Escasez de examinadores… consecuencias nefastas para las autoescuelas… y
alguna incoherencia…
La plantilla de
examinadores en los años anteriores a la crisis superaba los 900. En la
actualidad, según datos oficiales, la DGT
cuenta con 756 funcionarios que desempeñan
esta labor. Según la Confederación Nacional de Autoescuelas, si se tiene en
cuenta variables como las vacaciones o las bajas laborales, la plantilla efectiva es muy inferior, no
pasa de 619 examinadores.
Esta
circunstancia trae duras y nefastas consecuencias para las autoescuelas a medio
y largo plazo: se alarga el plazo de espera para examinarse, los alumnos
interrumpen su formación — no hacen clases —, profesores y vehículos dejan de
producir, los ingresos merman, los
gastos — salarios, seguridad social, alquileres, impuestos de circulación,
seguros, etc., etc., — siguen su camino de manera invariable, impasible y ajenos a estas “menudencias”… y mientras
tanto, ¿qué?
¿Nadie se da
cuenta de que las autoescuelas circulan sin frenos por una peligrosa, yo diría
que peligrosísima pendiente, camino del abismo del que les será muy difícil
salir, por no decir imposible? ¿No hay nadie capaz de echar el freno de mano?
Siempre será menos peligroso derrapar que estrellarse frontalmente (perdonen
por el símil).
Y mientras la
plantilla de examinadores de la DGT disminuye, el censo de nuevos Profesores de
Formación Vial aumenta año tras año. ¿Alguien lo entiende?
Las autoescuelas vuelven a la carga ante la falta de
examinadores
La CNAE asegura que hay un
déficit de entre 600.000 y 900.000 exámenes al año, y pide la contratación de
300 nuevos examinadores para paliarlo. La DGT, por su parte, lo considera una
‘exageración’ y habla solo de problemas ‘puntuales’.
La situación es especialmente
grave en doce Jefaturas Provinciales de
Tráfico, que suponen el 48% de los permisos expedidos en España
(Alicante, Baleares, Barcelona,
Ciudad Real, Cuenca, Girona, La Rioja, Lleida, Madrid, Navarra, Tarragona y
Valencia), en las que llegan a acumularse retrasos para realizar el examen de
hasta un mes, además de cambios de fecha de última hora.
Los profesores de autoescuela
de Baleares denuncian, otra vez, los graves
problemas para realizar los exámenes de conducir por la falta de examinadores
en la Jefatura Provincial de Tráfico.
Dicen que “la falta de
profesores está perjudicando gravemente a personas que necesitan tener el carné
de conducir para, por ejemplo, acceder a un puesto de trabajo” o “Esto nos está
afectando porque la gente opta por no dar más clases hasta que tenga asegurado
que se va a poder examinar, lo que en definitiva está ralentizando nuestro trabajo”.
Por lo visto hay pocas
convocatorias, y quienes aprueban las oposiciones no piden plaza en Baleares.
Pero la DGT lo sigue viendo “exagerado porque este tema no es nuevo. Los medios
son los que son y que en muchas jefaturas no problemas ni demoras, sino
problemas muy puntuales que se intentan solventar. Además, la falta de
reposición de personal público no se trata de una cuestión de la DGT como tal,
sino de toda la administración”.
La Confederación Nacional de
Autoescuelas (CNAE) ha alertado de lo que podría “llevar al colapso el sistema
de Formación Vial en España con el cierre de empresas y el despido de miles de
trabajadores”.
Tal y como afirma la
Confederación, el sistema de obtención del permiso de conducir está sufriendo
retrasos que bloquean la actividad de las autoescuelas debido a que la actual
plantilla de examinadores de la DGT lleva congelada desde al menos los últimos
cinco años.
También recuerdan que el
examen de conducir es un servicio que se da al ciudadano y por el que paga una
tasa de 90 euros, de la que depende la supervivencia de unas 30.000 familias.
Así, la CNAE exige una
solución ante la falta de examinadores. “Lo hemos repetido por activa y por
pasiva: cuando vuelva la temporada alta y aumente considerablemente la demanda
de los permisos de conducir, un número importante de jefaturas sufrirá un colapso
en las pruebas de circulación”, afirman.
La actual plantilla de
examinadores de la DGT suma 756 funcionarios, según los datos de la DGT, aunque
la Confederación reduce este número a 619 al tenerse en cuenta algunas
variables, como las vacaciones y las bajas de larga duración.
La CNAE considera que son
necesarios 943 examinadores para llevar normalidad al ciclo formativo y a los
exámenes. Un dato a tener en cuenta es que cada examinador sólo puede hacer
diariamente 13 pruebas (11 en el periodo estival), lo que supone que el déficit
de exámenes se eleva a casi 600.000 anuales, según el mínimo necesario (213) y
a 900.000 si se contabiliza la carencia de 324 examinadores.