martes, 19 de septiembre de 2017

DE EXAMINADORES Y EXÁMENES DE TRÁFICO

(I)

¿Acaso es intención de la DGT  volver al pasado?
En el BOE del 15 de septiembre  de 2017 se publica una Resolución de la DGT por la que se convocan cursos de formación de examinadores para cubrir puestos de trabajo de examinador. Lo novedoso de esta convocatoria para seguir un proceso de formación que habilite profesionalmente como examinador de Tráfico a los que lo superen es que puede asistir, por vez primera, Personal permanente  de carrera de las FFAA, no necesariamente destinados en la DGT.
La Jefatura Central de Tráfico, como saben, nace en 1959. El nuevo cuerpo institucional necesitó pronto de algunas órdenes ministeriales para atender a su rápido desarrollo y crecimiento.

Debido a que el Jefe de este Organismo tiene categoría de Director General, ahora lo conocemos como Dirección General de Tráfico. Y como los españoles somos algo ahorradores en todo, cada vez que nos referimos a este Organismo lo hacemos con su acrónimo, DGT.


En sus primeros años, la Jefatura Central de Tráfico y las Jefaturas Provinciales acogieron a un buen número de militares en destinos civiles. Algunas Jefaturas Provinciales estuvieron dirigidas por militares de alta graduación.

Cuenta uno que fue alto funcionario de la DGT, que cuando, en su primer destino, se presentó el primer día en el despacho del que sería su Jefe Provincial, éste le dijo:

— Enhorabuena. Acaba usted de ingresar en un Organismo casi perfecto, porque es el que más se parece al Ejército.
Entre los funcionarios de las primeras plantillas de aquel recién creado Organismo había un buen porcentaje de militares y guardiaciviles. La mayoría eran suboficiales retirados o en la reserva, lo que se conocía como militares en destinos civiles. Ocupaban puestos de la escala auxiliar si eran suboficiales y de la escala ejecutiva o jefaturas de negociado si  habían alcanzado el grado de oficial en su anterior carrera militar. Algunos guardiaciviles sin graduación se incluyeron en la escala subalterna.

En días pasados, en plena huelga de examinadores, hemos leído titulares como los siguientes:

-     La DGT estudia reforzar su plantilla de examinadores con militares.

-     Tráfico negocia con el Ministerio de Defensa la incorporación de personal de tropa y marinería al puesto de examinador.

-     Militares mayores de 45 años podrán ser examinadores de tráfico tras un curso de once semanas.

-     La DGT ofrece ampliar la plantilla de examinadores con 100 militares.

Ante la exótica ocurrencia de la DGT de utilizar militares para examinar del permiso de conducir, el PNV,  aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, ha propuesto que esta labor la podrían desarrollar miembros de la Ertzaintza, eso sí, después de superar los correspondientes cursos de formación.

Me extraña que desde Catalunya (al menos no me consta) no hayan hecho idéntica propuesta para los  Mossos d'Esquadra y desde Navarra, para la Policía Foral. Sin embargo las siguiente líneas publicadas días pasados han llamado mi atención:

(…) Si pueden controlar los accesos a un aeropuerto, también son capaces de ejercer como examinadores del carnet del conducir. Las autoescuelas catalanas han presentado este jueves una batería de propuestas para hacer frente a la nueva huelga de evaluadores que se les viene encima. Proponen que la Guardia Civil examine a sus alumnos. Pueden hacerlo porque, dicen, "tienen formación en seguridad vial". Y si es menester, que los  militares en la reserva sean aleccionados para realizar las mismas tareas. Ya a más largo plazo, que el Estado traspase las competencias a las autonomías para que cada casa limpie su ropa su ropa sucia.  (www.elperiódico.com (30/08/2017)

Y con fecha 04/09/2017 hemos podido leer el siguiente titular: ¿Y si los examinadores de tráfico fueran Guardias Civiles?

La autora del mismo escribe:

(…) Para las autoescuelas la situación es insostenible y desde Cataluña proponen una solución: convertir a los guardias civiles de tráfico en examinadores.
La medida no les parece descabellada porque "los guardias civiles tienen conocimientos de seguridad vial". También proponen que militares en reserva sean aleccionados para realizar esta tarea. En realidad, esta idea fue anunciada por la DGT antes de verano cuando anunció la convocatoria de un centenar de plazas de las que un 30% serían cubiertas por militares de más de 45 años.




Y a todo esto nos preguntamos: ¿No será que la Jefatura Central de Tráfico, en un ejercicio de regresión, quiere volver al pasado?

El futuro es lo contrario de un regreso al pasado. Toda nuestra vida se alza hacia el futuro. El pasado es pasado, aunque esto no significa que no sea determinante de nuestro presente, y éste, a su vez, de nuestro futuro. Acudir al pasado para justificar el presente, que no nos sirve siempre, será un problema y no una solución, aunque lo malo es la regresión, no el pasado.