domingo, 7 de mayo de 2017

NEGROS NUBARRONES AMENAZAN EL FUTURO DE LAS AUTOESCUELAS

Aparte de los grandes nubarrones que amenazan la supervivencia de las autoescuelas a largo plazo, hay uno, muy cerca, que se cierne sobre ellas y que pone en peligro una posible e inmediata recuperación económica de las mismas.



La nube negra, oscura y densa  que acecha y pronostica una gran tormenta no es otra que la convocatoria de huelga de los examinadores para los próximos meses de junio y julio.

La Asociación de Examinadores de Tráfico (ASEXTRA) acaba de hacer pública la convocatoria de una serie de paros en los próximos meses de junio y julio

En primer lugar, realizarán una jornada de huelga el día 2 de junio y se manifestarán ante la sede de la Dirección General de Función Pública (Ministerio de Hacienda). Posteriormente, convocarán paros a partir de la última semana de junio y todo el mes de julio para todo el colectivo examinador y en todo el territorio nacional

Las dificultades que vienen padeciendo las autoescuelas con sus alumnos en relación con los atrasos en los exámenes de conducir por falta de examinadores vienen siendo denunciadas ante la Dirección General de Tráfico desde hace años con nulos resultados. Parece ser que los responsables de solucionar el problema, a nivel de ministros y directores generales, han seguido los pasos de su jefe, dejar pasar el tiempo hasta que el problema se pudra y ya no haya solución posible o la solución que se le dé no guste ni a unos (examinadores) ni a otros (autoescuelas).

Todo el mundo sabe que el examen para el permiso de conducir es un servicio que presta la Dirección General de Tráfico a cambio del pago de un tributo que llamamos tasa.

El total de tasas pagadas en 2016 ascendió a 114,4 millones de euros mientras que la plantilla de 756 examinadores le costó al Estado 23 millones de euros.

Si un funcionario examinador es tan rentable como dice CNAE, ¿cómo es posible tanta precariedad en el servicio de exámenes por culpa de una escasez de funcionarios mal justificada? ¿No se esconderán detrás de todo esto inconfesables y espurios intereses?

Soy de aquellos que creen mucho en la honradez del funcionario público de a pie y menos en los creadores de empresas “ad hoc”. Estos últimos, creo que son más oportunistas que servidores públicos. Y tenemos ejemplos donde elegir.

Espero, por el bien de mis ex-colegas, que alguien ponga remedio para que el problema se solucione a satisfacción de las partes implicadas y con el menor coste económico posible.

Mi abuelo, que era un sabio de los de antes, decía que cuando a males viejos no se les aplica soluciones nuevas solo cabe esperar nuevos males.