sábado, 21 de diciembre de 2019
lunes, 9 de diciembre de 2019
CONDUCTORES DE AUTOBUSES PARA ALEMANIA
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Una empresa
alemana busca conductores de autobús en Córdoba
Una empresa alemana busca conductores de
autobús en Córdoba. Durante los próximos años, se espera que sean formados unos
500 chóferes para esta empresa.
Una
primera remesa con 39 chóferes de autobús partirá desde la localidad de Cabra,
en Córdoba, para servir en la pequeña ciudad alemana de Gemünden, en el estado
de Baviera. B-Bus Gruppe, una empresa alemana, busca conductores de
autobús en Córdoba, con la previsión de que, en los próximos años, un total
de 500 chóferes, repartidos entre diferentes regiones de Alemania,
sean formados antes de iniciar su nueva vida a 2.500 kilómetros de Cabra.
viernes, 29 de noviembre de 2019
GUARDIAS CIVILES EN LA RESERVA EXAMINARÁN DEL CARNÉ DE CONDUCIR
El director general de Tráfico, Pere
Navarro, ha planteado que los guardias civiles de Tráfico que pasen a
la reserva puedan ejercer de examinadores del carné a partir de 2020, una
medida incluida en un plan de choque que prevé reducir en 90.000 los exámenes
prácticos pendientes tras dos años de conflicto laboral en este sector.
En declaraciones a los medios antes de comenzar en Murcia la reunión que cada año celebran los directivos de la Dirección General de Tráfico (DGT) con los jefes provinciales de Tráfico, Navarro ha subrayado que hay que «aprovechar» la «larga» experiencia de los agentes que pasan a la reserva.
lunes, 25 de noviembre de 2019
ACERCA DEL INFORME DE LA COMISIÓN NACIONAL DE LOS MERCADOS Y LA COMPETENCIA
CAPACITACIÓN
Y/O EDUCACIÓN DEL PRECONDUCTOR/A
Alguien está confundido…
Capacitar, instruir, formar, educar.
No es necesario haber leído grandes tratados de
pedagogía para saber que los sustantivos
que se derivan de estos verbos tienen significados diferentes, aunque, a
veces, sean tan sutiles que puedan
confundir.
Una persona involucrada en esta polémica ha dicho: cualquier enseñanza y aprendizaje es
educativo. Enseñar y aprender a fabricar artefactos explosivos para atentar
contra la vida, ¿es educativo?
Creo que sería más acertado decir que todo proceso
educativo es formativo, pero no todo proceso formativo es educativo.
Hay otro tipo de
confusiones que se publican, no sé si de manara interesada para aumentar el barullo o como consecuencia
del desconocimiento de algún periodista. Una muestra más que ayuda a confundir
son los siguientes titulares de diferentes periódicos digitales:
- La DGT
pierde la primera batalla: las clases teóricas del carnet de conducir se podrán
dar desde casa
-Varapalo a la DGT:
Puedes sacarte el carné de conducir sin pasar por la autoescuela
Habría
que decirle al autor del primer que las
clases “teóricas” se pueden dar, no desde ahora sino desde hace muchísimos
años, en su casa, en la mía, en la playa, en la montaña y hasta no darlas en
ninguna parte y al autor del segundo que muchos españoles se han sacado el
permiso de conducir, desde hace años, sin pasar por la autoescuela. Hace
muchas décadas que en España existe la enseñanza libre para sacarse el permiso de
conducir. Por la lectura de del texto que sigue a sendos titulares, sabemos que
se están refiriendo a la iniciativa de la DGT sobre el curso de sensibilización,
pero quien lea solo el titular se irá a casa confundido y desconcertado.
La capacitación para pre-conductores es una de las medidas básicas
destinadas a reducir la participación de los jóvenes en los accidentes graves
de tráfico al comienzo de su actividad como conductores.
Autores como Senserrick y Haworth (2005) definen la capacitación para
conductores como cualquier tipo de esfuerzo mediante la enseñanza y el
aprendizaje destinados a aumentar los conocimientos, las habilidades y las
destrezas de los conductores en el tráfico de manera que mejoren la seguridad.
