domingo, 2 de abril de 2017

AQUELLAS AUTOESCUELAS DEL SIGLO PASADO (X-4ª)

De 1970 a 1979
(IV)

Tras la muerte de Franco en 1975, y después de aquellas tres décadas consecutivas de dictadura impulsando la industria del automóvil para  poner en circulación cuantos más automóviles mejor, se hizo evidente que por las carreteras españolas ya circulaban más automóviles antiguos que nuevos.
España debía seguir avanzando, pero en la segunda mitad de la década de los sententa el carburador del motor que había de seguir propulsando la economía debía filtrar bien la mezcla del combustible  ideológico que había de hacer funcionar el futuro de nuestro país. 
Dado que aquella mezcla era altamente inflamable había que regular la con precisión para que no se incendiase. Pero los partidos políticos recién legalizados como el Partido Comunista (PCE) o el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) estaban dispuestos a pisar el acelerador a fondo y subir de revoluciones el motor hasta donde fuese menester aunque éste llegara a "griparse".

Por el contrario, otros partidos como Alianza Popular (AP) — embrión del que más tarde sería el Partido Popular (PP) —  eran más propensos a ralentizar la marcha, incluso a tirar de freno de mano de ser necesario. A medio camino de los posicionamientos de estos partidos estaba la Unión del Centro Democrático (UCD). Su presidente Adolfo Suarez estaba dispuesto a subir cualquier pendiente que se le presentara.

Todos sabían que un exceso de aire entrando al carburador de las instituciones podría dar como resultado una mezcla pobre y en consecuencia el motor de aquella incipiente y esperada democracia podría calentarse en exceso y no rendir como debiera. Por ello todos se pusieron a la faena y, responsablemente, condujeron a punta de gas, sin dar volantazos bruscos ni a derecha ni izquierda hasta llegar a la Constitución de 1978.


Las autoescuelas de esta parte final de la década seguían trabajando ajenas a los vaivenes de la política, aunque pronto se verían zarandeadas por diversos acontecimientos.


En 1977 hubo un aumento notable de autorizaciones de apertura; de 321 se pasó a 660, aunque al año siguiente se redujeron a 560. Y aún se redujeron más  en el último año de la década, hasta 439.

La oferta de apertura de autoescuelas iba paralela a la demanda de este servicio por parte de la sociedad, y el aumento de estos centros venía generando una demanda de profesores titulados. En la prensa aparecían anuncios que ilusionaban a más de uno para iniciarse en la profesión.

Para la formación de nuevos profesores el grupo sindical de autoescuelas había instalado un centro nacional en Madrid. La idea era crear otro en Barcelona que pronto se hizo realidad.


Los responsables de la Asociación de Autoescuelas de Barcelona vieron como el proyecto de crear un Centro de Profesores y Directores, que desde hacia tiempo venían gestando, se hizo realidad y se inauguraba el 12 de Diciembre de 1974.


Asistieron  a dicha inauguración el Director General de Tráfico, el presidente de la Unión de Empresarios, el presidente del Sindicato General de Enseñanza, el presidente del Grupo Sindical Nacional de Autoescuelas, el Jefe Provincial de Tráfico de Barcelona y el presidente del Grupo Sindical Provincial de Autoescuelas de Barcelona  y miembros de su Junta.

Como acto previo a la ceremonia de la inauguración hubo una rueda de prensa en la que se dijo: “Faltan cinco mil profesores de autoescuelas que pueden enseñar a la gran afluencia de personas que aspiran a obtener el permiso de conducir” (..). 

Otra idea sobre la que se hizo hincapié fue la de catalogar a esta actividad como una profesión digna, muy hermosa y apropiada para los jóvenes entusiasmados por el mundo del automóvil, Se dijo también en esta rueda de prensa que: “por 35 horas semanales se cobran diez mil seiscientas pesetas siendo los trienios al 7% y percibiendo quince pagas” (…). Se ofrecieron otros datos como los siguientes: “un millón ochocientas ochenta mil personas se examinaron el pasado año (1973) para obtener el permiso de conducir. Cuatrocientas veinticinco de las dos mil setecientas autoescuelas existentes en el país están en Barcelona (..). 

Estas cifras ponían de relieve la necesidad de profesores titulados debido al escaso número de ellos y a que la demanda del permiso de conducir era muy considerable en aquellos años.

Con el objetivo de atraer a posibles interesados en el certificado de profesor, el Grupo Sindical Provincial  de Autoescuelas insertaba  anuncios en la prensa de aquellos días.


Estos centros contaban cada uno de ellos con un buen número de especialistas en las siguientes materias: pedagogía, psicología, administración de empresas, normativa de tráfico, mecánica del automóvil, etc. Materias todas tratadas con especial atención a la formación de profesores y directores de autoescuelas. 

Se impartían todos los meses del año cursos de formación para nuevos profesores. Así se cubrió el gran déficil que había de profesores titulados por aquellos años.


(Continuará…)