jueves, 6 de diciembre de 2018

ESTE CONFLITO ME HUELE A CUERNO QUEMADO


La Central Sindical Independiente y de Funcionarios ha explicado que la partida que prevé el pago, motivo de la próxima huelga, ha de ejecutarse antes de que concluya el año para que surta efecto. No obstante, todavía no lo ha aprobado la Comisión Ejecutiva Interministerial de Retribuciones por lo que el colectivo de examinadores iniciará otra huelga dentro de tres días si nadie lo remedia, cosa harto difícil cuando media España está de puente y la otra media, cabreada por no estarlo. 


El colectivo examinador se pregunta en un comunicado de prensa de hace pocos días, ¿qué hay que hacer para que el incremento retributivo del complemento específico aprobado por Ley, se vea reflejado en sus nóminas?


En este mismo comunicado conminan al Director General de Tráfico, al Director General de Costes de Personal, a la Sra. Secretaria de Estado de Presupuestos y Gastos, en los siguientes términos si quieren evitar la huelga: ¡EJECUTEN YA, LO APROBADO EN LOS PRESUPUESTOS GENEALES DEL ESTADO, POR SER DE JUSTICIA!

Si todo está aprobado, si todos, menos el PP, ha están de acuerdo, si todos creen que es de justicia,  ¿por qué no les han pagado a los examinadores su merecido y aprobado incremento retributivo?

No creo que sea un asunto económico, habida cuenta de que son cerca de 800  examinadores con un  complemento salarial de 250 euros al mes.

La tasa que cobra la DGT por cada dos convocatorias creo que es de 92,90 euros. La productividad de estos funcionarios, podríamos decir, que es excelente. O sea que este no es un servicio gratuito, sino un servicio muy rentable a las arcas del Estado.

Este servicio no es como la seguridad ciudadana en los partidos de futbol, por poner un ejemplo. ¿Cuánto va a costar de nuestros impuestos el que vengan a jugar a Madrid la final de la Copa Libertadores?

Son eventos que generan claros beneficios económicos a entes privados, los clubes o la liga, pero que requieren recursos públicos extraordinarios. Según datos ofrecidos por un sindicato de la policía, la seguridad global de toda una temporada de liga se eleva a los 10 millones de euros.

Y después racanean con el complemento salarial de los examinadores sin importarles el perjuicio que se les ocasiona a las autoescuelas y a los ciudadanos.

Quizá por los años que tengo, quizá por mi desconfianza en muchos de los políticos actuales, quizá por ambas cosas, a mí que este conflicto me huele a cuerno quemado por parte de la DGT. Y su tufillo huele cada vez más a externalización, palabra de moda que se extiende por todas partes igual que una nube de residuos tóxicos. Sí, a externalización del servicio público de exámenes, a eso me huele.

 ¡Acuérdense…!