Registro de Vehículos de la DGT, del que
se obtienen datos adicionales del coche, como matrícula, marca, modelo o tipo
de combustible —si es eléctrico o de gasolina, por ejemplo—, entre otros. Son
estos datos importantes y esenciales para facilitan la labor a los servicios de
emergencia y rescate porque ya saben desde el primer momento los medios que han
de llevar. Según los datos recibidos, el centro inicia el protocolo de
asistencia que considere oportuno para agilizar el rescate.
Simultáneamente a la
recepción de la llamada, los datos son transmitidos por vía telemática a todos
los servicios que se requieren
El 112 genera, a la vez, una incidencia a la
DGT, que le permite tomar las medidas
más adecuadas para facilitar la movilidad del resto de los usuarios de la vía.
Inmediatamente se informa a los conductores mediante mensajes en los paneles variables.
El sistema también se puede
activar de manera manual, pulsando el botón SOS ubicado en el tablero de instrumentos
del vehículo.
(Fuentes: Revista TRÁFICO y RACC Blog)