Por lo que leemos en la prensa parece que es así. Su
Director se debe andar preguntado estos días si no fue algo prematuro declarar
que la DGT sería más severa con los conductores que usen el móvil al volante.
No es que no sean merecedores de un trato más severo, sino que, quizá haya
podido pensar, que la medida pudiera tener un efecto rebote en tantos
conductores que lo utilizan mientras conducen, y que estos
puedan hacer cambiar la dirección
de su voto.
¿Qué razones hay hoy, que no existieran ayer, para
justificar unas declaraciones que parecen ir en sentido contrario a las
primeras.
·
“Pere
Navarro endurecerá las sanciones por el alcohol y el uso del móvil al volante”
·
“La DGT sancionará más duramente el uso del móvil al
volante”.
Estos
titulares y otros, en la misma línea, los hemos podido leer en la prensa en
la última quincena del pasado mes. Y en
estos primeros días del mes de agosto podemos leer estos otros de signo
contrario:
“La DGT estudia no quitar puntos por el
uso del móvil durante las detenciones”.
“La Dirección General de Tráfico, con el foco puesto en penalizar al máximo
el uso del móvil en el coche, está barajando no restar puntos si se usa
en semáforos o atascos”.
Todos los conductores sabemos, o deberíamos de saber, que está prohibido
usar el móvil al volante en todas las situaciones que engloba el Reglamento de
Circulación. En consecuencia, si hacemos uso de él, podremos ser sancionados
con un importe de 200 euros y la retirada de 3 puntos de nuestro permiso de
conducir.
Según las primeras declaraciones, la hoja de ruta del Director parecía quedar clara: un endurecimiento de
las sanciones y una mayor penalización de puntos. La propuesta era: una
retirada de entre 4 y 6 puntos en lugar de 3.
Sin embargo, la hoja de ruta no está tan diáfana como suponíamos.
Parece más bien que apunta hacia una mayor permisividad a la hora de multar por
el uso del móvil: no restar puntos si se usa en semáforos o atascos, es
decir, en las detenciones. Y entendemos por detención la inmovilización de un
vehículo debido a las necesidades de la circulación: en semáforos, atascos o
paradas de emergencia.
¿Quién se puede
pensar que el conductor o conductora que recibe o hace una llamada va a
abandonar su preciado tesoro porque al
cabo de pocos segundos el semáforo ha cambiado a verde?
No hace mucho, el
Tribunal de Casación en Francia acaba de dictaminar que usar el teléfono
mientras se conduce es sancionable, tanto si el vehículo está en movimiento
como si está parado.
Permitir a un conductor o
conductora “wasapear “ mientras espera
que el semáforo cambie a verde es como invitarle a utilizar el teléfono al
volante.
Si la propuesta
del Director es permitirlo, hemos de decir que Pere Navarro se equivoca. El uso
del móvil y la conducción de un automóvil —él lo sabe muy bien — son dos actividades
incompatibles desde el punto de vista de la seguridad vial, incluso si se utilizan
dispositivos adaptados.
Hace casi un lustro que el uso del móvil viene siendo la primera
causa de accidentes y no se le ha puesto remedio, salvo la denuncia y la
correspondiente sanción que no parecen que sirva de mucho para persuadir de
utilizarlo. Pero lo más preocupante es
que un 43% de los conductores reconoce haber “wasapeado” mientras conducía,
según un estudio del RACC.
Su utilización durante la conducción ya causa tantas o más víctimas
que las drogas, incluyendo el alcohol. Por eso desde Stop Accidentes se pide
que su uso se incluya en el Código Penal.
¡Cuidado con lo
que se legisla y cómo se legisla! La decisión no
debe salir de lo que resulte de deshojar la margarita.