Aspirantes a ejercer la actividad de profesor/a de autoescuela
se enfrentarán a una nueva formación que se implanta por vez primera en España.
Por si no había problemas para conseguir profesores y profesoras de autoescuela, aquí vienen unos políticos y se inventan uno nuevo: para realizar el nuevo curso para enseñar a conducir hay que saber euskera.
Una piedra más en el camino. Claro, ellos tienen el sustento
económico resuelto, ¿qué les importa el de los demás? Varios medios digitales
se han hecho eco del tema con titulares como los siguientes:
* “El Gobierno vasco sólo permitirá ser
profesor de autoescuela sabiendo vascuence”
* “Educación sólo permitirá ser profesor de
autoescuela a quien sepa euskera”
* “El País
Vasco obligará a los profesores de autoescuela a saber Euskera para poder
ejercer”
*
“La formación solo en euskera para ser profesor de autoescuela agrava la falta
de docentes”
* Solo quienes sepan euskera
podrán ser profesor de autoescuela en el País Vasco
El Departamento de Educación de
la comunidad ha asegurado que la medida proviene de la alta demanda y ha omitido
las críticas de los aspirantes y las asociaciones del gremio.
Una versión plenamente subjetiva que, además, tampoco justificaría el hecho de que todos los profesores tuvieran que cursar el nuevo Módulo en euskera.
A la vista de los datos
conocidos, no parece muy verídico que la exigencia de hacer el curso en euskera
viene justificada por la alta demanda de
que las clases se impartan en euskera.
Fuentes del sector vienen manifestando
que la demanda de clases en euskera en las autoescuelas vascas es mínima y
sobre todo se limita a algunas zonas de Guipúzcoa. Según datos de la DGT, en el
año 2020, de 26.386 exámenes que se realizaron, solo 414 fueron en euskera, un
escaso 1,57%. En 11 años y aun estando subvencionado solo 1.114 personas han
obtenido el permiso de conducir en euskera.
A pesar de lo que se diga desde el
Departamento de Educación, los datos muestran que la demanda para hacer en
euskera el nuevo módulo para profesores y profesoras no justifica el imponer el euskera como la lengua en la que
se formarán los futuros profesores de autoescuela y no dar opción alguna para
realizar en castellano el ciclo superior de FP que en dos años les garantizará
ser profesores o profesoras.
En un medio de se dice que entre la veintena de inscritos en Elorrieta
apenas media docena dominan la lengua vasca con la suficiente fluidez para
superar un curso de estas características.
El presidente de la Asociación de
Autoescuelas de Álava ha asegurado que el hacer obligatorio el Euskera en este
sector va a provocar una reducción de la demanda de estudiantes. Además, ha
reprochado que esta medida es discriminatoria hacia los profesores: «Si alguien quiere estudiar una
carrera aquí tiene la opción de hacerla en castellano o en
euskera. ¿Por qué no para ser profesor de autoescuela».
«Las autoescuelas necesitamos profesores para enseñar a conducir; no
profesores de euskera», ha denunciado el presidente de la federación de las
autoescuelas de Euskadi.
"No hay quien suceda a los
profesores que se están jubilando y hay otro problema, que la DGT no dispone de
muchos examinadores con lo que las autoescuelas tenemos limitado el número de
alumnos que podemos presentar a examen cada semana”. Y lamenta: hacen falta profesores,
punto. Si saben euskera pues mejor, pero no puede ser condición sine qua non
porque de esta forma se deja fuera a muchos aspirantes.
Euskadi cuenta con medio millar de profesores de
autoescuela pero, según las estimaciones de la agrupación de autoescuelas
vascas, faltan unos 150.
Montenegro calcula que a corto plazo las autoescuelas
vascas necesitarán cubrir unas 200 vacantes y
en Vizcaya apenas se ofertan 22 plazas en el único centro que oferta el módulo.
Falta
de profesores, clases sin impartir, material traducido sobre la marcha, un
centro con una infraestructura inadecuada... Son algunas de las denuncias que
hacen los estudiantes gasteiztarrak.
No hay formadores suficientes que cumplan el requisito idiomático, lo que afecta a la
impartición de clases. "No tienen gente para enseñarnos todas las materias en euskera",
denuncian los estudiantes que acuden al centro Ciudad Jardín de la capital alavesa.
El material de estudio no está
traducido. Los profesores lo van traduciendo sobre
la marcha, a medida que lo explican. La organización la tildan de mala, surrealista
y caótica.
Pero
qué se le va hacer. La política, aun siendo inadecuada, se impone una vez más a
la buena praxis. Así si algo está mal, siempre es susceptible de empeorar, es
decir: parió la abuela.