Se podría afirmar que la
diferencia entre la educación del
pre-conductor y la capacitación del pre-conductor es bastante sutil pero tiene sus
diferencias. Mientras que la capacitación se dirige predominantemente a los conocimientos, las destrezas y aptitudes,
la educación trata mejorar las actitudes y la disposición a ser un conductor seguro y
responsable mediante comportamientos
adecuados.
Durante el tiempo (la mayor parte de mi vida laboral)
que me he dedicado a la formación de conductores, lo he hecho desde el
convencimiento de que cualquier
actividad relacionada con la seguridad vial solo dará resultados positivos si
se actúa sobre tres ejes: el saber que
hay que hacer, el saber como hacerlo y el querer hacerlo.
Creo que lo más difícil de transmitir, poner en
práctica y conseguir buenos resultados
es todo aquello que pivota sobre el tercer eje. Un joven, por ejemplo, no hace
el stop, no porque no sepa el significado de la señal R-2, ni tampoco porque no
sepa como hacerlo, sino porque, por algún motivo que se nos escapa, no quiere
hacerlo. Podríamos poner infinidad de ejemplos.
Las autoescuelas
tradicionales, no solo las de España sino las de la mayoría de países de la UE han seguido el
siguiente aserto: no se enseña lo que no es evaluado. Y los contenidos del tercer eje como las actitudes, las ideas,
las creencias, las emociones, la solidaridad con los más vulnerable, los
factores de riesgo, las medidas preventivas (de esto último se daba
información, pero es insuficiente), etc., como no se evalúan, no se han trabajado.
Y lo cierto y verdad es que debido a ello ha habido un déficit en la formación de conductores y conductoras
en todo aquello que desde nuestra
modesta opinión se mueve en torno a ese susodicho tercer eje.
No se trata, en este curso presencial, de
incrementar los conocimientos, las destrezas o las aptitudes. Se trata de
subsanar ese déficit que viene arrastrando la formación tradicional
intentando incrementar la sensibilización
de los conductores sobre los riesgos de la circulación vial. Y la manera más
eficaz de conseguirlo, mientras no se demuestre lo contrario, es la “educación presencial”.
La autoridad de competencia no lo ve así, y cree que la
presencialidad es una restricción injustificada que no contribuye al fomento de
la competencia de los mercados. (¿?)
Sobre la exigencia de que la
formación (yo hubiera dicho educación) sea presencial, la consejera que
formula su voto particular dice: (…) tiene un efecto negativo sobre la competencia
en el sector, en la medida en que con ella se favorecen los modelos de negocio
presenciales respecto de los modelos on
line en este momento existentes.
La nueva exigencia
genera por tanto discriminación de unos modelos de negocio respecto de otros. Además, la presencialidad supone
necesariamente un encarecimiento de los costes para los estudiantes que de un
modo u otro se repercutirá en el costo del producto final. Las autoescuelas han repetido una y otra vez
que no tiene por qué ser así y que no será así.
Y sigue diciendo:
-
Sin embargo no puede considerarse acreditado que la presencialidad
sea necesaria para alcanzar el objetivo de protección de la seguridad
vial.
-
Las referencias que se recogen en la MAIN al contacto directo entre profesor y
alumno como instrumento facilitador de la expresión corporal de sensaciones y
de intercambio de opiniones pueden no ser cuestionables. Sí lo es sin embargo,
en opinión de esta consejera, que tal manera de interacción sea imprescindible
(necesaria) para alcanzar los adecuados niveles de protección de la
seguridad vial. Tal afirmación sería equivalente a asumir que los cauces no
presenciales de formación no sean adecuados para alcanzar el objetivo
pretendido lo cual ha sido rebatido por la academia y resulta contrario precisamente
a los avances de la digitalización en la enseñanza no solo de conocimientos
sino de aptitudes y capacidades.
Y para reforzar esta argumentación nos remite a los
diferentes Organismos y Entidades que imparten cursos on-line sobre seguridad
vial.
