martes, 27 de septiembre de 2016

DGT CONVOCA EL GRUPO DE TRABAJO TÉCNICO DE EXÁMENES


DGT convoca el grupo de trabajo técnico de exámenes para el próximo 6 de octubre.

El próximo día 6 de octubre, la Subdirección General Adjunta de Conocimiento Vial ha convocado un grupo de trabajo técnico formado por funcionarios de la Dirección General de Tráfico con experiencia en el área de exámenes.

Por primeva vez y consideramos que es un avance importantísimo, se convoca, además de los sindicatos, a la Asociación de Examinadores de Tráfico (ASEXTRA), que recordemos, aglutina a más del 80% de examinadores de este país y que sin duda puede aportar, como nadie, su experiencia y conocimientos técnicos en los objetivos que va a perseguir este grupo de trabajo técnico. (Anteriormente ASEXTRA estaba presente por invitación expresa del sindicato CSIF).

La intención es que en este grupo de trabajo se trate el diseño y desarrollo de los mecanismos y líneas de actuación que permitan detectar las carencias y mejoras necesarias en aras a garantizar la unificación de los criterios de calificación, ampliar y mejorar la formación de los examinadores, lograr un desarrollo profesional permanente y, en consecuencia, ofrecer a la sociedad un examen de calidad en beneficio de unas mayores cotas de seguridad vial.
En este grupo técnico estarán el secretario general de la DGT o persona en que delegue, la subdirectora general de Políticas Viales, otro personal adscrito a la Subdirección de Conocimiento Vial, cinco jefes provinciales de tráfico, un representante de cada una de las centrales sindicales que forman la Mesa Delegada de RRHH: CSIF, UGT, CCOO, ELA y CIG, además de como se ha dicho,  la Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra), en cuya representación acudirá su presidente, Joaquín Jiménez Murillo.

También asistirán dos o tres profesionales de la La Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR).

En cuanto tengamos el orden del día de la citada reunión, donde se relacionen los temas concretos a tratar, ASEXTRA solicitará a los examinadores que hagan sus aportaciones con el fin de trasladarlas a este grupo de trabajo técnico.

Publicado por Asextra España.


jueves, 22 de septiembre de 2016

ANÁLISIS DEL ESTADO DE LOS VEHÍCULOS. IN-FORME 2016 DE LA FUNDACIÓN MAPFRE

A ningún conductor responsable escapa que el estado de mantenimiento y conservación de su vehículo es un requisito muy importante y necesario para aumentar su seguridad y la del resto de  ocupantes, tanto en el momento de evitar un siniestro como para reducir la lesividad de éste en el caso de producirse.

Es también fundamental para los responsables del tráfico conocer el estado técnico de los vehículos, de manera que en caso de necesidad sea posible llevar a cabo las medidas correctoras posibles.


Con la finalidad de concienciar sobre la importancia para la seguridad vial del  mantenimiento del automóvil y con la idea de detectar posibles fallos que afecten de una manera directa a la seguridad de los ocupantes de los vehículos, MAPFRE puso en marcha en el año 2013 la campaña “Cuidamos tu auto”.

  
La Fundación MAPFRE ha analizado los datos correspondientes a 76.839 inspecciones de vehículos realizadas entre el año 2013 y 2016 en toda España. Las diagnosis se han realizado gratuitamente en unidades móviles gestionadas por MAPFRE  que han recorrido los cuatro puntos cardinales de España. Se han evaluado un total de 62 aspectos del vehículo, desde sus elementos más básicos de seguridad al acondicionamiento o estado interior y exterior.


Del total de turismos analizados, el 39,9% no presentaba defecto alguno. Entre los de gasolina, la proporción de vehículos sin defectos disminuye hasta el 35,5% mientras que en los diesel la proporción es mayor, 41,6%.

Aunque sea una obviedad, se puede destacar que tanto la antigüedad del vehículo como los kilómetros recorridos son dos características que influyen significativamente en el número de defectos observados por los técnicos.

Como es de suponer, la antigüedad y el uso originan en los vehículos desgastes y envejecimiento en sus elementos mecánicos, electrónicos y estructurales, por lo que, a más antigüedad y número de kilómetros se deben realizar más reparaciones y operaciones de mantenimiento. Alguna de éstas, como la sustitución de los neumáticos, de los amortiguadores, o el cambio del líquido de frenos, por citar algún ejemplo, además de alargar de manera importante la vida útil del vehículo, influye de manera directa en la seguridad de sus ocupantes.


