Los caminos que se pueden seguir en Suecia para la obtención del permiso de conducir de la clase B
(II)
Nota: En todas las publicaciones de este blog, cualquier referencia que se haga a los diferentes colectivos, sean conductores, choferes, alumnos, profesores, etc., etc., se ha de entender que comprende al género femenino y masculino.
Como se apuntó en la parte (I), a la hora de
prepararse para el examen teórico y de manejo se puede optar por una de estas
tres opciones:
1.-Por una persona que elija el aspirante a obtener el permiso
siempre que posea un permiso de conducir con más de cinco años de antigüedad y
algunos otros requisitos más que veremos.(formación privada)
2.-Por una autoescuela oficial (autorizada).
3.-Por un instructor (profesor/profesora) que tenga el Certificado que autoriza a impartir esta clase de formación y esté facultado para ello.
La
opción 1 ya la hemos comentado. Hoy haremos una serie de comentarios acerca de la
opción 2, la formación en una autoescuela.
En primer lugar, he apuntar que, de la información que he llegado a consultar, he encontrado unas líneas que me han dado qué pensar:
“Una
persona que quiera tener derecho a conducir un automóvil en Suecia debe tener
una cantidad considerable de paciencia y una cantidad también considerable en
su cuenta bancaria. Se supone que esa persona es responsable de aprender y no
de gastar dinero en interminables intentos (exámenes) infructuosos de repetir
una y otra vez”.
Desde hace décadas, los
países nórdicos, entre ellos Suecia, vienen siendo pioneros en la lucha por
reducir los accidentes de tráfico y para
ello y en consecuencia han sido también adelantados en implementar modelos de educación y
formación de conductores.
Los
objetivos, como muy bien saben los profesores, crean las condiciones para el
proceso de formación y en los exámenes se evalúa si se han alcanzado. Por
supuesto, es importante que los objetivos estén bien pensados y bien definidos.
En
la primera década de este siglo se introdujo en Suecia un plan de estudios para
la formación de conductores, que se fundamentó en lo que se ha dado en llamar
la matriz GDE (Goals of Driver Education)
traducida como Matriz de Objetivos para la Educación de Conductores.
Pero de esta matriz hablaremos en otra ocasión.
El
camino a recorrer en una autoescuela sueca es el mismo que vimos en la parte
(I), pero partiendo de la etapa 3, es decir, iniciando la formación teórica, práctica y de riesgos en
una autoescuela. En este caso, como es obvio, no se tiene que hacer el curso introductorio.
Las
autoridades suecas, para la formación de conductores, contemplan tres
escenarios formativos diferentes: el
teórico, el práctico y la educación en riesgos. De la educación en riesgos ya hablamos en la
publicación anterior.
El sistema sueco de formación de conductores ha cambiado mucho a lo largo de los años; a menudo lo ha hecho con la esperanza de que crearía mejores condiciones para que los conductores con permiso estén bien informados, sean seguros y sean conscientes de los riesgos que se les presentarán en el trafico.
A
lo largo de los años, se han llevado a cabo una serie de estudios para evaluar
si los cambios llevados a cabo con el plan de estudios implementado han surtido el efecto deseado con respecto a
la reducción de accidentes. Se puede hacer porque en Suecia la formación es
obligatoria oficialmente. En España
no lo es de manera oficial (ORDEN de 29 de Julio de 1981), pero sí lo es de hecho. El freno lo pone esencialmente
la exigencia de instalar un doble mando en el coche que se vaya a utilizar con
las correspondientes visitas a la ITV, al instalarlo y al desinstalarlo.
En
Suecia lo más común es tomar lecciones en la autoescuela y combinar la
conducción en la misma con la formación
privada.
Aquellos
que combinan la práctica en una autoescuela con la práctica privada de conducir
con un familiar o conocido tienen más probabilidades de aprobar el examen de
manejo (circulación y maniobras).