Con todo respeto, me parece una argumentación bastante
pobre, por no decir otra cosa que me la guardo por respeto. Los cursos a los
que nos remite y el que propone la DGT de 8 horas no tienen nada en común. Los
objetivos específicos, los contenidos, los
destinatarios, la temporalidad son diferentes.
No seré yo quien ponga en duda la utilidad de las
tecnologías digitales para que sean integradas en las estrategias de enseñanza
y formación y en los procesos de aprendizaje. Pero sí me parece que para el
tipo de educación (que no de capacitación, ni de instrucción ni de formación)
del que se viene hablando lo más adecuado es la presencialidad y el contacto
directo de los educandos con sus iguales, con el profesor educador y con las
víctimas de la violencia vial.
Como el informe no es vinculante, yo espero que el
señor Director General de Tráfico y su equipo sigan adelante por el bien de la
seguridad vial.
Por qué no montan un curso presencial las escuelas digitales y
que el coste esté incluido en la enseñanza teórica o en la matricula como creo
que harán (lo espero y lo deseo) las autoescuelas tradicionales, y así no habrá
un sobrecoste y los alumnos (clientes) no salen perjudicados.
¡Todo sea por la seguridad vial y no tanto por el
negocio!
jueves, 31 de octubre de 2019
LA GENERACION Z: LOS NUEVOS CLIENTES DE LAS AUTOES-CUELAS
Polémica: ¿Formación
digital o presencial? ¿Cuestión de negocio o cuestión de formación/educación?
Y por si fueran
pocos en la polémica, parió la abuela. La CNMC (La Comisión
Nacional de los Mercados y la Competencia) meterá la nariz en este asunto y decidirá
si la DGT puede obligar a ir 8 horas a clases presenciales.
Está claro que la polémica viene por un
problema de negocio y de formación/ educación, pero ¿cuál primará a la hora de
decidir?
Uno se hace mayor casi sin darse cuenta. Hay
días que me despierto, pongo los pies en el suelo, me incorporo, dirijo mis
pasos de manera automática hacia el cuarto de baño, me miro al espejo y
exclamo: ¡Dios mio, pero qué rápido pasan los años!
Me siento ante el ordenador, me conecto al
“sabelotodo” y le digo que busque prensa. En un periódico de los que me ha
buscado encuentro el siguiente titular: Así se saca el carné de conducir la "generación Z".
En mi adolescencia y en mi juventud se hablaba de la
generación del 27, de la generación del 98 y de la generación de nuestros
padres. Hoy, más que oir hablar, leo en la en la prensa sobre las generaciones
“Baby Boomers”, los “Milennials”, y las generaciones X,Y y Z.
Y
como con la Z se acaba el abecedario, ya tienen pensado que los niños que han
nacido a partir del 2010 formaran parte de la generación “Alfa”. Son los hijos
de los “milennials”. Serán niños totalmente digitales que desconocerán muchos
aspectos del mundo analógico.
Antes, las
generaciones se definían a partir de sucesos históricos o sociales importantes.
Hoy se delimitan por el uso de determinada tecnología".
Clasificar cohortes
generacionales no responde a ciencia
exacta alguna, pero analizarlas ofrece "una
manera de entender cómo los acontecimientos globales y los cambios
tecnológicos, económicos y sociales interactúan para definir la forma en que la gente ve el
mundo".
Identificar y establecer límites generacionales es muy
útil para las investigaciones sociológicas y antropológicas. Tener información
sobre un colectivo, y sobre cómo este interactúa o reacciona a los
sucesos económicos, sociales o tecnológicos que suceden a su alrededor es una herramienta
muy valiosa para definir la forma en que la gente ve el
mundo". Y está
claro que estas últimas generaciones verán el mundo a través de una pantalla.
Así se saca el carné de
conducir la "generación Z". Su lectura,
despertó mi interés . Pronto me vino la curiosidad por ver cúal
era la nueva manera de obtener el
permiso de conducir esta generación. Pero
pronto se desvaneció. Solo era un artículo más sobre la polémica surgida a raíz
de la noticia de que la DGT tiene intención de exigir unas horas de formación
presencial.
La
Autoescuelas digitales, que están en contra de tal medida, esgrimen a su favor
el alto porcentaje de aprobados de teórica.
