jueves, 27 de noviembre de 2014

AQUELLAS AUTOESCUELAS DEL SIGLO PASADO (I)

La publicidad que hacían  aquellas "Escuelas de Chauffeurs"  en el primer tercio  del siglo pasado.

Poca documentación hay sobre aquellos establecimientos que, en  las primeras décadas del siglo pasado, les llamaban Escuelas de Chauffeurs , más tarde Escuelas de Chóferes y han acabado por denominarse Autoescuelas.

Después de la iniciativa del señor Abadal (1906) y la de la empresa automovilista Hispano-Suiza (1909) en relación a la creación de una Escuela de Chauffeurs, algunos emprendedores, como les llamarían ahora, crearon sus negocios en torno a la preparación para el examen de conductor de automóviles que desde principio del siglo XX venía siendo exigible, con más o menos rigor,  mediante ingenieros de Industria nombrados a tal efecto. Para cubrir esta demanda, se crean las primeras Escuelas de Chauffeurs. Como otros negociospronto empezaron a publicitarse insertando  anuncios  en la prensa del momento. Un  somero análisis de aquellos  primeros nuncios  en la prensa del primer tercio del siglo  XX nos permite constatar el mensaje y el valor del servicio que cada empresa destacaba en los mismos.

En los primeros años del siglo XX los anuncios eran de pequeño tamaño, concate­nados uno detrás de otro y predominando los de dimensiones reducidas. Su  componente principal era el texto. Eran textos sencillos cuyo único objetivo era aportar información sin otra finalidad que darse a conocer como Escuela de Chauffeurs. No eran muy diferentes a los que vemos actualmente: precio y rapidez en la enseñanza eran la base de sus mensajes.


En los primeros años del siglo pasado casi todos los anuncios se insertaban dentro de los llamados anuncios clasificados. Eran los más económicos. Su coste dependía del periódico y dentro de éste, del numero de palabras que se utilizaban. También había casos en los que se tarifaba por el numero de líneas. En la segunda década del siglo XX, en algunos periódicos se cobraba de 0.05  a 1.00 peseta por línea, dependiendo de la página en la que se insertaba en anuncio. El texto era, pues,  el elemento recurrente de la  publicidad de las Escuelas de "Chauffeurs" de principios de siglo pasado. Con el paso del tiempo se empezó a complementar el texto con algún dibujo alusivo al producto o servicio que se quería publicitar.

Los mensajes que se insertaban eran cortos y sencillos. Ejemplo de ello son estos recuadros publicitarios aparecidos en la prensa del momento. Este establecimiento, por ejemplo, donde se realizaban prácticas de chauffeurs data de noviembre de 1906. Recordemos que en este año ya existía la Escuela de Cahuffeurs del Sr. Abadal situada en la calle Aragón 245 donde se ubicaba su propio “Auto-Garaje Central”.


En 1910  esta escuela madrileña de la calle Recoletos inserta este anuncio en el Imparcial de Madrid.



En este mismo año, la Sociedad de cocheros de Madrid anuncia la próxima apertura de su Escuela de Chauffeurs.  


En 1911 se anunciaba una Escuela de Chauffeurs en la calle Comercio de Barcelona y por lo visto venia a desempeñar también las funciones de  “oficina de empleo”.



En el segundo decenio del siglo XX aumentaron estas escuelas de “chauffeurs” y ya se vislumbraba, a través de la publicidad que insertaban en la prensa, que se avecinaba, entre ellas, una “guerra de precios”(como cualquier colega puede comprobar, la historia se repite en el siglo XXI). Algunas garantizaban la enseñanza en un tiempo determinado, otras ofertaban las lecciones al nada despreciable precio de 4 pesetas.  Alguna alertaba a posibles clientes de que no se confundieran de puerta y entrasen en otra de la competencia. En este último caso era de suponer que estaba muy próximo a su competidor.  Esta circunstancia de proximidad no sólo pasó entonces, sino que también ha ocurrido en estos últimos tiempos. 

En el siguiente anuncio vemos que la  escuela de la calle Consejo de Ciento de Barcelona ejercía su actividad en 1915 y como otras estaba vinculada a un taller. La única, según reza en el anuncio,  que hacia prácticas por dentro y fuera de la ciudad, También garantizaba la enseñanza en 30 días y se ofrecian colocaciones. Salvando la distancia del tiempo, casi un siglo después y en otro contexto, vemos que, en algunos caso, la historia se repite.  


Su reclamo, señuelo o su manera de persuadir se fundamentaba en frases comos las siguientes: la enseñanza la imparten “técnicos profesores con titulo oficial”. No se sabe a qué titulo oficial se refiere; “la única que da lecciones por    dentro y fuera de la capital con automóviles de 22 HP”; “el que quiera ser un buen chauffeur mecanico debe visitar este taller”.

Casi siempre prevalecía  la idea de taller mecánico sobre  la de centro de formación. Cada una de ellas se afanaba según su mejor entender para difundir sus dotes de persuasión con el fin de ganar clientela para  su negocio. Algunas se anunciaban sin nombre comercial, sólo la dirección y muy pocas el teléfono (quizá porque no tuvieran).




En el Diario Turolense, periódico independiente y defensor de la provincia de Teruel (1914-1917) aparece insertado el siguiente anuncio en el año 1915.




(Continuará…)