miércoles, 22 de agosto de 2018

¿CÓMO CONCIENCIAR A LOS CONDUCTORES? RESPUESTA DECEPCIONANTE


Lunes, 20 de agosto de 2018, día caluroso y yo acabo de llevarme una decepción más. Ha sido leyendo una entrevista publicada en  “Última Hora”, un diario mallorquín.

El entrevistado es, según el periódico, director y experto en seguridad vial con más de 30 años de experiencia en la enseñanza de la conducción. Expresidente de las autoescuelas de Baleares y actualmente colaborador de varios programas de radio y televisión de ámbito nacional y autonómico.

Me ha desilusionado, en particular,  la respuesta que ha dado este  expresidente de las autoescuelas de Baleares a una de las preguntas de su entrevistador:

       —Velocidad, alcohol y drogas al volante. ¿Qué podemos hacer para concienciar a los conductores?
       —Una buena solución pasa por concienciar a los políticos de las diferentes administraciones que deben aumentar el presupuesto de las campañas de concienciación en medios de comunicación y dotar de más elementos materiales a las diferentes policías locales de la mayoría de los ayuntamientos de las Islas. Hay que aumentar los controles de radar, controles de alcoholemias -drogas, cámaras de vigilancia en las vías públicas etc.


Ni una sola referencia, ni alusión alguna al papel que puede jugar la autoescuela para concienciar al conductor desde la formación y educación. Este señor, que ha sido formador (no sé si lo sigue siendo) y representante de buen número de autoescuelas, ni se ha acordado del papel que pueden jugara estos centros a la hora de concienciar a los aspirantes a conductores en lo relacionado a los factores de riesgo y las medidas preventivas. Da que pensar sobre algunos representantes de este sector.


Concienciar no es precisamente establecer más controles y más vigilancia. Que son necesarios nadie lo niega. Pero si el conductor tuviera conciencia de esos factores de riesgo y los asumiera, seguro que esas propuestas estarían de más y sobrarían.

Parece, señor director y asesor de seguridad,  que el verbo concienciar  lo conjugamos de manera diferente usted y yo.

“Concienciar”, como usted muy bien sabe, es hacer que alguien sea consciente de algo. Es adquirir conciencia de algo. Y, por otra parte, conciencia es conocimiento claro y reflexivo de la realidad circundante. Al menos eso es lo que dice el DRAE.

El conductor sabe lo que ha de hacer, sabe cómo hacerlo, pero por los motivos que fueren no quiere hacerlo y no lo hace. Por eso se salta un stop, excede de la velocidad establecida, ingiera alcohol u otro tipo de droga, y a continuación conduce, habla por el móvil mientras coge el volante, etc, etc.

¿Por qué esta conducta? Es la pregunta que nos debiéramos hacer. A mi modesto entender porque no tiene conciencia del riesgo físico a que se expone él y al que expone a los demás. Hacérselo ver y convencerlo de que no lo haga, de que son conductas peligrosas en las que pueden perder la vida, la suya y la de sus semejantes, sería concienciar, sería educar, sería formar. Al menos, asi me lo parece a mi, que también tengo una larga experiencia en la enseñanza de la conducción. Casi 40 años de mi vida he dedicado a esta actividad.

“Clavarle” una multa al infractor porque lo ha cazado el radar, seguro que es necesario, pero no es concienciar. Será otra cosa. ¿Podríamos llamarle represaliar?

Y puede creerme si le digo, señor Antoni, que no estoy  en contra del radar, ni de las multas, ni de la retirada de puntos, etc. Más bien lo considero necesario, pero no como primeras medidas. Todo lo que no sea formar y educar no tiene efectividad a medio y largo plazo. Ya ve como en pocos años se va perdiendo el miedo al permiso por puntos y los accidentes van repuntando en los últimos años.

En cuanto a las campañas de concienciación en los medios de comunicación, ya las hay. Y algunas son bastante interesantes. ¿Pero son efectivas en sus mensajes?




Recuerdo en estos momentos una cuyo mensaje iba dirigido a los padres para  que enseñaran a los hijos comportamientos viales, como  cruzar seguro por una calle, por ejemplo. Se partía de la premisa que  el padre o la madre son el mejor ejemplo para los hijos. Pero es más que difícil que un niño, cuando va solo, espere para cruzar la calle a que el semáforo se ponga en verde para los peatones, si su padre o su madre el domingo por la mañana, lo lleva  cogida de una mano, cruza por mitad de la calle, lejos del paso de peatones, mientras teclea con la otra mano la pantalla de su móvil. ¿Creen que este niño adquirirá conductas viales seguras?


 Afortunadamente, hay padres y madres que están concienciados y lo hacen bien.

El comentario sobre la respuesta a la pregunta de quién  conduce mejor, el hombre o la mujer, lo dejamos para otra ocasión.