El portavoz de la Plataforma de Autoescuelas Digitales (PAD) asegura que el
número de aprobados roza el cien por cien. Argumentos poco consitentes para estar
en contra de la formación presencial que desea implantar la DGT. No hay correlación alguna de que los que aprueban
a la primera tengan asumidos valores, comportamientos y actitudes de un conductor
seguro. Solo puede afirmarse de ellos que han aprobado a la primera, pero no
que son conductores seguros como. Tampoco se puede afirmar lo contrario.
Opinan que, “la formación online cuenta con instrumentos igual de válidos para
transmitir los hábitos de conducción segura trasladar valores e inculcar
aptitudes y comportamientos responsables”. ¿Es una conclusión de algún estudio
hecho “ad hoc” por algún catedrático en pedagogía o es la opinión del representante
de la Plataforma de Autoescuelas Digitales (PAD)?
“La consecución de actitudes y comportamientos sociales requiere
de la interacción presencial del profesor con sus alumnos y de éstos entre sí.
Por tanto, cuando un programa de enseñanza a distancia se propone objetivos de
tal naturaleza ha de ser complementado con la acción presencial”.
(Fundamentos de Educación. Jaume
Serramona.1991)
Y por si fueran
pocos en la polémica, parió la abuela. La CNMC (La Comisión
Nacional de los Mercados y la Competencia) meterá la nariz en este asunto y decidirá
si la DGT puede obligar a ir 8 horas a clases presenciales.
Está claro que la polémica viene por un
problema de negocio y de formación/ educación, pero ¿cuál primará a la hora de
decidir?
viernes, 13 de septiembre de 2019
ACERCA DE UN ACCIDENTE MORTAL DE MOTO DURANTE EL EXAMEN
Un joven de 18 años ha
fallecido, el día 6 de septiembre, en un accidente de tráfico durante la
realización del examen de moto en la
carretera que une Canovelles con Granollers en la provincia de Barcelona.
En primer lugar, y desde
este blog, mi más sincero pésame a sus padres y demás familia por esta
irreparable pérdida. En segundo lugar mi apoyo moral al examinador y al profesor
que fueron testigos oculares del fatal siniestro.
Inserto a
continuación un documento que Sebastián
Marín Sánchez, antiguo colega, compañero y amigo, ha hecho público a raíz del susodicho
accidente.
Comparto lo que
expresa en el mismo. Todos los profesionales implicados en la formación de los
jóvenes conductores han de aunar esfuerzos para que un accidente como el que
nos ocupa, sea en estas u otras circunstancias, no vuelvan a ocurrir.
He aquí el escrito de nuestro ex -colega
y ex -compañero:
Muerte de un aspirante al permiso de motocicleta
durante la prueba de circulación
Conducir una motocicleta es una
actividad de alto riesgo sea en condiciones de ocio, de trabajo o, como en este
caso, en situación de examen para la obtención del permiso de conducción. La
muerte de un motorista el pasado 6 de septiembre del 2019, durante la prueba de
circulación en Granollers, es una realidad que nadie, que profese un trabajo
relacionado con la seguridad vial (como es el caso de ser profesor de formación
vial, o funcionario examinador), debería asumir con indiferencia o resignación.
