martes, 28 de febrero de 2017

A PROPOSITO DE UNA PONENCIA DE LA ASOCIACIÓN DE EXAMINADORES DE TRÁFICO (ASEXTRA)

Hace pocas fechas que se han celebrado unas Jornadas de Seguridad Vial en Zaragoza. Entre los muchos temas tratados, uno de ellos ha sido: Formadores y examinadores: su papel en la seguridad vial.



La Asociación de Examinadores de Tráfico (ASEXTRA) ha participado presentando una ponencia sobre “Formadores y Examinadores”. La Posición  de la asociación en esta cuestión ha sido defendida por su vicepresidenta Carmen Castro López que por su curriculum y por su actividad sabe de la importancia de la formación del conductor. Es examinadora, licenciada en Ciencias Sociales y de la Información por la Universidad del País Vasco, especialista en Pedagogía por la Universidad de Oviedo y en Educación Vial por la UNED.

He sabido de su ponencia por lo que ASEXTRA ha publicado en su blog. Estoy totalmente de acuerdo con ella; me congratulo de la posición de los examinadores en esta cuestión. Formadores y examinadores son los principales actores de la formación del conductor. Y es una pena que no caminen siempre, o casi siempre, al unísono y trabajen unidos para reivindicar los mismos objetivos en cuanto a la formación en todo el proceso de formación del conductor, incluida la evaluación final, o lo que es igual, los exámenes.



En primer término, la ponente ha defendido, como no podía ser de otra manera, dada su formación pedagógica, que la evaluación forma parte del proceso de formación y ha destacado el papel que juega la evaluación en el sistema.

 "La evaluación — ha dicho en esta ocasión — permite ver qué tipo de nivel tiene el alumno, si ha comprendido y asimilado los requerimientos mínimos para conducir y si está preparado para integrarse en el flujo circulatorio. Es un control de calidad necesario y útil para comprobar si se siguen las directrices de lo que la Administración requiere". 
“Los examinadores entendemos— sigue diciendo—  que la evaluación debe considerarse parte del aprendizaje y constituir por ello uno de los pilares básicos del mismo sistema”. Esta posición ya defendió en otras jornadas en el 2014.

Por otra parte dijo que ASEXTRA lleva años proponiendo a la Administración que imponga clases obligatorias previas al examen, tanto teóricas como prácticas como ocurre en el resto de países de nuestro entorno. 

En un tiempo pasado, y no muy lejano, la Normativa decía cosas como estas:

En otro ámbito, la experiencia positiva en la aplicación de un plazo entre convocatorias de pruebas no superadas aconseja modificar el párrafo segundo del apartado noveno, imponiendo dicho plazo como regla general, ajustado a los intervalos más usuales entre convocatorias, y exigiendo un número minimo de clases prácticas que garantice una mejor preparación de los aspirantes.

(…) Además, tratándose de la prueba de control de aptitudes y comportamientos en circulación en vías abiertas al tráfico general, para poder ser citado a examen, una vez agotadas las dos convocatorias será necesario acreditar mediante certificación del director de la escuelas haber recibido al menos cinco clases. De no superar la prueba en esta convocatoria será preciso acredita, por el mismo procedimiento, haber recibido ocho clases para poder ser citado a examen y, de forma análoga doce clases entre las siguientes sucesivas convocatorias. 


La vicepresidenta de ASEXTRA, Carmen Castro López añade:
 (…)  “nos resulta inconcebible que en España exista la posibilidad de que se puedan presentar alumnos sin acreditar aprendizaje, incluso sin contar con la profesional opinión del profesor, encadenando suspensos porque es imposible que puedan superar los mínimos requerimientos impuestos para poder circular y con ello, colapsando los centros de examen ya que pueden realizar las pruebas numerosas veces en los dos años de validez del teórico".

Si nos remontamos a la década de los ochenta, la Normativa decía a propósito de esta circunstancia:

“Tanto el director, en todo caso, como el profesor que haya impartido las enseñanzas de conducción certificarán conjuntamente por cada uno de sus alumnos que, a su juicio, éste ha recibido las enseñanzas necesarias para obtener el permiso de conducción, requisito sin el cual no podrá ser admitido a examen.

Si un alumno — seguía diciendo — insistiera en ser presentado a examen sin este requisito, el director de la Escuela lo hará constar expresamente, resolviendo en cada caso la Jefatura Provincial de Tráfico según proceda (…).

Encadenar suspenso tras suspenso por falta de preparación es negativo y frustrante para el examinado y una presión innecesaria para el examinador.

Hizo una razonable crítica a la existencia de Autoescuelas con ofertas “low cost”. Ofertas que han derivado en una publicidad engañosa. Ofrecer obtener el permiso de conducir con cuatro o cinco clases es ofrecer un imposible en un porcentaje altísimo de casos. Y ha añadido: "Este fenómeno de las ofertas, surgido especialmente durante la crisis, ha terminado por dinamitar el escaso aprendizaje que los aspirantes estaban dispuestos a realizar de forma voluntaria".

Desde este humildísimo blog queremos felicitar a ASEXTRA  y en especial a su vicepresidenta por su posicionamiento en pro de la formación del conductor.


Los profesores de formación vial y los directores de autoescuela debieran celebrar que la Asociación de Examinadores piense de esta manera. Dos colectivos imprescindibles para colaborar en la reducción de accidentes de tráfico.