martes, 28 de marzo de 2017

AFORTUNADAMENTE VIVIMOS EN ESPAÑA…

porque de vivir en China lo tendríamos mal, pero que muy mal, para matricular un automóvil de nuestra propiedad. Aquí, en nuestro País, por algo  más de 100 euros, entre tasas y placas, y una visita a las oficinas de la DGT tenemos matriculado nuestro vehículo.


Debido a la contaminación y a los molestos y fastidiosos atascos, las autoridades de Pekín decidieron allá por enero del 2011 establecer un sistema restrictivo de matriculaciones. A partir de entonces, todo ciudadano de Pekín que tuviera poder adquisitivo para comprar un automóvil y quisiera disfrutarlo debería entrar en un sistema de sorteo público para obtener una matrícula.

Las matriculaciones son personales e intransferibles. Esto evita la posibilidad de un mercado negro de los ganadores del sorteo en el que puedan vender los derechos al mejor postor. Tampoco se puede vender un coche ya matriculado a otra persona.

La probabilidad de conseguir una de esas codiciadas matriculas era de 42 a 1 en el 2011. Al día de hoy la situación es aún peor. En el mes de febrero del presente año, la probabilidad de ganar una placa de matrícula era del 0,126%.
Pekín fue la primera ciudad de China en restringir la circulación de automóviles por sus calles a base de limitar los números de matrícula. Con el tiempo la han secundado otras ciudades y estas decisiones se han convertido en un problema para millones de ciudadanos chinos que no pueden disfrutar de un automóvil aún  teniendo capacidad económica para comprarlo.
A estas restricciones hay que sumar otras: una placa de matrícula cuesta 11.000 euros al año y solo es transferible entre marido y mujer. ¿Será por todo esto que hay tantas bicicletas en Pekín?




Según nos cuentan, conseguir una matrícula y poder conducir un automóvil en China, sobre todo en las grandes ciudades, es tarea harto difícil. Pero los chinos o chinas han cavilado y han dado con la solución: casarse con propietarios o propietarias de matrícula.
Dicen que en el Wall Street Journal, periódico estadounidense con un énfasis especial en noticias de negocio y economía,  se pueden leer ofertas online para celebrar “matrimonios falsos” con la única intención de acceder a una de las codiciadas matriculas de Pekín.
Cuentan que un tal Sr. Liu, oriundo de Xinjiang pero que vive en Pekín, ha publicado un anuncio para contraer matrimonio con alguna propietaria de matricula que acepte su propuesta. Lo insólito es que el Sr. Liu ya tiene mujer e hijos. Aunque lo tiene complicado, tiene la solución: se divorciaría de su mujer actual y se casaría con la titular de la matricula. Una vez casados y transferida la matricula se divorciaria de ella y volvería a casarse con su primera esposa, la madre de sus hijos. ¡Todo sea por conducir un automóvil en Pekín!
Llegar al matrimonio  por amor o por dinero ya no se estila, al menos, para una parte de la población china. Ahora se llega por la matricula de un automóvil.

¡Madre del Amor Hermoso, como está el patio!


viernes, 24 de marzo de 2017

EL AUTOMÓVIL, EL AUTOMOVILISTA Y SUS CONSECUENCIAS…

“Diccionario humorístico del automóvil”
(II)

Para solaz de los sufridos profesores de autoescuela he aquí otro término del susodicho diccionario. En este caso, referido al alumno de autoescuela. 


ALUMNO (De Auto-Escuela). — La mayor parte de cuantos pretenden hacerse con el permiso de conducir, acuden a las Auto-Escuelas, las cuales, previo el pago de una cuota que es muy elevada (punto de vista de pagano) o muy modesta y tendrá que procederse urgentemente a su reajuste (punto de vista del propietario de la Auto-Escuela, lo que viene a demostrar, una vez más aquello del color del cristal con que se mira» de Campoamor o la teoría esa tan conocida como incomprendida de la relatividad del señor Einstein) reciben un cursillo de conducción y durante el mismo, como natural consecuencia, son alumnos por parte de la Escuela.

