sábado, 13 de enero de 2018

UNA VISIÓN PARTICULAR DE LA SITUACION ACTUAL DE LAS AUTOESCUELAS

Por Rafael Mas Pascual

Creo que deberíamos reflexionar todos y exponer ideas para que nuestra profesión despierte. Y podamos trabajar en aquello que nos gusta, formar buenos conductores/as, pero es vital que al final de mes tengamos, también, una recompensa económica.

Haciendo un poco de historia podemos recordar que al aumentar el IVA el 3% en el año 2012, (del 18% al 21%)  ya hicimos la primera insensatez, absorviendo el 3% con cargo a nuestras empresas.

A partir de aquí todo nos ha ido en contra. Primero, manteniendo las mismas tarifas, año tras año, incluso aplicando tarifas inferiores a años anteriores.
No se trata de unificar precios. Cada cual es libre de aplicar las tarifas que considere más competitivas, pero lodos somos también libres de aplicar nuestras propias ofertas, que pueden o no ser iguales que las de la competencia e incluso más económicas.

Los precios “low cost”  nos llevan a la miseria y al cierre. En consecuencia, en el 2018 deberíamos aplicar un aumento razonable, equivalente a la suma del IPC de los  últimos años (10% ?, según los casos).

Si algún economista hiciera un estudio sobre la rentabilidad de nuestras empresas, simplemente diría, ¿cómo es posible que aún subsistan?

Si bien un problema importante para la Profesión es la falta de examinadores, el problema número uno que tenemos es la aplicación de unas tarifas incomprensiblemente deficitarias. Y este sólo depende de la Profesión.

Y para que esta cuestión se pueda solucionar debemos exigir y comprometernos para que los futuros conductores/as asistan obligatoriamente a un mínimo de clases teóricas para que aprendan y comprendan lo que significa haberse preparado para ser un conductor/a responsable y seguro.


De esta manera, si una vez educados no cumplen con lo que habrán aprendido, entonces será el momento para Reeducarlos.



Comentario del autor del blog

Gran parte de los lectores de este blog ya conocen que Rafael Mas fue presidente de la Federación de Autoescuelas de Barcelona (FAB) (1984-2000) y  cofundador y presidente de la Federació d’Autoescoles de Catalunya (FAC)  durante el mismo periodo de tiempo.

También fue cofundador de CNAE, y vicepresidente de la misma durante varios años. Cuando dejó todo los susodichos cargos le nombraron, con la aprobación  unánime de sendas Asambleas, presidente de honor  de FAC (Federacion d’Autoescoles de Catalunya) y de CNAE (Confederacion Nacional de Autoescuelas). Cargos honoríficos a los que renunció por motivos que él mismo explicó en aquel artículo suyo que publicamos en febrero de 2016 con el título,  “De mi paso por la FAB”.

Con relación a los motivos de la renuncia a la presidencia de honor de ambas entidades y dado que en la Juntas Directivas de estas organizaciones se practica también política, aunque sea política con minúscula, les recuerdo algunas frases célebre de políticos.

Giulio Andreotti decía que en política hay amigos íntimos, amigos, enemigos, enemigos acérrimos y compañeros de partido.

Unos años más tarde, el primer canciller alemán, Konrad Adenauer, vino a expresar lo mismo: los enemigos a secas, los enemigos mortales y los compañeros de partido”.

Giulio Andreotti, primer ministro italiano, con su habitual cinismo hizo una particular clasificación de los humanos: “En la vida hay amigos, conocidos, adversarios, enemigos y compañeros de partido”.

Yo, en el caso de Rafael Más y teniendo en cuenta sus motivos para la renuncia, añadiría a cualquiera de estas categorizaciones otra más: “ex-compañeros de Junta”