Según la Dirección General de Tráfico, la antigüedad es un factor de riesgo debido a que tanto la tasa de fallecidos como la de heridos graves muestran una correlación positiva con ella. Los turismos y furgonetas con una antigüedad media tienen más accidentes que aquellos otros que están por debajo de esa antigüedad. La ausencia o deficiencia en el mantenimiento de un vehículo también está asociada al riesgo de sufrir un accidente

De datos obtenidos del anuario de la DGT, se infiere que el riesgo de fallecer, en caso de siniestro, se duplica para los ocupantes de vehículos con una antigüedad comprendida entre diez y catorce años, respecto a los vehículos de menos de cuatro años. Éstos, por lo general disponen de mayor número y más avanzados sistemas de seguridad, que ayudan tanto a prevenir que no se produzcan los accidentes como a mitigar las consecuencias de estos sobre las personas.

En las revisiones llevadas a cabo, los elementos  inspeccionados se han agrupado según los distintos sistemas o funciones del vehículo:


1. Sistema de iluminación 
- Luces de posición                  
• Antinieblas
• Luces de cruce                   
• Catadióptricos
• Luces de carretera              
• Luz de matrícula
• Estado de los proyectores   
• Estado de las tulipas
• Reglaje de los faros            
• Luces del remolque
• Intermitentes

2. Ruedas y neumáticos
• Desgaste     
• Tapones de las válvulas
• Presión        
• Llantas

3. Acondicionamiento exterior
• Lunas y cristales         
• Retrovisores
• Limpiaparabrisas         
• Paragolpes
• Lavaparabrisas           
• Deformaciones
• Cerraduras de las puertas

4. Acondicionamiento interior (turismos)
• Cinturones          
• Sillas infantiles
• Asientos              
• Chalecos y triángulos
• Reposacabezas

5. Sistemas electrónicos y de seguridad activa
• Testigos del cuadro             
• ABS
• Diagnosis electrónica          
• ASR y ESP
• Airbags
  
6. Vano motor
• Gestión del motor                      
• Correas
• Nivel de aceite                           
• Manguitos
• Nivel de refrigerante                  
• Fugas
• Nivel de líquido de la dirección
   Asistida                                     
• Estado de la carga
• Carga del alternador

7. Elementos mecánicos
• Holgura en el volante
• Eficacia de la suspensión trasera
• Eficacia de la suspensión delantera

8. Frenos
• Freno de estacionamiento
• Nivel del líquido de frenos
• Desgaste de los discos
• Calidad del líquido de frenos
• Latiguillos de freno      
• Maneta o pedal de freno

Los más susceptibles de presentar problemas son el sistema de iluminación, ruedas y neumáticos y el vano motor. En el otro extremo se encuentran el acondicionamiento interior y los sistemas electrónicos y de seguridad activa.

En el conjunto de España, los vehículos de gasolina presentan un 23% más de defectos que los de gasoil.

ALGUNAS DE LAS CONCLUSIONES DEL ESTUDIO

-      El mantenimiento del vehículo es un elemento esencial para mantener la seguridad del mismo.

-      Tanto la antigüedad media de los vehículos como el valor que presentan sus cuentakilómetros se han incrementado, pasando de los 138.954 en 2014 a los 145.374 actuales.

-      Prácticamente el 40% de los más de 76.000 vehículos analizados no presenta defectos, reales o posibles.

-      Los vehículos de combustible diesel presentan una cantidad media de defectos significativamente menor que los de gasolina, son significativamente más jóvenes y sin embargo tienen más kilómetros recorridos en media.

-      En todos los epígrafes analizados los vehículos diesel nunca presentan una mayor proporción de defectos reales o potenciales que los de gasolina.

-      Las comunidades autónomas con menor proporción de vehículos con algún defecto son Andalucía, Cataluña e Islas Baleares; los vehículos de estas comunidades representan el 25,5% del total.

-      Las comunidades con mayor proporción de vehículos con algún defecto son Islas Canarias, Castilla León y Castilla La Mancha; sus vehículos representan un 29,5% del total.

-      Las ruedas y neumáticos, el vano motor, y el sistema de iluminación son los epígrafes que presentan una mayor proporción de vehículos con algún defecto, con el 29%, el 27% y el 25% de los vehículos inspeccionados respectivamente.

-      En el caso de los neumáticos es el desgaste el defecto que se ha encontrado mayoritariamente.

-      Respecto a los sistemas electrónicos diagnosticados en general, se encuentran en buen estado, presentando defectos en ABS/ESP o Airbag aproximadamente el 2% de los vehículos.