Según el punto de vista de los Instructores que intentan enseñarles a aprobar (los verbos «aprobar» y conducir» se conjugan muy diferentemente), los alumnos reciben denominaciones muy diversas:
Clasificación de acuerdo con sus cualidades: a) Alumno inteligente y b) Calamidad pública.

a) Alumno inteligente: La inteligencia del cursillista, para el Instructor, es una inteligencia muy «sui géneris» que nada tiene que ver con la facultad de conocer y comprender. Aunque el alumno fuera un retrasado mental, con menos materia gris que un topo, será proclamado inteligente por el probo Instructor en relación a sus condiciones de altruismo y mecenazgo. De tal modo, que el alumno que sepa reconocer los sacrificios de su mentor y recompensarlos larga y continuamente, puede llegar a alcanzar el título «cum laude» aunque luego, en el examen, la cucurbitácea sea de tamaño natural.

b) Calamidad pública. Se designa así a todo alumno que, aunque sea un lince y asimile la enseñanza a la primera de cambio y sepa distinguir el freno del embrague antes de que se lo digan, no sabe comprender ni recompensar los desvelos del Instructor.

Esta clasificación es la única que importa al sufrido «profe» y las demás que se asignan a los alumnos son de orden interior, afectando exclusivamente a los del grupo b), que reciben las siguientes subclasíficaciones:

Fósil del Mioceno: Alumno entrado en años.

Dinosaurios: Alumnos pesados y adiposos.

Hijos del papi: Niños petimetres y niñas cursis «que ya lo saben todo» y todo lo rompen.

Garrapatas: Tipos que se pasan el curso preguntando: cómo, qué, cuándo y por qué a cada minuto.

Fanfas: Los que «están cansados de manipular un auto» y le dicen al Instructor cómo debe hacerse. Suelen suspender casi todos.

Neuras: Señoras nerviosas a las que sus esposos envían a un curso de conducción con la sana idea de buscarles ocupación durante unas semanas dentro de un coche, primero, y en una clínica después, si hay un poco de suerte.

La clasificación de las señoritas, señoras y viudas de buen ver, es infinita dependiendo del grado de deformación del Instructor y de la distancia que las mismas impongan.-

domingo, 12 de marzo de 2017

UNAS LEYES RECTRICTIVAS Y UNA CARRERA POPULAR Y CENTENARIA

Lo automóviles no han gozado siempre de un gran prestigio, ni han tenido una gran aceptación.



Cuando hicieron su aparición en Gran Bretaña allá por los años finales del siglo XIX no fueron bien vistos ni por el poderoso e incipiente lobby de los ferrocarriles británicos, ni por los interesados en el transporte mediante vehículos de tracción animal.

Ciertos señores con espíritu comercial se alían comercialmente  y tienden unos raíles entre Stockton y Darling, poblaciones que tienen el alto honor de ser las primeras unidas por un tren movido por una máquina de vapor. El 27 de septiembre de 1825, se inauguraba la que pasa por ser primera línea ferroviaria en Inglaterra. En un principio tan solo transportaba mercancías, en especial carbón. También transportaron pasajeros, aunque estos utilizan generalmente la tracción animal.

Aquel tren hacia un recorrido de unos cuarenta kilómetros, distancia que separa estas dos poblaciones a la vertiginosa velocidad de unos treinta y dos kilómetros por hora con  el vaivén y el ruido  que producía aquel amasijo de hierros y madera.
Mientras unos británicos de cabellos rubios se aliaban para poner negros, con el humo de sus locomotoras, a sus compatriotas, no era chocante que otros, igual de rubios y tan británicos como ellos, se ocuparan de  promocionar el transporte por carretera mediante vehículos a vapor.

El inventor y emprendedor Walter Hancock, se hizo en pocos años con una flota de diez autobuses con «caldera», con los cuales estableció un servicio regular de viajeros entre Londres y Straford que mantuvo desde 1.829 a 1.836. Cada uno de aquellos armatostes podía transportaba 22 pasajeros, a velocidades de 30 km./h., en medio de nubes de polvo, causando el pasmo y el terror de cuantas mujeres, ancianos y niños le veían pasar.