Formación teórica
La
formación teórica de los conductores según se estructura en el Plan de Estudios
de la Agencia Sueca del Transporte descansa sobre un temario compuesto por
cinco áreas de conocimientos que componen también la materia de examen. Estas
áreas son:
1.- Conocimiento del vehículo, maniobras y circulación.
2.- Circulación y medioambiente.
3.- Seguridad vial.
4.- Señales y normas reguladoras del tráfico
5.-
Circunstancias personales y factores de riesgo
Conocimiento del vehículo, maniobras y circulación:
·
Cómo funciona el automóvil y
cómo afectan las condiciones de la vía en la conducción del vehículo.
·
Los riesgos que pueden surgir si
el automóvil no funciona como debería.
·
La conexión entre la técnica de
conducción y el comportamiento del automóvil.
2. Movilidad y medio ambiente:
· Elegir los medios de transporte que puedan afectar menos al medio ambiente.
·
El modo de conducir su vehículo
de manera segura y respetuosa con el medio ambiente.
3. Seguridad vial:
· Qué significa mostrar buen juicio en sus interacciones con otros usuarios de la vía pública.
· Cómo adecuar la velocidad, la posición del vehículo u otras características de conducción en diferentes situaciones.
· Cómo influyen en el comportamiento del conductor y la seguridad vial las diferentes condiciones de la carretera y el entorno.
4. Regulaciones de tráfico:
· Señales
de tráfico, marcas viales, velocidad y adelantamiento de otros vehículos,
cargas, pasajeros y obligaciones hacia otros usuarios de la vía pública.
5. Factores de riesgo y circunstancias personales:
· De cómo la medicación, el alcohol, otras drogas, el estrés y la fatiga pueden afectar el comportamiento del conductor.
· De cómo la conducción a diferentes horas del día o de la noche puede influir en el comportamiento del conductor y en la seguridad vial.
· Del comportamiento del conductor y la seguridad del tráfico.
Este es el contenido formativo teórico que se exige a los aspirantes a obtener un permiso de conducir, y que es impartido por profesores de las autoescuelas. No se contempla en la norma un mínimo de horas de clase.
Entrenamiento práctico
Como venimos diciendo, el
entrenamiento practico se puede realizar de forma privada con la participación
de un supervisor o bien en autoescuelas o con tutores oficiales. Al igual que
en la formación teórica no se define un número mínimo de clases prácticas, pero
sí que se han de practicar necesariamente una serie de ejercicios que puede ser
objeto de examen.
Educación de riesgos (Ver la publicación anterior (I)
A nivel cualitativo, esta educación de riesgos ha significado la
inclusión de un nuevo perfil de formador en las autoescuelas, dirigido a la
realización de una labor de “coaching”, que influya en los cambios de actitud
de los futuros conductores frente a las situaciones de riesgo. En el sistema
sueco se le da una especial importancia a la educación de riesgos.
Exámenes
El
examen para obtener el permiso de conducir tipo B se compone, como es habitual
en el resto de los países de Europa, de un examen teórico y otro práctico.
El examen teórico se desarrolla ante una pantalla de ordenador y tiene una duración de 50 minutos. El candidato ha de responder 70 preguntas con respuestas tipo test. De esas 70 preguntas tan solo se contabilizarán 65, puesto que hay 5 preguntas que son de control de la prueba y que el candidato no conoce, por lo que deberá de responder a las 70. Para aprobar el examen se ha de responder adecuadamente a 52 preguntas de las 65 reales.
En Suecia, los examinados reciben la información sobre si han aprobado o suspendido en la pantalla, pero en el mensaje enviado por correo electrónico, se les informan de las preguntas que respondieron incorrectamente en cada área temática y en qué parte pueden necesitar aprender más.
Examen práctico (de manejo)
En Suecia, también en Noruega y el Reino Unido, el examinador está en el asiento delantero y el profesor puede acompañarlo si lo desea.
El
examen se inicia con la explicación por parte del examinador de cómo se
desarrollará el examen y qué conocimientos y habilidades se van a comprobar.
