42 veces
cazado por el mismo radar
Heimo
Wallner es un panadero austríaco. No sé si trabaja en una panificadora
industrial o en una panadería artesanal. Pero si sé — por la prensa,
naturalmente — que ha sido “cazado” en 42 ocasiones por el mismo radar. Esto le
ha supuesto una multa de 3.000 euros. Tampoco sé si su salario mensual se
aproxima a esta cantidad, la iguala o la
rebasa, pero tanto de una manera u otra, este austriaco trabajará durante un
mes para las arcas de la Administración austriaca.
Heimo
Wallner después de pasar su jornada laboral preparando, horneando y elaborando
los acabados del pan, los pasteles y demás productos propios de una panadería regresaba
a su casa conduciendo su automóvil a eso de las 3 de la madrugada.
En ningún
momento pensó que parte del salario de aquella jornada estaba destinado a las
arcas de su Estado protector. Este, pensando en velar por la seguridad de sus
ciudadanos — hay un colegio cercano — había puesto en su camino un radar. Radar
que cada día anotaba la velocidad a la que pasaba este ciudadano, que parece
ser que cada día la superaba en 20 km/h. El límite estaba en 30 km/h. y el
pasaba a 50 km/h. según ha comentado el propio infractor.
Cada día superaba
la velocidad no porque fuera uno de esos infractores convulsivos que desprecian
cualquier norma de tráfico, sino porque, según ha manifestado, no había visto
la señal de limitación y, como es de suponer, a esas horas, de madrugada, como
es obvio, no había niños en las proximidades del colegio.
La
primera multa le llegó más de dos meses después de haber cometido la primera infracción.
El señor Wallner ya
ha pagado las 42 multas que ascendían a 3.000 euros para evitar que un
sobrecoste por recargos. Parece ser que las autoridades le han descontado 300 euros,
pero aún así, al panadero, seguro que le
han chafado las vacaciones de este verano.
Como ven,
en todos los países cuecen habas…aunque en el nuestro, creamos que lo hacen a
calderadas.