-      La posibilidad de que un coche no presente ningún defecto disminuye con los kilómetros y la antigüedad; así, mientras que entre los de menos de 86.000 km o los de menos de 9 años la probabilidad de que no presente ningún defecto es del 55%, entre los de más de 190.000 km o más de 15 años esa probabilidad cae hasta el 28%.

-   De forma análoga, la posibilidad de que el vehículo presente cuatro o más defectos crece con la antigüedad y los kilómetros; así, un coche de menos de 86.000 km tiene una probabilidad del 11% de tener 4 o más defectos, mientras que uno de menos de 9 años de edad la tiene del 9%; pero si el vehículo registra más de 190.000 km o su edad es más de 15 años, la probabilidad crece por encima del 40%.

Fuente: “Análisis del estado de los vehículos”. © Fundación MAPFRE, 2016. Trabajo realizado con la colaboración de J.M. López Zafra y S. de Paz Cobo. Statpro 2000 Clima, SL



viernes, 16 de septiembre de 2016

DEMOLEDOR REPORTAJE SOBRE LOS CURSOS DE “SENSIBILIZACIÓN Y REEDUCACIÓN VIAL”


Seguro que los perpetuos, perdurables  y casi fijos miembros de la cúpula dirigente de CNAE, desde hace un “porrón” de años, consideran la segunda semana del presente mes de  septiembre una de aquellas que desearían borrar cuanto antes de los registros de su memoria.

De un tiempo acá es constante el chorreo continuo  de malas noticias sobre la entidad y que, de paso, dejan en mal lugar a la profesión porque van mermando poco a poco su credibilidad dada la propensión  que tenemos los españoles a generalizar.

Hace pocos meses fue el presunto amaño de la concesión de los cursos. Ahora, ha sido una noticia generada en Hellín (Albacete): La Asociación Nacional de Empresas de Transportes, Transportave, con sede en Hellín, ha denunciado ante la DGT y el Ministerio del Interior un presunto fraude en relación con los cobros en los cursos de recuperación de puntos del carnet de conducir para transportistas.

Y últimamente  y por aquello de que  “éramos pocos y parió la abuela” aparece en el número 515 de la Revista Auto Bild un demoledor reportaje sobre la manera de impartir un curso   de “Sensibilización y Reeducación Vial”.


El pasado sábado, día 10,  pasé a ver a mi quiosquera, y antes de comprarme el periódico  eché un vistazo a la zona de las revistas. En el barrido visual que hice detuve la mirada en la portada de Auto Bild y vi el sugerente subtitulo: ¿El chiringuito de la DGT y de la Confederación de Autoescuelas?


ió 

Mi amable quiosquera, como cada día,  al verme llegar cogió un ejemplar del montón del periódico que compro a diario, pero yo opté por cambiarlo por la revista y vi que arrugó el entrecejo cuando sólo le entregué el importe de la misma. La paga de jubilado no da para el diario y la revista, le dije a modo de excusa. La verdad es que la mayoría de jubilados tenemos que ceñirnos a un estricto presupuesto  mensual.Esa mañana me tocaría ojear  mi diario favorito  en mi cafetería habitual delante de una taza de un aromático café. La compra de la revista no me iba a impedir la lectura del diario. 

En el reportaje del semanario AUTO BILD se hacen afirmaciones bastantes graves (gravísismas a mi entender) que no dejan en buen lugar a la autoescuelas, bueno a una en concreto de las que imparten estos cursos, pero ya se sabe, la gente, cuando pasan cosas así,  acostumbra a poner a todas de  manera  injusta en la misma cesta.

El reportaje, en sus páginas interiores, lo titulan: LA
“GUERRA SUCIA” DE LAS AUTOESCUELAS. Ya es llamativo que los asociados levanten una guerra contra aquellos que los tienen que representar o los representados contra sus representantes. 

La CNAE, se supone que es el Organismo que debería y debe representar los intereses de todos sus asociados. Pero parece  que no es así, que sólo defiende sus propios intereses y los de unos pocos asociados. Como bien se dice en una carta abierta de la Asociación de Madrid, la Confederación Nacional lleva, desde hace unos años, gestionándose como si de una Entidad mercantil se tratara, anteponiendo un afán recaudatorio a la labor gestora en defensa y mejora de los Centros de Formación (autoescuelas) para lo que fue creada allá por los años sesenta.

