martes, 28 de abril de 2015

EL AUTOMÓVIL Y LA AUTOESCUELA (I)

 El vocablo automóvil

Con vuestro  beneplácito vamos a emprender un paseo, en varias etapas, por la historia de ese ingenio humano que es el automóvil, y que tantos enemigos y detractores tuvo en sus inicios, pero es obvio que sin este artefacto la autoescuela no hubiera tenido razón de ser.

La palabra automóvil tiene origen francés; en 1875 ya se utilizaba en el país vecino el término “voiture automobile” (vehículo que se mueve por si mismo) para distinguir a los primeros vehículos que se movían por si mismos sin necesidad de un soporte en el suelo (una vía férrea por ejemplo).

El vocablo “automobile”, a su vez, se deriva de otro muy parecido en 1808 como era “locomobile” compuesto de dos partículas de origen latino “locus” (lugar) y otra de origen latino medieval  “motivus”  relativo a movimiento. La traducción más correcta del vocablo “locomobile” es pues la de ser libre de moverse de un lugar a otro y sin necesidad de un soporte fijo en el suelo.

La sustantivación del vocablo “automobile” se inicia en Francia hacia 1890 y poco a poco se va extendiendo por el resto de países europeos. No tarda mucho en cruzar el Atlántico  para establecerse  también EEUU. Algunos han afirmado que fue el New York Times el que la utilizó por primera vez en una editorial el 3 de enero de 1899. Sin embargo parece ser que fue  la revista “Scientific American” la primera en utilizarlo, concreÉamente el 14 de mayo de 1898. Como el término había aparecido en una revista especializada, no tuvo la proyección que le dio el New York Times. Este fue el primer medio que popularizó el término “ automobile” (automóvil) aunque al principio no fuera un defensor de aquellos artilugios con ruedas, con alimentación propia que eructaba humo y   hacían a un lado a los caballos.

Hacia finales del siglo XIX  en España ya denominaban como automóviles a aquellos vehículos de Bonet, De la Cuadra y de otros que funcionaban con motor.

El Diccionario de la Real Academia Española lo define así:
automóvil. (De auto- y móvil).
1. adj. Que se mueve por sí mismo. Se dice principalmente de los vehículos que pueden ser guiados para marchar por una vía ordinaria sin necesidad de carriles y llevan un motor, generalmente de explosión, que los pone en movimiento.

Y finalmente como todos sabéis, el Reglamento de Circulación lo define como “vehículo de motor que sirve, normalmente, para el transporte de personas o cosas, o de ambas a la vez, o para la tracción de otros vehículos con aquel fin”. 


SELLO DE CALIDAD PARA LAS AUTOESCUELAS CATALANAS (II)


  Hace unos meses, el 21 de octubre de 2014, publiqué en este blog una entrada con el mismo título. En aquella ocasión fue por motivo de unas declaraciones  del “conceller” Espadaler y  en ésta  lo son de  Joan Josep Isern,  director del Servei Català de Trànsit (SCT).

Se viene diciendo que el “Govern de la Generalitat de Catalunya” impulsará un sello de calidad para las autoescuelas catalanas mediante un decreto por el que se establecerán los estándares que se han de cumplir para optar al susodicho sello.

El ”conseller” , por aquellas fechas, insistió en que la educación vial es clave para seguir reduciendo la siniestralidad y en esa línea están la palabras del director y creo que la gran mayoría de la gente de las autoescuelas las comparten.

El director  lamenta que las autoescuelas 'low cost' se publiciten por los precios que todo el sector conoce, y dice que por ese dinero no te pueden formar bien ni te pueden educar bien ni concienciar bien de los peligros. ¡Una verdad como una catedral!

Parece ser que entre los estándares a exigir estarán:
-     Antigüedad máxima y renovación de los vehículos destinados a formación.
-     Formación específica y reciclaje de los docentes.
-     Seguir un programa formativo muy centrado en la seguridad vial.

Según palabras de Joan Josep Isern, aquellos centros que logren el sello se adaptarán a este programa catalán de mejora de la sensibilización y perfeccionamiento de la seguridad vial.


El opinión del director las autoescuelas deberían pasar a ser los centros de protección de riesgos laborales viales, y esto actualmente no es así, están muy dejadas de la mano de la Dirección General de Tráfico (DGT) porque no está potenciando este tipo de formación. Estamos de acuerdo con él en esto y cuando afirma que sacarse el permiso de conducir no es solamente un acto administrativo.
Las autoescuelas catalanas que quieran optar al distintivo de calidad deberán solicitarlo al Servei Català de Trànsit a través de un modelo normalizado y aportando  la documentación correspondiente, y el SCT hará el seguimiento del cumplimiento de los requisitos exigidos. El distintivo sería renovable cada dos años.






Los vehículos destinados a la formación no podrán tener más de seis años y a medida que la autoescuela los renueve deberá apostar por vehículos de de bajo consumo de CO2 (eléctricos e hibridos) y equipados con la última tecnología en seguridad vial activa y pasiva.
El programa formativo contará con un mínimo de horas de asistencia obligatoria en las que se impartirán formación teórica sobre seguridad vial. La formación práctica incluirá valores, destrezas y hábitos.
 La autoescuela deberá contar con un plan interno de formación, un profesor, al menos,  formado específicamente que acredite el sello de calidad y obligado a  reciclarse cada cinco años.
Por otro lado, estos centros tendrán la obligación de rearealizar una memoria de actividades haciendo constar el número de alumnos y el porcentaje que haya participado en los cursos de seguridad.