lunes, 28 de marzo de 2016

AQUEL PRIMER CONGRESO NACIONAL DE LA ENSEÑANZA DE LA CONDUCCIÓN

Pronto se cumplirán 30 años. Se celebró en Madrid los días 30 y 31 de mayo de 1986 con el patrocinio de la DGT. La finalidad del Congreso era el tratamiento de algunos problemas relativos a la enseñanza de la conducción y que las conclusiones que se adoptaran pudieran ser tenidas en cuenta si procediese en la regulación de la enseñanza de la conducción.


Hacía poco días que FENAE — así se llamaba en aquellos años CNAE — había celebrado el III Congreso Nacional de Autoescuelas y Seguridad Vial. El acto inaugural de éste congreso de FENAE estuvo presidido por Fernando Fernández Tapias, a la sazón vicepresidente de CEOE. Nunca he llegado a entender el interés de muchos de los representantes de las autoescuelas, que tanto viajan a Madrid, para que FENAE, con anterioridad y CNAE en la actualidad estén o hayan estado encuadradas en la CEOE.

Aquel Primer Congreso Nacional de la Enseñanza de la Conducción fue la culminación de una serie de trabajos desarrollados en todas las provincias españolas con activa e importante participación de muchos profesionales del sector.

La mesa de trabajo de Barcelona, en la que tuve la satisfacción de participar como independiente designado por la Jefatura Provincial de Tráfico de dicha provincia, estuvo formada por el entonces Jefe de Trafico, un coordinador por parte de los examinadores, por representantes de distintos sindicatos, por la Asociación de Profesores y por un representante de la Federación Provincial de Autoescuelas de Barcelona

El congreso ofreció un espacio de encuentro a más de 1400 profesionales de las escuelas de conductores y alrededor de 200 funcionarios relacionados con la conducción para la reflexión y el debate acerca de la situación por la que atravesaba el sector en aquellos momentos y de los desafíos, contratiempos  y contradicciones que se preveían en un futuro no muy lejano y que, lamentablemente,  se han podido constatar con el paso de los años.



A lo largo de los dos días que duró el Congreso se debatieron temas como los siguientes:

-     Las escuelas de conductores como centros docentes.
-     Las escuelas de conductores como empresas: problemática financiera y relaciones sociolaborales.
-      La legislación aplicable a las escuelas de conductores.

En este congreso se puso de manifiesto la necesidad de conseguir objetivos como los siguientes:

·       Mejorar la  calidad del profesorado.  Esto debe conseguirse mediante los cursos de acceso a la profesión. El profesor no sólo debe adiestrar a los alumnos en el manejo del vehículo, sino que les debe transmitir un sentido de actuación responsable, creando en ellos una actitud de respeto a la norma. Esta fue una de las premisas a tener en cuenta sobre la actividad docente.
·       Mantener actualizados a los profesores mediante cursos.
·       Elaborar y publicar manuales como herramienta de apoyo para su actividad docente.
·       Mejorar la calidad de los exámenes y la formación de los examinadores.
·       Establecer una programación oficial de la enseñanza para que sea aplicado por todas las Escuelas de Conductores.

Lamentablemente, el II Congreso Nacional de la Enseñanza de la Conducción ni ha llegado después de treinta años, ni se les espera.