lunes, 6 de agosto de 2018

LA DGT RECULA MIENTRAS SU DIRECTOR PARECE ESTAR DESHOJANDO LA MARGARITA


Por lo que leemos en la prensa parece que es así. Su Director se debe andar preguntado estos días si no fue algo prematuro declarar que la DGT sería más severa con los conductores que usen el móvil al volante. No es que no sean merecedores de un trato más severo, sino que, quizá haya podido pensar, que la medida pudiera tener un efecto rebote en tantos conductores que lo  utilizan  mientras conducen,  y que estos  puedan hacer  cambiar la dirección de su voto.

¿Qué razones hay hoy, que no existieran ayer, para justificar unas declaraciones que parecen ir en sentido contrario a las primeras.

·            “Pere Navarro endurecerá las sanciones por el alcohol y el uso del móvil al volante”
·           “La DGT sancionará más duramente el uso del móvil al volante”.

Estos titulares y otros, en la misma línea, los hemos podido leer en la prensa en la  última quincena del pasado mes. Y en estos primeros días del mes de agosto podemos leer estos otros de signo contrario:

 “La DGT está estudiando no restar puntos al uso del móvil en las detenciones: semáforos, atascos...”
“La DGT estudia no quitar puntos por el uso del móvil durante las detenciones”.
“La Dirección General de Tráfico, con el foco puesto en penalizar al máximo el uso del móvil en el coche, está barajando no restar puntos si se usa en semáforos o atascos”.



Todos los conductores sabemos, o deberíamos de saber, que está prohibido usar el móvil al volante en todas las situaciones que engloba el Reglamento de Circulación. En consecuencia, si hacemos uso de él, podremos ser sancionados con un importe de 200 euros y la retirada de 3 puntos de nuestro permiso de conducir.


 Según las primeras declaraciones,  la hoja de ruta del Director  parecía quedar clara: un endurecimiento de las sanciones y una mayor penalización de puntos. La propuesta era: una retirada de entre 4 y 6 puntos en lugar de 3.


Sin embargo, la hoja de ruta no está tan diáfana como suponíamos. Parece  más bien que apunta hacia  una mayor permisividad a la hora de multar por el uso del móvil: no restar puntos si se usa en semáforos o atascos, es decir, en las detenciones. Y entendemos por detención la inmovilización de un vehículo debido a las necesidades de la circulación: en semáforos, atascos o paradas de emergencia.

¿Quién se puede pensar que el conductor o conductora que recibe o hace una llamada va a abandonar  su preciado tesoro porque al cabo de pocos segundos el semáforo ha cambiado a verde?

No hace mucho, el Tribunal de Casación en Francia acaba de dictaminar que usar el teléfono mientras se conduce es sancionable, tanto si el vehículo está en movimiento como si está parado.

Permitir a un conductor o conductora  “wasapear “ mientras espera que el semáforo cambie a verde es como invitarle a utilizar el teléfono al volante.

Si la propuesta del Director es permitirlo, hemos de decir que Pere Navarro se equivoca. El uso del móvil y la conducción de un automóvil —él lo sabe muy bien — son dos actividades incompatibles desde el punto de vista de la seguridad vial, incluso si se utilizan dispositivos adaptados.



Hace casi un lustro  que el uso del móvil viene siendo la primera causa de accidentes y no se le ha puesto remedio, salvo la denuncia y la correspondiente sanción que no parecen que sirva de mucho para persuadir de utilizarlo.  Pero lo más preocupante es que un 43% de los conductores reconoce haber “wasapeado” mientras conducía, según un estudio del RACC.


Su utilización  durante la conducción ya causa tantas o más víctimas que las drogas, incluyendo el alcohol. Por eso desde Stop Accidentes se pide que su uso se incluya en el Código Penal.

¡Cuidado con lo que se legisla y cómo se legisla! La decisión no debe salir de lo que resulte de deshojar la margarita.