De 1970 a 1979
(Tercera parte)
¡Increíble, pero cierto!
Estamos en 1971 y los calores del verano empezaban a
declinar. Faltaba poco para el 5 de Octubre, día señalado este año para celebrar el “Dia Nacional de las
Auto-Escuelas”.
El servicio de Información Sindical,
dependiente del Sindicato de Enseñanza
hacia llegar a la prensa las consignas a tener en cuenta en toda España para la
celebración del evento.
La Jefatura Central de Tráfico — decía la
información — cursará instrucciones a las Jefaturas Provinciales de Tráfico a
fin de que el día señalado no haya exámenes y, al mismo tiempo solicitará la
asistencia a los actos de los jefes provinciales y personal correspondiente al
Servicio de conductores, al objeto de que revistan la mayor brillantez.
Si bien los actos conmemorativos de dicha
día son potestativos de cada Grupo Sindical Provincial, pudiendo organizar
cuantos más mejor para ensalzar la fiesta, se dan instrucciones a tener en
cuenta. Como mínimo la celebración debía
basarse en estos cuatro puntos:
1.- Un acto religioso. (Lo usual era
celebrar una misa y, a continuación, bendecir los vehículos de las autoescuelas
asistentes.)
2.- Un acto que encierre la revisión del
estado y decoro de los coches, así como el control de las placas “L” de los mismos, que estén declarados
en las Jefaturas Provinciales de Tráfico.
3.-Bendición, por un sacerdote, de los
coches revisados y desfile de los mismos
ante las autoridades.
4.- Clausura de los actos con una Comida
de Hermandad.
Algunas Asociaciones organizaban pruebas
de competición automovilística en versión “ginkana”, e incluso elegían su “Miss
Auto-Escuela”.
La idea de celebrar el «Día Nacional de
las Auto-Escuelas»
nació en 1970 como resultado de un acuerdo
tomado en una reunión de la Unión de Empresarios y la Unión de Técnicos y Trabajadores
de este ramo de la enseñanza que se
celebró en Madrid y en la que se decidió que esta festividad se celebraría en
todas las provincias de España a primeros
del mes de octubre de cada año.