Ante el éxito que iba teniendo el transporte por carretera, los empresarios creyeron que su negocio peligraba y empezaron a estudiar la forma en que podían ejercer la presión necesaria para frenar el auge de crecimiento de estos vehículos. 

No tardó en producirse el primer accidente con víctimas ocasionado por un autobús a vapor en el trayecto Paisley-Glasgow, y  que no provocó muchos lios por no existir aun el seguro sobre accidentes. Era la ocasión que esperaba el lobby para ejercer su presión. El Parlamento inglés votó en 1861 la curiosa ley de las «Locomotives Acts» que ralentizó toda la actividad automovilística.

 Aquellas leyes imponían grandes restricciones al uso del automóvil, como aquella, “The Locomotive Act”, que se promulgó en 1865 y que llegó a ser conocida por la Ley de la Bandera Roja. Establecía que en todo vehículo propulsado por vapor o  cualquier otra potencia que no sea animal debía emplearse una dotación de, al menos, tres personas para gobernarlo cuando  circulara por una carretera o cualquier otra vía pública.

La norma ordenaba, además, que una de estas personas de la obligada dotación, en llegando a un lugar poblado, deberá ir a pie por delante del mismo a no menos de sesenta yardas, unos cincuenta metros, portando una bandera roja de manera visible, y advertirá a los jinetes, conductores de caballos y peatones pasmados del peligro que se les venía encima.

No terminaban aquí las extravagancias y cortapisas de aquella ley. No será lícito, decía, conducir tales  vehículos a lo largo de cualquier carretera a una velocidad mayor de cuatro millas por hora, cerca de seis kilómetros y medio, o a través de cualquier ciudad, o aldea a una velocidad mayor que dos millas por hora, poco más de dos kilómetros por hora.



Este absurdo de ley era debido, en gran parte, a  la presión que ejercía el principal lobby ingles que veía al automóvil como un peligro para sus propios intereses. Hizo que equipararan los automóviles con las apisonadoras mecánicas.

Una nueva ley promulgada en 1896, y que entró en vigor en noviembre del mismo año, derogó aquellas estrictas normas. A partir de entonces se permitió, sin tantas cortapisas, la circulación de los automóviles por las rutas inglesas, a condición de que no marcharan a más de 19 kilómetros por hora.

A los pocos años, los automovilistas ingleses empezaron a conmemorar el aniversario de este acontecimiento, “la emancipación de los automovilistas ingleses”, con una carrera de automóviles antiguos entre Londres y Brighton. 



La popularidad de esta carrera ha crecido con los años. Este pasado mes de noviembre se ha celebrado el 120 aniversario. Cualquiera puede participar, solo con la condición de que el vehículo haya sido construido antes del 1 de enero de 1905.

La  Ley de Automóviles 1903 (Motor Car Act. 1903) elevó el límite de velocidad a 20 millas por hora (32 km/h). En su artículo 3 se exigió que los conductores de automóviles tuvieran licencia a partir del 1 de enero de 1904.


 Tanto  ésta Ley como la anterior de 1896 fueron derogadas por La Ley de Tráfico. 1930 (The Road Traffic Act de 1930). Ésta no puso límites de velocidad para los automóviles de hasta siete plazas. Los únicos que tenían que respetar, los determinados e impuestos por las señales de tráfico.





jueves, 9 de marzo de 2017

PRIVATIZACIÓN DE LOS EXÁMENES DE CONDUCIR

Me he hecho muchas veces la siguiente pregunta: ¿le interesa hoy a las autoescuelas que se privaticen los exámenes de conducir en España?


Hace tiempo que dejé la actividad por jubilación y soy consciente de que no tengo los elementos de juicio necesarios para emitir una respuesta objetiva. Pero, siempre he pensado que como puede haber intereses particulares enfrentados, mejor sería que la responsabilidad de evaluar a los futuros conductores fuera del Estado, es decir, siguiera siendo una facultad atribuida a funcionarios públicos, pagados por todos y no por empresas privadas. Eso sí, siempre que esta función pública fuera más eficaz y eficiente que hasta ahora y no perjudicase a un colectivo tan sufridor como el de las autoescuelas y que tanto ayuda a la mejora de la seguridad vial.