Al parecer, un miembro del equipo de AUTO BILD se coló, bueno, al parecer participó  (supongo que a modo de espía) en uno de estos cursos en una autoescuela de Madrid. Tomó  buena nota de todo lo que allí se dijo y se hizo y luego lo ha publicado en la susodicha revista.

En el reportaje se cuestiona la utilidad de los cursos:

¿SIRVEN DE ALGO LOS CURSOS?

Aunque en las encuestas oficiales que maneja CNAE el grado de satisfacción se acerca al 100%, según la encuesta publicada por la revista “‘Tráfico” de la DGT, el 84% de quienes dicen haber asistido a un curso de recuperación de puntos manifiesta que estos no sirven para nada [...].

La profesora  — sigue diciendo —dejó que más del 50% del tiempo se pasara en charlas frívolas con afirmaciones tan poco reeducadoras como “el [radar] Pegasus está haciendo mucho daño”, arremetiera contra las bicicletas alentada por los chascarrillos de los alumnos o debatiera sobre semáforos y radares que están situados solo “para pillar” [...]

Cuenta que durante uno de los descansos, la propia profesora llegó a cuestionar el sistema de inspección técnica de vehículos y las revisiones de los centros médicos. Según la revista, la profesora llegó a afirmar que su padre, a pesar de padecer Alzheimer, pasó las consabidas pruebas para renovar el permiso y sigue conduciendo.

“El curso continua me ha parecido una tomadura de pelo, frívolo e insuficiente. Más del 50% del tiempo se ha dedicados debates estériles, chascarrillos y conversaciones ‘de tasca’ entre la profesora y los alumnos, sobre temas triviales y fuera del objetivo que se presupone -la sensibilización en el cumplimiento de las normas de tráfico para evitar accidentes […].

Pero no para ahí la cosa y sigue diciendo que el temario no se impartió al cien por cien; el material de apoyo son diapositivas y videos  de campañas  de la DGT, muchas de hace veinte años.
Cuenta el sagaz reportero que la profesora llegó a decir que los libros debían estar sobre la mesa, aunque no se utilizaran. Y junto a ellos el DNI, por si había inspección. Había que cuidar las formas, aunque no importara mucho el fondo...



El autor del reportaje aprovecha lo manifestado por la profesora sobre la renovación del permiso de conducir de su padre para poner en solfa  la preparación de los profesores  que imparten estos cursos:

El hecho de que ella no solo no lo denuncie sino que presuma de ello en este foro, llama la atención, sise tiene en cuenta que quienes imparten estos cursos no son profesores de autoescuela “normales”, sino que han tenido que recibir una formación específica que imparte el Instituto de Tráfico y Seguridad Vial de la Universidad de Valencia en la sede de CNAE.

Y yo digo: es una vergüenza el comportamiento de esta profesora; es una vergüenza que el director de la misma lo permita; y es una vergüenza que no lo impidan ni la CNAE, ni la DGT. Todos son culpable “in vigilando”. Pero no es menos verdad que no se puede generalizar porque hacerlo siempre es injusto. Conozco, y seguro que todos conocemos, excelentes profesores y profesoras que están muy lejos del comportamiento de la profesora aludida en el reportaje, otra cosa es el sistema.

Ante tan lamentable coyuntura me viene a las mientes lo de cada pueblo tiene el gobierno que se merece, o… cada asociación tiene la junta directiva que ha elegido. 

martes, 13 de septiembre de 2016

APRENDER A CONDUCIR

Excelente artículo de González-Sinde. Merece la pena que autoridades de Tráfico, padres, madres, examinadores, examinadoras, profesores y profesoras de Formación Vial lo lean y reflexionen sobre lo que dice su autora con tanto tino y tanta cordura.


Publicado en: www.elperiodicomediterraneo.com

Cuando tu hijo aprende a conducir te percatas. Tras 30 años al volante, el coche parece una extensión de tu cuerpo, has automatizado todas esas tareas simultáneas. El joven, sin embargo, titubea, suda, el embrague patina, ¿y el intermitente? ¡Hay que estar atento a tantas cosas! Las aseguradoras lo saben y los penalizan con pólizas más caras. Tampoco las empresas de alquiler los quieren como clientes. Carecen de experiencia y tienen más riesgo de accidentes.