La primera prueba a la que se enfrenta el candidato es la comprobación de los elementos de seguridad que le indique el examinador. A partir de ahí se inicia un recorrido en tráfico real con una duración mínima de 25 minutos. En ese recorrido, el examinador va dando las instrucciones de qué camino tomar o bien las maniobras a realizar; pueden ser: frenada, aparcamiento, arranque en rampa, giros, rotondas, cambios de carril, etc.
El examinador va completando un registro de evaluación que contiene los hechos y el nivel de ejecución que presenta el candidato a lo largo de la prueba. Este registro se mostrará y explicará al aspirante en caso de no superar la prueba, con el objetivo de ayudarle a identificar los puntos a mejorar.
Una vez completado el recorrido se comunica al aspirante el resultado. En caso de haber superado la prueba práctica sin tener aprobada la parte teórica, el candidato dispondrá de dos meses para conseguirlo. En caso de no conseguirlo deberá de repetir todo el proceso de examen íntegramente.
Evaluaciones diferentes y en relación con varias partes de la formación de conductores, tanto en Suecia como en otros países, muestran que existe la necesidad de nuevos métodos pedagógicos en la formación de conductores de hoy en día, con el fin de lograr el efecto de un aprendizaje óptimo
En los sistemas que no contienen tanta enseñanza obligatoria, el examen de conducir debe cumplir una función importante para comprobar que los nuevos conductores tienen los conocimientos y habilidades suficientes. La seguridad vial es el objetivo principal de la prueba de manejo. Se espera que solo aquellos que tengan las habilidades necesarias sean aprobados y que la evaluación sea fiable y justa. Dado que un alto porcentaje de aspirantes suspenden, la prueba de manejo también tiene la función de influir en la forma en que se preparan los examinandos y debiera tener la forman en que califican los examinadores.
Las
capacitaciones que se enfocan principalmente en el manejo del vehículo pueden
proporcionar conductores más hábiles, pero no necesariamente conductores más
seguros. Si el resultado del ejercicio da una sobreestimación de
la propia capacidad, no tendrá el efecto deseado.
Es importante tener en cuenta que conducir con seguridad
requiere no solo de un buen manejo del vehículo, sino también de la capacidad
de anticipar y detectar peligros, por lo que en lugar de insistir cada vez más
en el dominio del vehículo es aconsejable
prestar más atención a los niveles superiores de la matriz GDE, es
decir, prestar más atención a las motivación y la conducta de los aspirantes
para conducir y desplazarse, y a las competencias generales de una persona: el
autocontrol, el adelantar los riesgo, el conducir para hacer
sostenible la movilidad, etc.
La matriz de objetivos de la educación del conductor jerarquiza el comportamiento de la conducción en cuatro niveles en donde se contemplan y se relacionan los conocimientos y las competencias, los factores de incremento del riesgo y las capacidades de autoevaluación.
Las pruebas de percepción de peligros a menudo consisten en un video corto con situaciones de tráfico en las que el aspirante debe indicar cuándo es apropiado frenar, girar, etc., porque ha percibido una situación de riesgo.
La
idea es que los futuros conductores en el primer paso manejen metas y
habilidades en la vida, en el segundo aprendan y automaticen habilidades
básicas de conducción, en el tercero aprendan a conducir en tráfico variado
para que estén listos para conducir por su cuenta y en el cuarto paso adquirir
experiencia de conducción adicional y estar mentalmente preparado para el
papel de conductor en términos de comprensión de riesgos y autoconocimiento.
Los
aspirantes deben ser capaces de asumir
la responsabilidad y reflexionar para tomar buenas decisiones en el tráfico.
Por último habría que decir aquello de que en todas partes cuecen habas... porque en una encuesta llevada a cabo, entre profesores de autoescuela el 75% de estuvieron de acuerdo con la afirmación de que los aspirantes solo quieren aprobar el examen.
Aquí, en España, me atrevería a decir que lo estarían el
cien por cien.