De los periódicos
Texto publicado en: www.elboletin.com
07/03/2017

¿Se van a privatizar los exámenes de conducir?
Las autoescuelas denuncian que la falta de examinadores públicos está retrasando las pruebas de circulación de los alumnos, que acuden “peor preparados”.
¿Es posible que se privaticen los exámenes de conducir? Desde hace más de quince años, los principales implicados en el sector de las autoescuelas y los responsables de la Jefatura General de Tráfico barruntan esta cuestión. Aún más después de la falta de examinadores públicos que deja la crisis.

Sin embargo, no ha sido hasta ahora que los partidos se han hecho eco de los rumores o insinuaciones. El Partido Socialista preguntará este martes al Gobierno si está en condiciones de asegurar que no se externalizará la prestación del servicio de exámenes de conducir.


Una pregunta acorde al estado en el que se encuentra el sistema estatal de exámenes de circulación. Por voluntad, dejadez o imposibilidad de hacer otra cosa, el caso es que cada vez hay menos examinadores públicos, y por lo tanto, más alumnos para cada examinador que queda.

La jubilación y la política de reposición cero han provocado esa pérdida de trabajadores públicos, de la cual deriva los retrasos en los exámenes de conducir. Como informa la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), “cuando un alumno suspende, debido al escaso número de examinadores, no puede volver a realizar la pruebas hasta pasados un par de meses".

Esto está poniendo en riesgo la viabilidad de muchas autoescuelas, que demandan más examinadores para generar un círculo alumnos-clases-examen más fluido. A priori, podrían estar a favor de la privatización de los exámenes, como la ITV. Sin embargo, insisten en que su voluntad prioritaria no es la privatización.

“No estamos pidiendo la privatización, que, por cierto, ha hecho el ministerio de Interior con la seguridad en los aeropuertos españoles (y eso que existe la amenaza omnipresente del terrorismo internacional). Lo que exigimos es que se dé al ciudadano el servicio por el que paga unas tasas de más de 90 € y del que, por si fuera poco, depende la supervivencia de unas 30.000 familias dedicadas a la formación vial”, afirma la CNAE.

Según los datos que maneja la Confederación Nacional de Autoescuelas, los retrasos en las pruebas de circulación hacen que los alumnos dejen de dar clase, con lo que acuden al examen “peor preparados”. De hecho, el número de suspensos está creciendo, “por lo que el permiso termina por salirle más caro a muchos nuevos conductores", asegura.

Entre los responsables del sector hay quien piensa que esta dejadez gubernamental es una estrategia para legitimar la privatización. En declaraciones a varios medios de comunicación, algunos responsables de autoescuela creen que el Gobierno pretende desprestigiar el sector para poder privatizarlo sin grandes complicaciones, algo que han negado en repetidas ocasiones desde la DGT.

En cualquier caso, tal y como recogió la Agencia EFE, muchos empleados de las autoescuelas se muestran favorables a una colaboración público-privada.



De los periódicos

Texto publicado en: www.abc.es
07/03/2017

El Gobierno no externalizará los exámenes de conducir

El ministro del Interior asegura que el retraso medio para las pruebas en estos momentos es de doce días
El Gobierno no externalizará el servicio de exámenes de conducir, según aseguró el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, que subrayó que el retraso medio para hacer las pruebas es de doce días y ha anunciado que se baraja la creación de una escala técnica de examinadores.
Zoido respondió así en el Senado a una pregunta del PSOE sobre si el Gobierno está en condiciones de asegurar que no externalizará la prestación del servicio de exámenes de conducir.
«El Gobierno está absolutamente en condiciones de asegurar que no se va a externalizar en modo alguno», respondió el ministro a la senadora socialista Carmen Iglesias, a la que ha explicado que el retraso medio en los exámenes de conducir que se registra en España es de doce días.
El ministro anunció que el Gobierno está barajando a día de hoy crear una escala técnica propia de examinadores, algo que actualmente se negocia con las administraciones públicas.
Ha añadido que también está mediando para incrementar el complemento específico que reciben los examinadores, aunque ha advertido que los presupuestos están prorrogados, y que trabaja también en «el nombramiento de funcionarios interinos entre colectivos ya preparados».

