lunes, 28 de abril de 2014

LA PRIMERA AUTOESCUELA DE MADRID

La primera Escuela de “chauffeurs” de Madrid fue fundada por el  “sportsman” D. Ramón Roca. Empezó a funcionar el día 1 de Noviembre del 1907 en el garaje que tenía este  señor  en el Paseo del Prado, núm. 32, frente al jardín Botánico.

Esta escuela de “chauffeurs” se creó en respuesta a una exigencia de la vida social madrileña, impuesta por el creciente desarrollo de la afición al automovilismo.

En la autoescuela de D. Ramón Roca se enseñaba teoría y práctica del manejo de este tipo de nuevo carruaje que era el automóvil. Los cursos tenían una duración de tres meses. Las asignaturas a impartir eran:
-        Nociones de geometría.
-        Mecánica y electricidad.
-        Geografía con aplicación a las carreteras.
-        Francés aplicado al tecnicismo del automóvil.
-        Funcionamiento completo del motor y mecanismos del automóvil.

Fueron profesores de aquella  escuela  D. José Hevia, Teniente Coronel de Artillería, y don Pedro M. de Artiñano, catedrático de la Escuela especial de Ingenieros Industriales de Madrid.




La escuela utilizaba un automóvil  de la marca suiza “Martini”  para las clases teóricas. Su director consideraba que era una de las mejores que se conocían por aquel tiempo.

Los primeros trenes de vapor llegaron a Rochers de Naye (Suiza) en 1892. Se cuenta que once años después un automóvil de esta marca  “Martini” equipado con un motor de 14 CV consiguió llegar a la cima de  aquella montaña de 2045 metros de altura. Lo curioso de la aquella odisea fue que el automóvil suizo consiguió llegar a la cumbre de la montaña sin existir por aquel tiempo carreta alguna. Parece ser que lo hizo sirviéndose de los raíles del ferrocarril de cremallera. Esta aventura entusiasmó a los “spotmans” de la época y la noticia se extendió por todo el mundo. Aquel evento proporcionó gran beneficio al fabricante. Consiguió vender aquel año más de 100 unidades

La escuela disponía de tres automóviles para las clases prácticas de conducción. Las realizaban todas las mañanas en el Retiro.



En el primer curso se matricularon 19 alumnos. Finalizado el mismo  se invitó a los exámenes al Real Automóvil Club y se expidió a los aprobados el correspondiente certificado de aptitud