De todos es conocido que
España tiene un parque automovilístico muy envejecido. Dos de cada tres
automóviles españoles representan un peligro para la seguridad vial por su
antigüedad.
La
edad media de los automóviles españoles sigue “increscendo” y, año tras año,
esta cifra llega a ser un peligro para la seguridad vial. El pasado año, los
coches ya rozaban los 14 años de antigüedad;
antigüedad que además de traer consigo numerosas averías por los desgastes propios
del uso, también hace que aumenten los índices de siniestralidad.
La DGT no se cansa de alertar del peligro de
conducir un coche viejo y en mal
estado. El riesgo de morir en accidente se duplica si el coche tiene más de 15
años.
Hay estudios que indican que viajar en un coche que tenga
más de quince años de antigüedad implica el doble del riesgo de morir en caso
de que se produzca un accidente de tráfico.
Según la DGT, a 70
km/h, la distancia de frenado de un coche antiguo con las ruedas desgastadas es
hasta un 53% superior a la del mismo coche con los neumáticos en buen estado.
Además, los accidentes de los coches antiguos tienen un 23% más de incidencias relativa a los
neumáticos y un 68% respecto a los frenos.
Por motivos de del paro, de las crisis económicas, de la falta de
trabajo, de salarios bajos, de la pérdida de poder adquisitivo
que afectan a muchas personas, el parque de vehículos no se renueva y ha
envejecido considerablemente. Somos uno de los países de Europa con el parque
más antiguo. Sin embargo la DGT, en sus estudios sobre seguridad val, elimina
aquellos vehículos de más de 25 años ─ que representan más del 80 % del parque móvil ─para obtener una cifra más próxima a los que
realmente circulan por las carreteras. Así y todo, la antigüedad media de los turismos en el 2020 fue de 11,2 años frente a los
9,3 años de 2011.
En nuestras carreteras hay más de
12.000 turismos de antes de 1960 y, al menos, 125 tienen más de un siglo.
En España, parece ser que hay
unos 640.000 coches circulando "en pésimas condiciones”. ¿Es el tuyo uno de esos?