“Ninguna enfermedad mata a tantos jóvenes como los accidentes de tráfico”, afirma un alto cargo de la Dirección General de Tráfico (DGT), pero no ponen remedio. En España, cuando nos dan el carné apenas hemos conducido unas cuantas horas en la autoescuela. Hay una alternativa, el modelo de países como Francia, Suecia, Luxemburgo, Estados Unidos o Australia, en los que, una vez que el chico o chica aprueba el teórico y recibe unas clases de autoescuela (obligatorias y más caras que aquí), puede practicar con el coche familiar debidamente acompañado y vigilado por sus padres antes de examinarse. En Suecia, con este método se redujeron el 35% los accidentes.

En España la normativa prevé la conducción acompañada en la disposición final tercera del decreto 818/2009, pero siete años después no se ha implantado. ¿Por la presión de las autoescuelas? ¿Para favorecer la venta de los carísimos cuatriciclos ligeros que se conducen sin carné desde los 15 años? ¿O más bien por los pingües beneficios que las tasas de examen proporcionan a la DGT? Ochenta y cinco euros cada vez que nos examinamos. Como vamos muy verdes, suspendemos mucho, y eso conviene a la tesorería: más intentonas, más euros. De resultas nos falta práctica, guía, confianza.

Necesitamos un término medio entre tener carné de conducir y no tenerlo. No se trata de eliminar las autoescuelas, tan necesarias. Se trata de encontrar un equilibrio para mejorar y actualizar el método de aprendizaje.

La seguridad vial es un asunto demasiado serio para reducirlo a negocio. Después de un verano terrorífico con muchos más muertos en la carretera, ¿no es hora de cambiar?

miércoles, 7 de septiembre de 2016

AQUELLAS AUTOESCUELAS DEL SIGLO PASADO (IX) De 1960 a 1969

(Primera parte)

·       Hasta 1967, examinaban para el permiso de conducir ingenieros de industria
·       Se crea la Jefatura Central de Tráfico
·       El Seat 600 se convierte en el rey de la carretera
·       El ministerio de Industria aprueba las normas unificadas para la realización de los exámenes de conductores de vehículos

La década de los años sesenta se conoce como la gran era del desarrollo económico español.

Los sectores productivos que lideraron el crecimiento español de los años sesenta estuvieron dominados por la fuerte demanda de viviendas, de electrodomésticos, de nuevos productos derivados de la industria química  como fibras sintéticas y artificiales, plásticos y detergentes y muy especialmente de una fuerte demanda de automóviles.

 El ritmo de desarrollo de España en las dos décadas anteriores fue progresivo pero muy moderado, pero a partir de 1960 se inicia un periodo de crecimiento exponencial que aumenta significativamente la riqueza de nuestro país.


La diferencia de salarios entre los obreros mejor y peor pagados, seguía siendo muy amplia sobre todo si incluimos en el cómputo las zonas rurales y los suburbios más pobres de las grandes ciudades. A pesar de ello,  la disponibilidad económica media de las clases trabajadoras resultaba bastante más aceptable que en las dos décadas anteriores. Todos los asalariados aspiraban a su pisito, su televisor, sus vacaciones en la playa o en el pueblo, y sobre todo anhelaban a conducir su propio Seat 600. Y para este último anhelo se necesitaba, además del automóvil, el permiso de conducir.






La considerable subida experimentada en la matriculación de vehículos y la creciente expedición de permisos de conducción a lo largo de la década nos indica de forma fehaciente el progreso continuado de nuestro país.

Durante 1960 fueron objeto de matriculación en España 145.618 vehículos; a lo largo de 1964, 299.968, lo que supuso, en relación a 1960, un incremento de 154.350 vehículos, más de un 100%.



Por estos años, la competencia en materia de vigilancia del tráfico, circulación y transporte por carretera y las facultades para sancionar infracciones que en estas materias se podían cometer estaban repartidas entre  diferentes Organismos. Si a esto se le une el incremento de vehículos de transporte por carretera, es lógico que se legislara para una ordenada y sistemática regulación y se pusieran las medidas necesarias para una mayor eficacia en las disposiciones que se fueran promulgando. Y con tal intención se aprueba la Ley 47/1959 sobre la regulación de la competencia en materia de trafico en todo el territorio nacional

.





A partir de la entrada en vigor de la mencionada Ley, la vigilancia del tráfico, circulación y transporte por carretera y demás vías públicas correspondería al Ministro de la Gobernación  y la sanción gubernativa de las infracciones que se cometan a los gobernadores civiles. Y se constituye como órgano de dirección inmediata, ordenación y coordinación la Jefatura Central de Tráfico


Seguía, sin embargo, atribuido al Ministerio de Industria todo cuanto se relaciona con las condiciones técnicas de los vehículos de tracción mecánica y la declaración de aptitud técnica de los conductores.

