sábado, 12 de marzo de 2022

LA DISLEXIA Y EXAMEN DE CONDUCIR

 …y cuando yo ejercía de profesor de autoescuela

Durante la década de los ochenta y noventa del pasado siglo me dedicaba a formar a futuros conductores y conductoras. Algunos de mis alumnos, cuando les daba alguna indicación de girar a la derecha se me iban a la izquierda y viceversa. Esto le ha pasado a muchos profesores  de autoescuela.



Como todos sabéis la tarea de conducir un automóvil es un tanto compleja. Se recibe información, visual o auditiva principalmente, se procesa esa información y se ejecutan las acciones correctas. En las primeras clases recibir, procesar y ejecutar nos lleva un tiempo. Algunas personas tardan más tiempo en procesar la información o la procesan mal. En muchas personas esta tardanza en el tiempo de procesamiento y la confusión de la derecha o izquierda es más acentuada de lo normal porque tienen “dificultades específicas de aprendizaje” (DE). Estos problemas son más acentuados al principio del aprendizaje y en el examen. Es debido a sus rasgos propios y a lo estresante del momento.

He de decir que en aquellos años de mi docencia, yo ya informaba verbalmente al examinador o examinadora de turno que nos tocaba del pequeño o gran problema  — según se mire — que tenia la persona que yo había preparado y que el examinador tenía que valorar. Todos, examinador o examinadora, mostraron siempre una actitud muy positiva y lo tenían en cuenta.

Pero el motivo de este escrito no es lo que yo hacía hace un montón de años, sino la Guía que ha elaborado la DGT respecto a las persona con “Dificultades Especificas de Aprendizaje”

He tenido noticias este pasado mes de febrero que la  Dirección General de Tráfico (DGT) ha lanzado una guía para mejorar la accesibilidad al permiso de conducir de las personas que tienen Dificultades Específicas de Aprendizaje (DEA). Un poco tarde, pero bienvenida sea.

 Las dificultades específicas de aprendizaje afectan a la forma en la que se aprende y se procesa la información. La dislexia y las dificultades específicas de aprendizaje relacionadas son la discapacidad neurológica más común de la sociedad actual. Como “trastornos invisibles” son los menos comprendidos y pueden dar lugar a importantes desventajas, entre ellas dificultades añadidas en el examen de conducir.

La dislexia es un trastorno que afecta al 10-15% de la población; en España hay unos 4 millones de personas que ls padecen.

 La Federación Española de Dislexia define a este trastorno como "una combinación de habilidades y dificultades que afecta al proceso de aprendizaje de una o más de las siguientes destrezas: la lectura, la ortografía y la escritura. Es una condición constante. Puede ir acompañada de otras dificultades en el área de la velocidad de procesamiento, memoria a corto plazo, organización, secuenciación, lenguaje hablado o habilidades motrices. Puede haber dificultades en la percepción visual y/o auditiva. En concreto, puede estar relacionada con el dominio y el uso del lenguaje escrito que incluye el abecedario, los números y las notas musicales. La dislexia puede aparecer a pesar de existir una capacidad intelectual normal y recibir una instrucción educativa adecuada. Es constitucional en origen, forma parte del individuo y es independiente de un entorno socio-económico y de lenguaje. Algunos estudiantes tienen muy desarrolladas las habilidades creativas y/o interpersonales, y otros disponen de una capacidad oral muy buena. No siempre destacan por tener un talento en concreto, pero todos disponen de alguna destreza, en la que son realmente buenos". Las personas con dislexia suelen tener inconvenientes para leer con fluidez, leen despacio y con errores. Eso puede afectar la comprensión de lo que leen. Sin embargo, no tienen problemas para entender el texto cuando otras personas se los leen.

 Hay expertos que afirman que la dislexia es producto de una lateralidad mal establecida, heterogénea, cruzada o contrariada.



La dislexia y la lateralidad, entendida ésta como el predominio funcional de un lado del cuerpo sobre el otro, son  variables muy implicadas en los procesos de conducción de automóviles, ya que ésta no solo es una actividad que exige coordinación bimanual, sino que requiere la utilización preferente de la mano o el pie para distintas actividades durante la conducción de un vehículo.

A pesar de que en la población general existe un número considerable de personas  zurdas, hasta el momento son escasos los trabajos que hayan estudiado las posibles diferencias psicofísicas en la conducción, relacionándolas con la lateralidad que presenta el conductor. El automóvil está diseñado mayoritariamente para personas zurdas.