«De brazos cruzados»

«De brazos cruzados nada. Hay un trabajo continuo desde el Ministerio del Interior y desde la DGT para mejorar las condiciones y la calidad de las pruebas de actitud», dijo Zoido.
Recordó que, entre otras medidas, se ha creado la figura de los examinadores itinerantes, que son profesionales que se desplazan durante once meses del año, aunque especialmente en verano, y ha destacado que se han publicado hasta cinco convocatorias para examinadores.
El ministro incidió en que el Gobierno está «formulando distintas opciones para resolver el problema de la falta de reposición de los últimos años como consecuencia de la situación que heredamos en 2011», en referencia al gobierno socialista.
Por su parte, la senadora Carmen Iglesias valoró la «rotundidad» mantenida por el ministro al asegurar que no se externalizará el servicio, aunque ha criticado que se haya reducido el número de examinadores de unos mil a unos seiscientos, aproximadamente.
Iglesias criticó asimismo que haya miles de personas pendientes de examinarse y que continúe un conflicto que afecta a 900 pymes.


martes, 7 de marzo de 2017

CONDUCCIÓN AUTÓNOMA Y SEGURIDAD VIAL

¿Habríamos tenido un accidente como este de haber viajado en un coche autónomo? ¿Aumentará la seguridad vial con estos automóviles? ¿Alguien tiene las respuestas?



Texto publicado en: www.transporteprofesional.es

LA II JORNADA SOBRE TECNOLOGÍA Y SEGURIDAD VIAL SE CENTRA EN LA CONDUCCIÓN AUTÓNOMA

La conducción autónoma y su vinculación directa con la seguridad vial y la reducción de la siniestralidad ha sido el tema principal de la II Jornada sobre Tecnología y Seguridad Vial, organizada por Seguridad Vital (RTVE) y FESVIAL.

Luis Montoro, presidente de FESVIAL, habló de los vehículos autónomos, alertándo de que "vivimos en una época peligrosa, con muchos inventos y pocas reflexiones. Hay mucho a debatir y por eso tienen sentido jornadas como las que hacemos aquí". Y es que, para el catedrático de seguridad vial, "no se puede pensar en vehículos autónomos solo en términos de tecnología, porque estas tecnologías afectan al entono, las personas, la economía y la sociedad. En esta segunda revolución del automóvil el optimismo tecnológico, que no se dio en el Siglo XIX en la primera, quizá nos está cegando para ver que existen muchas cuestiones más allá de la tecnología".

Montoro planteó cuestiones como: "¿Qué seguro va a tener?, ¿A qué edad se podrá usar?, ¿Quién tendrá la responsabilidad en un accidente?, ¿Quién decidirá el dilema moral en una situación complicada?, ¿Qué formación tendremos? ¿Van a desaparecer millones de conductores profesionales? ¿Habrá policías de tráfico y multas? ¿Quién controlará el mantenimiento de los sistemas laser, radar, cámaras y satélites de los coches autónomos?". El presidente de FESVIAL tiene muy claro que "antes de llegar al nivel cinco de conducción autónoma, queda mucho por hacer en lo tecnológico, pero sobre todo en lo legal, personal y social".

Para Montoro, "hoy en día se registran fallos graves en conducción nocturna, o con lluvia, nieve o niebla. Los sistemas autónomos actuales necesitan un tiempo de análisis y reacción ante algunas de las miles de situaciones que se pueden encontrar; a veces, hasta siete segundos para pensar y reaccionar. También existen problemas para reconocer señales y marcas viales si no están perfectamente mantenidas. Hay limitaciones graves en reconocimiento de peatones y ciclistas, por ejemplo si un peatón se agacha en un paso de cebra... ".

