Los coches sin conductor y los coches eléctricos
En
los últimos años, a todos no han llegados noticias relacionadas con el automóvil
sin conductor.
Los
medios de comunicación nos cuentan que compañías como Apple, Google y otras más
cercanas al automóvil como Volvo, BMW, Nissan y Mercedes-Benz están inmersas en proyectos
secretos para construir el automóvil del
futuro cuya virtud más destacable es la
de no necesitar conductor.
A partir de aquí cualquier persona, ni pesimista ni
optimista, sino realista, se preguntaría:
¿Cuándo tiempo falta para que las calles, las carreteras y las autopistas se
llenen de estos coches? ¿Serán necesarias, entonces, las autoescuelas? ¿Habrá un permiso de
conducir como el actual o será distinto?
De hecho, vehículos que circulan sin
conductor existen desde hace algún tiempo. Circulan sobre raíles sin posibilidad
de salirse de la vía. No se desplazan a
derecha ni a izquierda, ni cambian de dirección porque su dirección está predetermina
por la vía una vez que se ha elegido el sentido. Sin embargo no hay muchos
kilómetros de raíles por donde circulan trenes autodirigidos. Hoy se encuentran
líneas automáticas en más de 30 ciudades, entre ellas Vancuver, París, Singapur
y Copenhague. Más próximas a nosotros
están las líneas 9 y 10 del metro de
Barcelona y la de la terminal T4 del Aeropuerto
Adolfo Suárez en Madrid. Sin embargo, aquellos sistemas en los que, por decirlo
de alguna manera, el conductor
automático está al alcance de la técnica, no están muy extendidos.
Por
otro lado, hace muchos años que los aviones disponen de “pilotos automáticos” que los
llevan de un punto a otro sin que intervenga el piloto profesional; basta con
introducir una ruta en el sistema para que el avión la sigue con exactitud sin
necesidad de intervención humana. Pero en el despegue y el aterrizaje,
maniobras complicadas, es el piloto profesional el que se responsabiliza de los
mandos.
En
los medios de transporte en los que seguir una ruta, en la que no hay otros vehículos próximos circulando,
ni adelantamientos, ni ciclistas, ni peatones,
es relativamente fácil la conducción automática y sin embargo vemos que no acaban de imponerse en todas sus
fases.
Viajar
en un vehículo en el que no hay un conductor, todavía, nos impresiona, al menos
a mí. Casi con seguridad que su desplazamiento guiado por sensores, radares,
“gps” y toda clase de tecnología que se
aplique será más seguro que cualquier otro
desplazamiento que dependa de un ser humano propenso como tal a
cansancio, distracciones, temeridades, alcoholemia, “piques”, etc,. Pero el
desplazamiento de un vehículo por calles, carreteras o autopistas no es, ni de
cerca, semejante al de un vehículo que circula sobre raíles o al de un avión.
El
Gobierno de las isla Británicas ya ha dado luz verde para que se lleven a cabo
en su territorio las pruebas de los primeros coches sin conductor. Parece estar
decidido a liderar la movilidad con este tipo de automóviles.
El
“Lutz Pathfinder” que es como han
bautizado a este prototipo es un vehículo
eléctrico con capacidad para dos personas;
alcanza una velocidad máxima de 15 mph (unos 24 km/h) y cuenta con una
autonomía de 40 kilómetros. Utiliza tecnología proporcionada por la Universidad
de Mobile Robotics Group de Oxford. El “Lutz Pathfinder”, circula orientado por cámaras, radares y
sensores; además de autodirigirse, ofrece también la posibilidad de que un conductor pueda tomar el control
del vehículo en el caso de que sea necesario, o en el caso de que prefiera
conducirlo.
Parece
ser que a los ingleses, de momento, este automóvil futurista no les convence
del todo. Al menos así se desprende de una encuesta de opinión: el 48% de los
británicos no viajaría en un automóvil sin conductor bajo ninguna
circunstancia; el sondeo muestra también que un 43% no confiaría en este tipo
de vehículos para viajar con seguridad; un 35% teme un aumento considerable en
los costes del seguro.
Hay
quien afirma que, hoy por hoy, no hay companía
de seguros decidida a asegurar un coche sin conductor que circule en el tráfico
convencional de una vía pública.
Uno,
en su ingenuidad y en su ignorancia, se pregunta: ¿estamos ante un debate
parecido al de coches eléctricos o de gasolina?
Este debate que se inicia a finales del XIX sigue estando sobre la mesa
en la primera década del siglo XXI. Las siguientes líneas se publicaron en el
año 1896:
También, según leo
en la prensa inglesa se van introduciendo los
coches automóviles en Londres. Se ha fundado allí una industria que acaba de poner en explotación en las
calle de la capital, un millar de coches automóviles destinados a reemplazar a otros tantos de punto. Estos
coches se accionan por electricidad se añade que a fines del presente año se aumentará
este número hasta 3.000. (El GUADALETE)
Los
lectores de “EL PORVENIR SEGOVIANO”, en Abril
de 1899, veían publicada la siguiente noticia:
El
miércoles último recibimos la agradable del conocido industrial vallisoletano
D. Fabriciano García, quien hizo el viaje a esta población en un “ triciclo”
automóvil sistema Didión Boutoy con una velocidad media de 28 kilómetros por
hora. El aparato es de una admirable solidez movido por electricidad y
susceptible de arrastrar un carruaje de cuatro asientos (…).
Han
transcurrido 119 años de la primera noticia y qué me dicen del numero de coches
eléctricos que circulan por carreteras y autopistas. ¿Ocurrirá lo mismo con los coches sin conductor?
Por
cierto, esto del coche sin conductor no es de ayer, ni del año pasado. Aunque
nos cueste creerlo, hace 87 años que un automóvil circuló sin “chau-ffeur” por las calles de Berlín en
compañía de algún curioso ciclista que no acababa de creérselo. El
acontecimiento apareció publicado en el semanario madrileño “La Esfera” en el
año 1928. La
noticia se publicó con el título de “El automóvil sin chauffeur” y apareció acompañada de la siguiente
imagen y decía:
He aquí la más reciente y maravillosa aplicación
de las ondas hertzianas, esas hadas de la Electricidad que tantos prodigios
vienen llevando a cabo. Es el automóvil sin conductor, guiado desde una
estación emisora de ondas a través de
las calles de Berlín. Verificáronse los primeros ensayos de este admirable intento hace pocos días,
constituyendo la aparición y evolución del primer vehículo mecánico automotor
un ruidoso éxito. Como podrá verse en la fotografía que acompaña, el aparato
receptor que guía y hace maniobrar al coche como lo realizaría el más experto
“chauffeur”, va instalado en la parte posterior del auto.
El
peligro que se les avecina a las autoescuelas en este siglo XXI no creo que les llegue del futurista
automóvil sin conductor dado que una implantación generalizada del mismo es
enormemente complicada y, por otra parte, en el susodicho automóvil siempre
viajará una persona responsable del mismo con los conocimientos suficientes
para actuar en caso de necesidad por fallo del sistema o del propio vehículo.
¿Quién
enseñará a estos conductores futuristas? Nuestra respuesta es: las
autoescuelas futuristas.