Este suceso, aun siendo extraordinario en situación de examen, debería incentivarnos
para seguir aunando esfuerzos en encontrar el “cómo” reducir la elevada
accidentalidad que sufren los motoristas: exigir a los fabricantes más sistemas
de seguridad activa y pasiva en estos vehículos; requerir a la administración
que optimice las infraestructuras y el mantenimiento de las redes viales;
promover y facilitar la formación inicial y continua de los actores encargados
de la formación y evaluación de preconductores y conductores; investigar sobre
la incidencia del estrés y/o ansiedad en el examen de conducir y el peligro que
supone el que, el profesor no pueda acceder de manera inmediata, a los mandos
de la motocicleta con el fin de salvar una situación grave de peligro, como sí
sucede en la prueba de circulación del permiso B, e incluso de permisos
profesionales como son el de camión o autobús, donde el profesor tiene acceso
directo al doble mando del vehículo. Aun y así, en el más favorable de los
escenarios de tránsito de vehículos, todos estamos expuestos a que suceda lo
irreparable y lo no deseable para nadie. Lo que es obvio es que, durante el
desarrollo de las prácticas y en los exámenes de circulación de motocicleta la
indefensión y desamparo puede llegar a ser grave. Los siniestros de tráfico mal
llamados accidentes, suelen originarse y asociarse a algún factor de riesgo
como: la velocidad, el consumo de alcohol u otras drogas, la distracción, el
cansancio… Conocer las causas nos permite, analizar y extraer conclusiones con
el fin de determinar el por qué y el cómo del suceso. El estudio de cada caso
nos proporciona información valiosa que va a servir para prevenir posibles
sucesos similares y así evitar a posteriori los efectos y las consecuencias de
otros potenciales siniestros. Quien suscribe esta carta abierta no tiene
información suficiente para hacer un análisis ni profundo, ni somero, de lo que
aconteció durante la prueba de circulación que acabó en ese trágico desenlace.
Solo pensar en el profundo dolor por el que estará pasando la familia me hace
sufrir, una perdida así no suele superase nunca y nadie nos prepara para
afrontar la muerte prematura y repentina de un ser querido. Puedo suponer que
ha de ser un momento difícil para el profesor que vivió la situación y en
particular para el funcionario examinador que dirigía la prueba. Sé que lo
sucedido puede alentar a personas sin escrúpulos, de crítica oportunista, fácil
y no constructiva que aprovechen esta desgracia como oportunidad para arremeter
contra el sistema de enseñanza, los exámenes, los recorridos, los examinadores
(sinceramente, pienso que no es el momento). Es evidente que, en la formación
de conductores, tanto los que enseñan como los que evalúan han de hacer
prevalecer la seguridad por delante del proceso de enseñanza-aprendizaje y de
la propia evaluación o examen. También es cierto 2 que en todas las profesiones
se debe velar por evolucionar de manera efectiva y adaptada a los continuos
cambios a los que están sometidas las sociedades actuales. En este caso, aun
desconociendo en profundidad las variables que intervinieron en el suceso,
puedo dar testimonio de un hecho que: por azar, por destino o simplemente por
casualidad presencié durante uno de los exámenes de hace unos meses. El relato
es una muestra de la actitud, en relación a la seguridad, del funcionario que
nos examinó ese día, que es la misma persona que ejercía como examinador en el
fatídico accidente mortal al que hace referencia este escrito.
En
un día lluvioso, antes de iniciar los exámenes de circulación de moto en la zona 6 de Barcelona, el
examinador se acercó a la alumna,
que le esperaba para comenzar la prueba, y con actitud
afable y de buen talante le manifestó textualmente a la aspirante: “Mira
(nombre de la alumna) si tú ves que por las condiciones
climatológicas te sientes insegura, o tienes miedo porque te puedes caer,
porque el suelo está mojado, aplazamos
la prueba de manera que no pierdas la convocatoria, ¿Qué me dices?” Ante el silencio
de la aspirante, siguió diciéndole “Haremos lo que tú me digas, pero quiero que
sepas que por mi parte no hay ningún problema… Vale más aplazar la prueba unos
días a que puedas caerte por culpa del agua… Luego
añadió: “…, o incluso por culpa de otros que quizás no tengan el vehículo en
buen estado” (mientras señalaba los neumáticos desgastados de un coche estacionado).
No quiero que corras el riesgo de
hacerte daño y supongo que tú tampoco quieres ¿Verdad? ¿Qué me dices?”.
Lo cierto es que nuestra alumna
tardó poco en responderle que no había problema, que estaba tranquila y se
sentía segura, por lo que se inició la prueba de circulación desarrollándose
con normalidad, de manera favorable y sin grandes contingencias que comentar.
Aun y así, antes de empezar el examen el examinador le aconsejó que no corriera
y que tuviera especial atención a los charcos y zonas de baja adherencia.