 Las dificultades específicas de aprendizaje afectan a la forma en la que se aprende y se procesa la información.

Por otro lado, las personas con estos trastornos tienen dificultades de orientación espacial y de organización temporal; es decir, confunden las nociones de “arriba, “abajo”, “derecha” e “izquierda”, y de “ahora”, “antes” y “después”. Asimismo, presentan dificultad en la comprensión lectora por lo que tienen dificultades añadidas de cara a enfrentarse al examen para obtener el permiso.

Se ha de dejar muy claro que estas dificultades por si mismas  no suponen riesgo alguno para el manejo de cualquier automóvil.

En el lado positivo, las dificultades específicas de aprendizaje también están relacionadas con una variedad de habilidades. Estas incluyen el pensamiento en 'imagen grande' (piensan en imágenes, en ocasiones, muy detalladas), la resolución de problemas y las habilidades de pensamiento lateral, una comprensión instintiva de cómo funcionan las cosas, originalidad, creatividad y  habilidades espaciales visuales excepcionales.

 

La Dirección General de Tráfico, en colaboración con la Federación Española de Dislexia, ha desarrollado varias iniciativas para facilitar el acceso a los exámenes para la obtención del permiso de conducir de la clase “B” a personas que tienen dificultades específicas de aprendizaje (DEA), que se calcula que en España hay alrededor de unos 4 millones de personas.

 

Una de esas iniciativas ha sido la elaboración de una guía en la que hacen varias  recomendaciones.



Recomendaciones para la realización del examen teórico:

Dado que las personas con Dificultades Específicas de Aprendizaje tienen déficits de representación del tiempo, es decir, les cuesta trabajo manejar la noción de paso de tiempo.

 

- Situar alumnado en lugares lejos de ruidos y distracciones y a la vez cerca de los examinadores por si fuera necesario resolver alguna duda o cuestión.

- Explicarles personal y pausadamente las instrucciones generales antes del inicio de la prueba.

- Concederles, al menos , un 50% de tiempo extra para la realización de la prueba.

- Permitirles tener hojas en blanco aparte para anotaciones, que serán destruidas al finalizar el examen.

- Recordarles que comprueben haber respondido todas las preguntas, antes de finalizar la prueba.

 

Es voluntad de la DGT disponer de auriculares para escuchar las preguntas y respuestas del examen. Debido a las dificultades de lectura que suelen presentar las personas con Dificultades Específicas de Aprendizaje sería conveniente, en cuanto sea posible, que dispongan de auriculares en las aulas informatizadas para que puedan escuchar las preguntas y respuestas incluidas en el cuestionario.

 

Recomendaciones para la realización del examen práctico:

- Antes del inicio de la prueba, informar al alumnado con dislexia u otras dificultades específicas de aprendizaje, que se conocen sus características con el fin de evitar el bloqueo de dicho alumnado.

- Dar indicaciones de forma clara y muy concisa, huyendo de tecnicismos.

- Hay que tener en cuenta la dificultad para identificar la derecha y la izquierda.

- Tener en consideración que dicho alumnado tiende a la desorientación y al bloqueo.

 

Debido a las dificultades para asimilar información de manera eficiente, explica la Guia, las personas con Dificultades Específicas de Aprendizaje precisan anticipar con tiempo suficiente las maniobras que van a realizar. También la noción de planificación

cuando el estacionamiento es difícil supone un esfuerzo extra para ellos. Cuando el examinador pide a una persona con dislexia que estacione el vehículo donde desee, supone elaborar un razonamiento muy complejo, ya que implica hacer una elección, tomar una decisión y, finalmente, ser autónomo; tantas nociones  son difíciles de asimilar.

 La DGT ha incluido una charla formativa en el curso de cualificación inicial para ser examinador. La imparte personal de la Federación Española de Dislexia. La última promoción de examinadores ya recibió esta breve formación y lo harán todos de ahora en delante  con el objetivo de aproximar al colectivo examinador a la problemática de las personas con dislexia.

Por último, una advertencia: No es lo mismo tener dificultades para el aprendizaje por discapacidad intelectual que dificultades específicas del aprendizaje por trastornos neurológicos que en nada afectan a la capacidad intelectual.