Por Rafael Mas Pascual
Creo
que deberíamos reflexionar todos y exponer ideas para que nuestra profesión despierte.
Y podamos trabajar en aquello que nos gusta, formar buenos conductores/as, pero
es vital que al final de mes tengamos, también, una recompensa económica.
Haciendo
un poco de historia podemos recordar que al aumentar el IVA el 3% en el año
2012, (del 18% al 21%) ya hicimos la
primera insensatez, absorviendo el 3% con cargo a nuestras empresas.
A
partir de aquí todo nos ha ido en contra. Primero, manteniendo las mismas
tarifas, año tras año, incluso aplicando tarifas inferiores a años anteriores.
No
se trata de unificar precios. Cada cual es libre de aplicar las tarifas que
considere más competitivas, pero lodos somos también libres de aplicar nuestras
propias ofertas, que pueden o no ser iguales que las de la competencia e
incluso más económicas.
Los
precios “low cost” nos llevan a la
miseria y al cierre. En consecuencia, en el 2018 deberíamos aplicar un aumento
razonable, equivalente a la suma del IPC de los últimos años (10% ?, según los casos).
Si
algún economista hiciera un estudio sobre la rentabilidad de nuestras empresas,
simplemente diría, ¿cómo es posible que aún subsistan?
Si
bien un problema importante para la Profesión es la falta de examinadores, el
problema número uno que tenemos es la aplicación de unas tarifas
incomprensiblemente deficitarias. Y este sólo depende de la Profesión.
Y
para que esta cuestión se pueda solucionar debemos exigir y comprometernos para
que los futuros conductores/as asistan obligatoriamente a un mínimo de clases
teóricas para que aprendan y comprendan lo que significa haberse preparado para
ser un conductor/a responsable y seguro.
De
esta manera, si una vez educados no cumplen con lo que habrán aprendido, entonces
será el momento para Reeducarlos.
Comentario del autor del blog
Gran parte de los
lectores de este blog ya conocen que Rafael Mas fue presidente de la Federación
de Autoescuelas de Barcelona (FAB) (1984-2000) y cofundador y presidente de la
Federació d’Autoescoles de Catalunya (FAC)
durante el mismo periodo de tiempo.
También fue cofundador
de CNAE, y vicepresidente de la misma durante varios años. Cuando dejó todo los
susodichos cargos le nombraron, con la aprobación unánime de sendas Asambleas, presidente de honor de FAC (Federacion d’Autoescoles de
Catalunya) y de CNAE (Confederacion Nacional de Autoescuelas). Cargos honoríficos
a los que renunció por motivos que él mismo explicó en aquel artículo suyo que
publicamos en febrero de 2016 con el título, “De mi paso por la FAB”.
Con relación
a los motivos de la renuncia a la presidencia de honor de ambas entidades y dado
que en la Juntas Directivas de estas organizaciones se practica también política,
aunque sea política con minúscula, les recuerdo algunas frases célebre de
políticos.
Giulio
Andreotti decía que en política hay amigos íntimos, amigos, enemigos, enemigos
acérrimos y compañeros de partido.
Unos años más tarde, el
primer canciller alemán, Konrad Adenauer, vino a expresar lo mismo: los
enemigos a secas, los enemigos mortales y los compañeros de partido”.
Giulio Andreotti, primer
ministro italiano, con su habitual cinismo hizo una particular clasificación de
los humanos: “En la vida hay amigos, conocidos, adversarios, enemigos y
compañeros de partido”.
Yo, en el caso de Rafael
Más y teniendo en cuenta sus motivos para la renuncia, añadiría a cualquiera de
estas categorizaciones otra más: “ex-compañeros de Junta”