martes, 18 de abril de 2017

AQUELLAS AUTOESCUELAS DEL SIGLO PASADO (X-5ª)

De 1970 a 1979
(V)

La década se acercaba a su final. Estábamos en plena transición. Se vivían momentos de ilusión, y a la vez de incertidumbre. Se oteaban cambios en todos los sectores de la sociedad civil y empresarial. También en las autoescuelas.

 Por el mes de septiembre de 1978 llegan rumores,  procedentes de Madrid, al mundillo de las autoescuelas de todas las provincias. Uno de ellos decía que la Dirección General de Tráfico estaba preparando un nuevo método  para el examen teórico de conducir basado en técnicas audiovisuales. Esta nueva forma de exámenes se ensayaría primero en las provincias de Toledo, Málaga y Segovia. En los primeros meses de implantación se permitiría al alumno elegir entre el examen tradicional o el moderno. Pasó la década y hasta el siglo y nada de nada. También se decía que la Dirección General de Tráfico sacaría a subasta las pistas de examen para Barcelona, pero… todo quedó en eso, en rumores.


Para muchos, la década de oro del cine fue la de los setenta, donde surgieron películas verdaderamente clásicas y entrañables: El Padrino II (1974), Tiburón (1975), Rocky (1976), Taxi Driver (1976) Fiebre del Sábado por la noche (1977), La guerra de las Galaxias IV (1977), Supermán (1978), Grease (1978), Kremer vs Kramer (1979), etc., etc.

También se proyectaban otras de menor calidad y que pasaron por las pantallas sin dejar demasiada huella. Entre estas se proyectaba, allá por los finales de los setenta, una cuya titulo era: “Confesions of a  Driving Instructor” que nosotros titularíamos como “Confesiones de un profesor se Autoescuela”. Es una comedia ambientada en el mundo de las autoescuelas británicas. Aunque el joven Timmy que trabaja en la autoescuela de su cuñado quiere sinceramente enseñar a conducir encuentra que sus jóvenes alumnas están más interesadas en mantener su mirada en su profesor que en la carretera. La película pasó por las carteleras del país sin pena ni gloria.


Lo que sí merecía la pena ver era aquella serie de Paco Costas titulada “La segunda oportunidad”. Era un miniespacio de 8 minutos con la pretensión de concienciar a los conductores, y a la sociedad en general,  de la importancia de una buena formación vial. Su lema era: El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Se representaba un accidente y posteriormente se explicaba la manera de actuar correctamente para evitarlo. Su visionado hubiera debido ser de obligado cumplimiento en todas las autoescuelas. Era un excelente material pedagógico. Yo,  de hecho — profesor por aquellos años, grababa los capítulos y los visionaba con mis alumnos en las clases de teórica. Comentaba con ellos aquellas impactantes imágenes. No se imaginan cuan enriquecedoras eran, pedagógicamente, aquellas clases. Creo que casi todos los comentarios y sugerencias que Paco Costas nos ofrecía a finales de los setenta siguen siendo validos en estos días.


Ya en las postrimerías de la década se modifica el Reglamento de Atoescuelas de 1973. Por primera y únicamente vez se clasifican las autoescuelas en tres grupos. Se hace en función de las clases de permisos para los cuales han sido autorizadas:


-  Grupo primero: a este pertenecen las que están autorizadas para impartir enseñanza de toda clase de permisos.

-  Grupo segundo: las autorizadas para los permisos de las clases A1, A2, B y C.

-  Grupo tercero: Las que imparten sólo el permiso de la clase B, aunque opcionalmente pueden impartir también los permisos de las clases A1 y A2.

Los vehículos exigidos  estaban en función del grupo en el que quedaba clasificada la autoescuela.

Introduce también alguna variación con relación al número de clases que se han de realizar en un ciclo completo de enseñanza; queda como se dispone  en el cuadro siguiente


Este reglamento se volvió a modificar por la Orden de 18 de junio de 1979. Meses antes de esta última modificación, en los últimos días de 1978, las autoescuelas tuvieron, en alguna provincia, su primera huelga de carácter laboral, pero esto lo dejaremos para una próxima entrada.

(Continuará…)