El Ministerio de Obras Públicas siguió con sus atribuciones: reglamentar, ordenar, coordinar e inspeccionar el transporte por carretera.   

En Septiembre de 1960 se publica el Decreto 1666/1960
 por el que se desarrollan las competencias en materia de trafico que habían sido determinadas por la ya citada Ley 47/1959.

La autorización e inspección de las Escuelas particulares de conductores siguió correspondiendo al Ministerio de Industria. Las aptitudes técnicas de los aspirantes a conductores  y de los conductores sometidos a nuevo examen por acuerdo gubernativo serían comprobadas y certificadas por los ingenieros del Servicio de Automóviles de las Delegaciones de Industria que siguieron examinando hasta finales de 1967. A poco de iniciarse 1968 la Jefatura Central de Trafico asume esta competencia.

En Diciembre de 1964 se publica en el BOE, una Orden del  Ministerio de Industria aprobando las normas unificadas para la realización de los exámenes de conductores de vehículos. Estas normas hacían referencia a los ejercicios y trámites que habían de realizar los aspirantes al permiso de conducir.

Los ejercicios exigidos se ordenaron en tres grupos:

Los del primer grupo versaban sobre conocimientos teóricos relacionados con el Código de Circulación y las señales de tráfico. En este grupo también se incluía una demostración de saber leer y escribir, por lo general, consistía en un breve dictado.

Los del segundo grupo estaban relacionados con la práctica en la conducción y el manejo de automóviles: aparcamiento en un espacio de longitud y anchura prefijadas; salida y entrada en dos calles perpendiculares, siguiendo el eje de cada una de ellas, y salida perpendicular a una calle estrecha que obligue a marchar hacia atrás; puesta en marcha del automóvil en una rampa; parada del automóvil en una pendiente

Los del tercer grupo estaban relacionados con la mecánica, que era obligatoria para los aspirantes al permiso de 1ª.


Por cierto, la denominación de los permisos de conducir seguía siendo la misma que estableció, en su momento, el Código de la Circulación de 1934: primera clase especia (camiones y autobuses con remolque de cualquier peso), primera clase (camiones y autobuses), segunda clase (turismos)), tercera clase (motocicletas).



Las escuelas de conductores, como se llamaban entonces, modernizaban sus instalaciones y renovaban su flota de vehículos. Sus numerosos clientes ya aprendían con automóviles modernos, de nueva generación como dirían hoy.




Algunas escuelas de esta época ya se ofrecían  para recoger a domicilio al alumno o alumna. Parece que en los últimos años, ya en el siglo XXI, ha vuelto esta practica. Como decía el sabio : ¡No hay tiempo que no vuelva!

El negocio de la enseñanza de la conducción en aquellos años  parece que promete y la necesidad de estar en disposición de poder atender la demanda hace que algún empresario compre  los coches de tres en tres.



Un tema que siempre ha preocupado al colectivo ha sido el de las tarifas. No ha sido nunca cuestión baladí. Si no hay ingresos suficientes no hay actividad o la actividad desarrollada no es la deseada para la calidad del servicio.

En los primeros años de la década que nos ocupa, las tarifas de los diferentes servicios estaban más o menos, en las siguientes cifras en toda España:

-        Matricula, teórica ,
-        tramitación, desplazamiento……………...1.000 pesetas
-        Clase practicas ½ hora………………………      75 pesetas
-        Examen……………………………………………..       75 pesetas
·       prácticas con coche viejo……. 60 pesetas
·       prácticas en Seat 1400……….180 pesetas/ hora.
·       práctica en Dauphine………… 160 pesetas/hora
 Clases de camión:
-        Camión nuevo……………180 pesetas media hora
-        Camión viejo………………150 pesetas media hora








Desde hace algunos años, las autoescuelas vienen reduciendo 
precios y en consecuencia han de reducir costes. En un mercado 
en clara recesión donde los ingresos no es que crezcan sino que 
caen y el pagar menos por los servicios se convierte en una vía 
de supervivencia para mantenerse. Pero cuando la calidad 
no importa y el único objetivo es el precio, disminuimos la 
competitividad de la empresa porque como dice el refranero 
español “nadie da duros a cuatro pesetas” (como aclaración a los 
más jóvenes, un duro equivalía a cinco pesetas).

Los titulares de autoescuela no debieran olvidar que la relación 
calidad – precio existe y cuando se rompe llega el principio del fin.

(Continuará)