La conclusión final de Luis Montoro fue que "queda mucho por hacer para llegar al nivel cinco de conducción, aunque nadie duda que se llegará. Eso sí, son tecnologías muy complejas, caras, vulnerables y requerirán tal nivel de mantenimiento, que habrá que plantearse si la implantación es viable y rentable, aunque sea técnicamente posible".

domingo, 5 de marzo de 2017

MÁS SOBRE EL PERMISO DE CONDUCIR POR PUNTOS

Según Luis Salvador, diputado de Ciudadanos por Granada, la adjudicación de cursos de recuperación de puntos beneficia a unas empresas del sector de las autoescuelas sobre otras.

Publicado en www.granadadigital.es

Ciudadanos reivindica a Interior mejoras en el sistema actual para la recuperación de puntos del carné de conducir
Según ha explicado el diputado Luis Salvador, la recuperación de los puntos del permiso de conducción está generando una gran polémica que actualmente se está investigando
El diputado del Grupo Parlamentario Ciudadanos en el Congreso por Granada, Luis Salvador, ha reivindicado al Ministerio de Interior la implementación de medidas que permitan mejorar la competencia de las autoescuelas en el servicio de recuperación de los puntos perdidos en el permiso de conducción. Así lo ha elevado a las Cortes el diputado granadino, quien ha solicitado al Gobierno respuesta por escrito acerca de sus planes previstos para permitir que ese servicio de recuperación de puntos pueda ser prestado por un mayor número de autoescuelas en la provincia de Granada en particular y en toda España en general mediante “un nuevo y más justo instrumento jurídico de intervención de la administración”.
Según ha explicado Salvador, la recuperación de los puntos del permiso de conducción está generando una gran polémica que actualmente se está investigando, ya que la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) ha creado un sistema de adjudicación de cursos de recuperación de puntos que beneficia a unas empresas del sector de las autoescuelas sobre otras. “Entendemos que esta diferenciación crea una situación de privilegio comercial cercano al oligopolio en cada provincia que adultera la normal competencia entre autoescuelas y, por tanto, en la oferta a sus clientes”, ha apuntado el diputado, quien ha podido tomar el pulso de la opinión de las autoescuelas en varias reuniones con representantes del sector en Albolote organizadas por la agrupación de Cs en el municipio.
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Publicado en: www.lavozdegalicia.es
05/03/2017

 Unas reformas que necesitan consenso para dar un nuevo impulso al debate

 

Los expertos en seguridad vial coinciden en que es necesario plantear una renovación del sistema actual por medio del consenso


La conducción bajo los efectos del alcohol, el consumo de drogas y los grandes excesos de velocidad son las infracciones que se llevan la mayoría de los puntos. Están castigadas con entre 4 y 6 créditos, pero no son las únicas que se encuentran recogidas en el catálogo de sanciones que la nueva DGT está analizando para estudiar los cambios necesarios que permitan mantener la eficacia del permiso por puntos.
Los expertos en seguridad vial coinciden en que es necesario plantear una renovación del sistema actual, pero solo para darle impulso y volver a meterlo en el debate social de la seguridad vial. Y también coinciden en la necesidad de que cualquier modificación que se plantee sea por medio del consenso entre los grupos políticos y los sectores implicados en la seguridad vial. Pere Navarro, que introdujo el permiso por puntos en España cuando dirigía la DGT, advierte de la necesidad de ese consenso: «Ojo, el permiso por puntos va bien, y este país tiene muchas veces la tentación de arreglar lo que va bien en vez de lo que va mal. La gran potencia que tuvo el carné por puntos fue el consenso, en un país en el que todo es blanco o negro».
A pesar de que había críticas desde algunos sectores, lo cierto es que el permiso por puntos entró en el juego del tráfico en el año 2006 con el respaldo de la mayoría de los grupos políticos, pero también de las asociaciones de conductores y, sobre todo, de las víctimas de accidentes de tráfico, que buscaban una visibilidad que no habían tenido hasta ese momento. Ese apoyo es el que busca también el actual Gobierno para ejecutar su política de seguridad vial. El propio ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, se puso al frente del proyecto que permita retomar la senda del descenso de accidentes y de muertes que se truncó en el 2016. El ministro, que perdió a un hijo en un accidente de tráfico, se comprometió en sede parlamentaria a buscar ese consenso para mejorar la seguridad vial. Y así se lo transmitió al director de la DGT, Gregorio Serrano, que ha revitalizado el Consejo Superior de Tráfico, del que forman parte la DGT, la Guardia Civil, los ayuntamientos, los centros de investigación y las organizaciones de conductores. Este órgano tiene el cometido de buscar las soluciones. Siempre con consenso.


jueves, 2 de marzo de 2017

SIGUEN LAS PROTESTAS DE LAS AUTOESCUELAS

Pero, ¿hay voluntad en la Dirección General de Tráfico de solucionar este problema?

