jueves, 12 de marzo de 2015

¿SERÁN NECESARIAS LAS AUTOESCUELAS EN LA ÚLTIMA DÉCADA DEL SIGLO XXI?

Los coches sin conductor  y los coches eléctricos 

En los últimos años, a todos no han llegados noticias relacionadas con el automóvil sin conductor.  
Los medios de comunicación nos cuentan que compañías como Apple, Google y otras más cercanas al automóvil como Volvo, BMW, Nissan y  Mercedes-Benz están inmersas en proyectos secretos  para construir el automóvil del futuro cuya virtud más destacable  es la de no necesitar conductor. 

A partir de aquí cualquier persona, ni pesimista ni optimista, sino realista,  se preguntaría: ¿Cuándo tiempo falta para que las calles, las carreteras y las autopistas se llenen de estos coches? ¿Serán necesarias, entonces,  las autoescuelas? ¿Habrá un permiso de conducir como el actual o será distinto?

De hecho, vehículos que circulan sin conductor  existen desde hace algún  tiempo. Circulan sobre raíles sin posibilidad de salirse  de la vía. No se desplazan a derecha ni a izquierda, ni cambian de dirección porque su dirección está predetermina por la vía una vez que se ha elegido el sentido. Sin embargo no hay muchos kilómetros de raíles por donde circulan trenes autodirigidos. Hoy se encuentran líneas automáticas en más de 30 ciudades, entre ellas Vancuver, París, Singapur y Copenhague.  Más próximas a nosotros están las líneas 9 y 10  del metro de Barcelona y la de la  terminal T4 del Aeropuerto Adolfo Suárez en Madrid. Sin embargo, aquellos sistemas en los que, por decirlo de alguna manera,  el conductor automático está al alcance de la técnica, no están muy extendidos.

Por otro lado, hace muchos años que los aviones disponen de “pilotos automáticos” que los llevan de un punto a otro sin que intervenga el piloto profesional; basta con introducir una ruta en el sistema para que el avión la sigue con exactitud sin necesidad de intervención humana. Pero en el despegue y el aterrizaje, maniobras complicadas, es el piloto profesional el que se responsabiliza de los mandos.

En los medios de transporte en los que seguir una ruta,  en la que no hay otros vehículos próximos circulando, ni adelantamientos, ni ciclistas, ni peatones,  es relativamente fácil la conducción automática y sin embargo  vemos que no acaban de imponerse en todas sus fases.

Viajar en un vehículo en el que no hay un conductor, todavía, nos impresiona, al menos a mí. Casi con seguridad que su desplazamiento guiado por sensores, radares, “gps”  y toda clase de tecnología que se aplique será más seguro que cualquier otro  desplazamiento que dependa de un ser humano propenso como tal a cansancio, distracciones, temeridades, alcoholemia, “piques”, etc,. Pero el desplazamiento de un vehículo por calles, carreteras o autopistas no es, ni de cerca, semejante al de un vehículo que circula sobre raíles o al de un avión.

El Gobierno de las isla Británicas ya ha dado luz verde para que se lleven a cabo en su territorio las pruebas de los primeros coches sin conductor. Parece estar decidido a liderar la movilidad con este tipo de automóviles.

El “Lutz Pathfinder”  que es como han bautizado a este prototipo es un  vehículo eléctrico con capacidad para dos personas; alcanza una velocidad máxima de 15 mph (unos 24 km/h) y cuenta con una autonomía de 40 kilómetros. Utiliza tecnología proporcionada por la Universidad de Mobile Robotics Group de Oxford. El “Lutz Pathfinder”,  circula orientado por cámaras, radares y sensores; además de autodirigirse, ofrece también la posibilidad  de que un conductor pueda tomar el control del vehículo en el caso de que sea necesario, o en el caso de que prefiera conducirlo.


Parece ser que a los ingleses, de momento, este automóvil futurista no les convence del todo. Al menos así se desprende de una encuesta de opinión: el 48% de los británicos no viajaría en un automóvil sin conductor bajo ninguna circunstancia; el sondeo muestra también que un 43% no confiaría en este tipo de vehículos para viajar con seguridad; un 35% teme un aumento considerable en los costes  del seguro.




Hay quien afirma que, hoy por hoy, no hay  companía de seguros decidida a asegurar un coche sin  conductor que circule en el tráfico convencional de una vía pública.

Uno, en su ingenuidad y en su ignorancia, se pregunta: ¿estamos ante un debate parecido al de coches eléctricos o de gasolina?  Este debate que se inicia a finales del XIX sigue estando sobre la mesa en la primera década del siglo XXI. Las siguientes líneas se publicaron en el año 1896:

También, según leo en la prensa inglesa se van introduciendo   los coches automóviles en Londres. Se ha fundado allí una industria  que acaba de poner en explotación en las calle de la capital, un millar de coches automóviles destinados  a reemplazar a otros tantos de punto. Estos coches se accionan por electricidad se añade que a fines del presente año se aumentará este número hasta 3.000. (El GUADALETE)

Los lectores de “EL PORVENIR SEGOVIANO”, en Abril  de 1899, veían publicada la siguiente noticia:

El miércoles último recibimos la agradable del conocido industrial vallisoletano D. Fabriciano García, quien hizo el viaje a esta población en un “ triciclo” automóvil sistema Didión Boutoy con una velocidad media de 28 kilómetros por hora. El aparato es de una admirable solidez movido por electricidad y susceptible de arrastrar un carruaje de cuatro asientos (…). 

Han transcurrido 119 años de la primera noticia y qué me dicen del numero de coches eléctricos que circulan por carreteras y autopistas. ¿Ocurrirá  lo mismo con los coches sin conductor?

Por cierto, esto del coche sin conductor no es de ayer, ni del año pasado. Aunque nos cueste creerlo, hace 87 años que un automóvil circuló sin  “chau-ffeur” por las calles de Berlín en compañía de algún curioso ciclista que no acababa de creérselo. El acontecimiento apareció publicado en el semanario madrileño “La Esfera” en el año 1928.  La noticia se publicó con el título de “El automóvil sin chauffeur”  y apareció acompañada de la siguiente imagen  y decía:

He aquí la más reciente y maravillosa aplicación de las ondas hertzianas, esas hadas de la Electricidad que tantos prodigios vienen llevando a cabo. Es el automóvil sin conductor, guiado desde una estación emisora  de ondas a través de las calles de Berlín. Verificáronse los primeros ensayos  de este admirable intento hace pocos días, constituyendo la aparición y evolución del primer vehículo mecánico automotor un ruidoso éxito. Como podrá verse en la fotografía que acompaña, el aparato receptor que guía y hace maniobrar al coche como lo realizaría el más experto “chauffeur”, va instalado en la parte posterior del auto.



El peligro que se les avecina a las autoescuelas en este siglo XXI  no creo que les llegue del futurista automóvil sin conductor dado que una implantación generalizada del mismo es enormemente complicada y, por otra parte, en el susodicho automóvil siempre viajará una persona responsable del mismo con los conocimientos suficientes para actuar en caso de necesidad por fallo del sistema o del propio vehículo.

¿Quién enseñará a estos conductores futuristas? Nuestra respuesta es: las autoescuelas futuristas.