También sé que, a lo largo de la vida, a veces, te encuentras con situaciones
paradójicas de difícil explicación y este caso, desde mi modesta opinión, es
una de ellas. Mi pésame para la familia del alumno que perdió la vida y mi
ánimo para el profesor y el funcionario examinador.
Barcelona 11 de septiembre del 2019
Firmado:
Sebastià Sánchez Marín
Profesor y Director de Autoescola Runner.
Presidente de la Sección de Psicología del
Tránsito y de la Seguridad del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña.
Profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona
miércoles, 4 de septiembre de 2019
PÓNTELO, PÓNSELO
Parece que fue ayer, pero ya han transcurrido casi
treinta años. Corría
el año 1990 cuando, de manera novedosa para aquellas décadas, la administración,
gobernada entonces por el PSOE de Felipe González, comenzó a inundar los medios de comunicación con una campaña a favor del uso del preservativo,
bajo el eslogan: “póntelo, pónselo”.
En aquellos años los preservativos
eran un producto tabú. Había pueblos donde no te los vendían en ninguna farmacia,
por razones religiosas o porque como les daba vergüenza no los tenían.
Aquella campaña del gobierno, que tuvo
una gran difusión, generó un gran revuelo social y sirvió, al menos, para normalizar
el uso del condón.
Para bien o para
mal, aquel eslogan caló en la sociedad y corrió mejor suerte que la propia
campaña. Pasados unos años, el “póntelo, póselo” pasó a ser eslogan de una campaña
de seguridad vial, haciendo referencia, en esta ocasión, al casco del motorista,
porque la DGT se había percatado que la mayoría de los fallecidos en accidente
de tráfico con motocicleta no llevaban puesto el caso.
“Estampitas de coches” es el título de un libro editado
por La Confederación Nacional de Autoescuelas en 1995. Javier Corominas, el que
fuera Jefe Provincial de Tráfico en Palma de Mallorca, es su autor. Tiene
ilustraciones del ibicenco Vicent Roig-Francolí, “FRANKY”, galardonado por la
Jefatura de Tráfico en reconocimiento a la labor de educación vial que de
manera indirecta reflejan sus dibujos publicados en Prensa.
El libro reúne, en sus 130 páginas, una serie de artículos y relatos
divertidos de su autor relacionados con el automóvil y su entorno. En esta
ocasión reproducimos uno de ellos referido
al eslogan de:
“ Póntelo, pónselo”.
“Que no os vengan con monsergas,
no os dejéis embaucar, no es lo msmo con el chisme puesto que sin él. Al colocároslo
sentís la sensación de perder parle de vuestra maravillosa libertad; luego, el
placer ya no será igual o notaréis encerrados, sujetos, envueltos en algo artificial
que aísla y presiona vuestra carne. Hay
que señalar también la agresión que supone a vuestra sensibilidad estética,
porque algunos de estos artilugios son verdaderamente horrendos. Bueno, pues a
pesar de todas esas premisas negativas, bien válidas, y prescindiendo de lo que
digan las campañas oficiales, el clero, las cartas al director, vuestros
padres, vuestros tíchers o el sursum
corda, yo me permito aconsejaros que sí, que os lo pongáis, tíos porque el
casco tal vez resulte incómodo, antiestético, corte el viento dela cara y, con
él, parte del placer de la velocidad, y os aísle algo de las sensaciones exteriores, puede ser, quizá sea verdad, pero
si os pegáis la piña nada va a ser tan eficaz para proteger vuestro preciado
coco (al que tanto amáis) y vuestras queridas vértebras cervicales (que también
estimáis mogollón) como un buen casco.
Ojalá no os deis nunca la castaña, pero, por si
acaso, más vale que os mováis por ahí con el cacharro puesto”.
lunes, 19 de agosto de 2019
¿ALGUIEN NOS ENGAÑA CON EL DIESEL?
Parte del proletariado de finales del XIX y principios del XX utilizaba la
bicicleta para sus desplazamientos.
En 1897 Ramón Casas, pintor barcelonés, famoso por sus retratos,
caricaturas y pinturas de la aquella minoría social, económica, política e
intelectual de Barcelona, pintó un cuadro donde se ve a él y a su amigo Pere
Romeu pedaleando en un tándem.