Publicado en: www.lavanguardia.com
02/03/2017

Autoescuelas de Madrid marchan hasta la DGT para reclamar más examinadores

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La Asociación Provincial de Autoescuelas de Madrid (Apamad) ha realizado hoy desde los Centros de Exámenes de Móstoles y Alcalá de Henares sendas marchas de vehículos de autoescuela circulando en caravana hasta la sede de la Dirección General de Tráfico para reclamar más examinadores.
Antes de iniciar la marcha, en el Centro de Exámenes de Móstoles se han concentrado alrededor de 200 vehículos de autoescuela para protestar por "la falta de previsión" y "la mala gestión" por parte de la DGT de las plazas de funcionarios-examinadores, lo que a su entender "está creando un caos en la demanda de pruebas de aptitud".
"Queremos llamar la atención a la administración para que dote a la Jefatura Provincial de Tráfico de los medios suficientes para prestar un servicio adecuado a las autoescuelas de la Comunidad", ha señalado el presidente de Apamad, Ricardo Cano, quien lo atribuye a la "progresiva pérdida de funcionarios-examinadores".
Cano ha explicado a Efe que desde el año 2011 han perdido alrededor de 30 funcionarios -pasando de 103 a 74 examinadores- y que se va notando que no se cubren las jubilaciones, los cambios de destino o las bajas por enfermedad, lo que al final repercute en que "se pierdan cada día aproximadamente 300 pruebas de examen".
Además, a esta pérdida de examinadores hay que sumarle la entrada en vigor de una directiva europea que ha obligado a aplicar un nuevo 'Protocolo de Calidad' que "disminuye la carga de trabajo del examinador de 16 a 13 pruebas en su jornada diaria", lo que hace que no se puedan examinar "otros 200 alumnos diarios".
"Nos iríamos a entre 500 y 600 alumnos que se están dejando de examinar diariamente por la falta de previsión de la DGT", insiste el presidente de Apamad, quien reclama a la DGT que "se dé cuenta" de que "el tapón" en la realización de pruebas les está llevando a una situación muy compleja para mantener la actividad empresarial".
"Ahora tenemos exámenes cada 20 días, por lo que los alumnos dejan de dar clases prácticas, solo lo hacen los dos o tres días previos al examen, lo que conlleva un retroceso en su proceso de aprendizaje", se queja uno de los profesores concentrados, quien afirma que "está aumentando el porcentaje de suspensos" por ello.
Los examinadores entienden las reivindicaciones y reconocen "se está perdiendo plantilla en los últimos años" y que el nuevo 'Protocolo de Calidad' también "repercute en lo que pueden abarcar todos los examinadores", por lo que "se dilata más de examen a examen" y "puede ir en perjuicio de la enseñanza".
A las 11.30 horas ha partido la caravana de Móstoles, formada por 15 vehículos -lo máximo autorizado por la Delegación de Gobierno en Madrid-, que, escoltados por efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, han confluido en la calle José Silva de Madrid con los otros 15 vehículos provenientes del centro de Alcalá de Henares.
Desde ahí se han dirigido como una sola caravana hacia la sede de la Dirección General de Tráfico, situada en la calle Josefa Valcárcel de Madrid, donde finalizará la marcha y donde volverán a reivindicar "soluciones por parte de la Administración, en defensa de los intereses de los alumnos y de los Centros de Formación".
Por su parte, el coordinador de la Asociación de Pequeños Empresarios de Autoescuelas de Madrid (Apeam), Lorenzo García, ha anunciado que harán otra movilización de similares características mañana, con el objeto de protestar por la falta de examinadores que provocan un "retraso sustancial" en la obtención de los permisos de conducir.