(IV)
La conducción supervisada
Otra
modalidad más de aprendizaje para acceder al permiso de conducir de la clase
“B” es el aprendizaje con conducción supervisada. Esta es una modalidad poco
solicitada, pero posible a partir de los 18 años.
El
aprendizaje incluye una 1ª fase de formación inicial impartida por la
autoescuela. Incluye la teórica y, al menos, 20 clases prácticas de conducción en la autoescuela;
y una 2ª fase de conducción supervisada con un, podríamos llamar tuto o tutora.
La
elección de la fase de conducción supervisada se puede realizar después de la
formación inicial o después de haber suspendido la prueba práctica de circulación.
Es semejante a la conducción acompañada, pero cumplidos los 18 años de edad. Al tutor o tutora se le exige los mismos requisitos que para la conducción acompañada.
La conducción supervisada (conduite superviseé) está dirigida a quienes, o bien deseen
obtener una experiencia suplementaria al margen de las clases de la autoescuela
antes de presentarse a la prueba práctica, o bien quien habiendo suspendido una
vez el examen práctico desea adquirir más experiencia antes de volver a
presentarse de nuevo al examen.
Puede optarse por esta modalidad desde el inicio de la formación en la
escuela o tras no superar el examen práctico. El aspirante debe tener 18 años como
mínimo y obtener el consentimiento de la entidad aseguradora del vehículo a
utilizar. En este caso conduciendo un vehículo normal con el acompañante
durante tres meses y hay que realizar 1.000
Km. como mínimo. Las citas pedagógicas se reducen a dos, una al inicio, en la
que se evaluará la aptitud del aspirante para este tipo de formación, y otra durante
la conducción acompañada.
Se podría
decir que la diferencia entre conducción acompañada y supervisada estará
relacionada con la edad en la que el candidato puede completar esta formación
inicial.
La conducción
acompañada y la conducción supervisada permiten al conductor aprendiz adquirir
más experiencia y confianza en sí mismo fuera de las lecciones de la escuela de
conducción y, por lo tanto, de forma más económica. De hecho, el éxito en el examen
del permiso de conducir es mayor entre los jóvenes que han
realizado un aprendizaje temprano de la conducción o la conducción supervisada.