La representación
simbólica sobre las señales de tráfico, por pictogramas, imágenes de cruces,
etc., en sustitución de textos, aparece a principios de siglo pasado. La Convención
Internacional de Ginebra de 1909 estandariza a nivel internacional 4 tipos de
señales (ver post del 15/11/17).
El número de señales
ha pasado de 4 en 1909 a más de cuatro centenares. La Convención de Viena sobre
señales de tráfico fue adoptada el 8 de noviembre de 1968.Su misión fue
estandarizar las regulaciones de tráfico de los países participantes para
facilitar la circulación internacional de automóviles y aumentar la seguridad
vial.
Incluso la ma-yoría de los países africanos y de Oriente Medio se basan en esta
Convención de Viena. Estados Unidos,
Australia y el resto de países americanos siguen el estándar vigente en EE.UU
que es algo diferente.
Todos los conductores
españoles han tenido que superar unas pruebas de conocimientos. Es de suponer
que cuando aprobaron el examen teórico sabían el significado de todas y cada
una de la señales de tráfico.
No
obstante, un informe elaborado hace unos años por la Fundación Española para la
Seguridad Vial, la Confederación Nacional de autoescuelas y la Compañía de Seguros
Zurich nos arroja unos resultado alarmantes sobre el conocimiento
que tienen los conductores españoles sobre las señales verticales. Un 7,4% de
los 1.700 conductores encuestados declaró conocer menos de la mitad de ellas.
La señal de STOP (R-2), afortunadamente, es la más conocida, sólo 1 de cada 100 conductores afirma no conocerla.
Es grave que haya conductores, aunque sea uno de cada cien, que la desconozca.
Según
datos del estudio citado, la señal más desconocida es la P-33 (Visibilidad
reducida). De los 1.700 preguntados, solo 228 conductores respondieron de
manera correcta. Los restantes le atribuyeron a la señal un significado de lo
más variopinto; para 48 de estos conductores, su significado era “objetos
voladores por fuerte viento”; para 450, “lluvia intensa”; y nada más y nada
menos que para 974, la señal significaba “desprendimientos de piedra”.
Estas
son, según el estudio citado, las señales más desconocidas para los conductores
españoles, cuál es su significado real y en negrita, el atribuido por la
mayoría.
A
mi modesto entender, los resultados de este estudio deberían ser, para todos
los responsables implicados, motivo más que suficiente para reflexionar y
analizar la formación de los conductores y conductoras.
Los
contenidos que aprenden los aspirantes no solo deben servir para superar el examen,
que también, sino que deben implementarse en un aprendizaje significativo, un
aprendizaje que dure toda la vida.
Fuentes: Fundación
Española para la Seguridad Vial (FESVIAL; Revista Tráfico y Seguridad Vial