El cuadro colgó de una de las paredes de la cervecería de su amigo Romeu “Els Quatre Gats”. Este local se convirtió en el
cuartel general de la vanguardia artística de la ciudad Condal. Un muy joven Pablo Picasso hizo su primera exposición en este bar.
Pero llegó el progreso
y el tándem de la bicicleta fue sustituido por el de un automóvil con los
mismos personajes.
El uso de la bicicleta
empezó a decaer con la aparición del automóvil, y pronto llegó su abaratamiento.
Poco tiempo después se convirtió en el medio de transporte de la clase trabajadora.
A esto ayudó el hecho de que los hijos de los
miembros de los clubes ciclistas
se pasaron al automóvil. La bicicleta empezaron
a considerarla como algo impropio para su estatus social y económico. Adquirió
matices políticos. La burguesía urbana decía de ella que era un vehículo más apropiado a la clase trabajadora y se empezó a relacionar
con el socialismo y el anarquismo. Se convirtió en un una parte consustancial
al proletariado de la época.
A este proletariado
del siglo XXI le es más difícil cada día cambiar de coche. En su día se compró
un diésel porque el combustible utilizado era el más asequible a sus menguadas
economías. Pero llegó el escándalo del Dieselgate y buena parte de los políticos y algunos entes
mercantiles, ayudados por algún sector de la prensa han visto la ocasión para
lanzar continuas campañas
propagandísticas a favor de la movilidad eléctrica y en contra del diésel.
Este populismo energético, como algunos lo llaman, ha emergido con fuerza para declarar la muerte al coche
diésel. Y esto afecta a unos cuantos millones de conductores españoles,
mayoritariamente proletarios del siglo XXI.
De la noche a la mañana, les han hecho sentirse
sucios, antiecológicos y culpables de la contaminación de las grandes ciudades.
En un pispas, como si
de un truco de magia se tratara, se les expulsa de los centros urbanos, se les
aumenta el precio del combustible que
utilizan y hacen que se desplome el valor de reventa de sus vehículos hasta dejarlos
sin cotización alguna. En definitiva, el automóvil con motorización
diésel ha pasado de ser el coche que todo el mundo quería tener a ser el
apestado de la carretera.
Hoy día, el mensaje que nos llega nos dice que lo
correcto, lo ecológico, lo progre es sustituir nuestro coche de combustión
interna, especialmente si es diesel, por uno eléctrico, porque más pronto que
tarde prohibirán su circulación.
Sin embargo hay expertos que se alejan de esta visión, digamos
que oficial e interesada, de los coches con motor de combustión interna y nos
cuentas cosas interesantes. Son los expertos
de la Asociación Española de Profesionales de la Automoción (ASEPA). Han
presentado el estudio “Los
motores de combustión contra la crisis climática”. En él se hacen
afirmaciones más que interesantes y señalan
a las mecánicas actuales de combustión como posible solución al problema global
de la contaminación.
Tampoco
son limpios y, en general, no están libres de problemas.
Las
prohibiciones, motivadas por un diagnóstico deficiente de la situación, no
ayudarán en absoluto ni para mejorar la
calidad del aire ni para mitigar el calentamiento global. Al menos es lo que
nos dicen estos expertos.
Afirman
también que el primer gran problema es que el motor eléctrico no usa una fuente
de energía sino un vector energético. Esto es, electricidad, que no existe como
fuente y no se puede acumular en grandes cantidades; tiene que generarse cuando
se consume.
El
segundo gran problema, siguen señalando, es que no estamos hablando de TICs
(Tecnologías de Información y Comunicación), estamos hablando de masa, energía,
potencia y el segundo principio de la termodinámica.
A pesar de todo es una evidencia que las fuente oficiales y/o
interesadas no nos cuentan los claros y evidente inconvenientes de los coches con
motores eléctricos: la contaminación encubierta que producen, un largo reabastecimiento, una
menor vida útil del vehículo, un desorbitado precio de materias primas y, según
Amnistía Internacional, un claro incumplimiento de los derechos humanos en la
extracción de uno de los componentes de sus baterías.
Esta Organización ha
llegado a afirmar que la producción de baterías para estos coches lleva consigo un alto nivel
de explotación humana y contaminación en los países donde se fabrican.
Las materias primas
para su fabricación como son níquel, cobalto, cobre manganeso parece que están
alcanzando precios desorbitantes. El aprovisionamiento de cobalto es otro
problema. Este mineral se
extrae principalmente en la República Democrática del Congo, donde se incumplen
los derechos humanos a través del trabajo infantil y falta de seguridad en las
minas.
Las nuevas
regulaciones obligan a que los motores de combustión que se comercializan en
la actualidad sean los más limpios de la historia. De ahí que “Un motor Diésel Euro 6d Temp moderno puede
limpiar el aire de partículas y esmog (niebla contaminante) en
países muy contaminados o durante episodios graves de contaminación”. Pero se
le da poco divulgación a estudios como este.
“La tecnología está
disponible y la investigación en curso para permitir que los MCI de próxima
generación actúen como aspiradores de contaminantes en el aire de las grandes
ciudades. Esto es algo que, definitivamente, los motores eléctricos con
baterías no pueden hacer”.
En mi modestísima
opinión alguien nos miente con esto del
diesel y del coche eléctrico.
Las verdades a medias
conforman una gran mentira y, visto lo visto y leído lo que se publica, me
pregunto: ¿quién nos engaña? ¿Por qué nos engaña?
domingo, 4 de agosto de 2019
LA PROVINCIA DE CÁDIZ CUENTA CON SOLO 17 EXAMINA-DORES DE TRÁFICO PARA 12.000 ALUMNOS
Nada más y nada menos que
12.000 alumnos en espera de ser examinador. Por eso este pasado dia 2 de agosto,
alrededor de
trescientos vehículos de
autoescuela han circulado en caravana por las calles de Cádiz para exigir más
examinadores
La situación de Cádiz es extrapolable a Málaga, Sevilla , Granada y
muchas otras provincias españolas. Hace pocos días eran las
autoescuelas catalanas las que se manifestaban protestando por lo mismo. No es
un problema puntual de verano, es un problema estructural que los distintos
mandamases de la DGT no han sabido solucionar desde que asumieron las
competencias de la formación y evaluación de los aspirantes a conductor. De
esto hace ya medio siglo.
Hace un par de años, en Cádiz, había 37 examinadores pero al no suplirse las jubilaciones, se ha
acabado por perder 20 puestos de trabajo. Una protesta que han escenificado con
una caravana coches de autoescuela que ha recorrido la avenida principal de
Cádiz hasta la Subdelegación de Gobierno en Cádiz.
El el colectivo de autoescuelas afectadas considera que “la ciudadanía
tiene derecho a recibir el
servicio público por el que paga por adelantado la correspondiente tasa”,
y que las escuelas de conductores “tienen el derecho a poder trabajar”.
¿Pasaría esto de estar externalizados los exámenes?
jueves, 25 de julio de 2019
LA RUINA DE LAS AUTOESCUELAS
No soy afectado, ni de una
parte ni de otra. Soy un simple y sencillo espectador de la situación. El
trance quizá sea más grave en estos momentos, pero no es nuevo, ha existido
siempre, es un problema endémico desde que la DGT asumió esta competencia. Si
lo dudan, se pueden dar una vuelta por las hemerotecas.
Siempre he sido contrario
a la privatización de los exámenes de conducir. En consecuencia siempre he sido
partidario de que esta actividad la deben desarrollar los funcionarios
públicos, conocidos como “Examinadores de Tráfico”. Si se hace bien y con
eficacia. Pero son los políticos los incapaces de resolver esta situación mantenida en el tiempo.
Es por ello, que cambio de
opinión y, muy a pesar mío, abogo por
esa privatización a sabiendas de que no sirve de nada. Los políticos, como
siempre, harán lo que convenga a ellos, no a los ciudadanos.
El colapso en los exámenes empieza a cerrar
autoescuelas: "No hay bolsillo que lo aguante"
Las listas de espera para el práctico están tan saturadas que los alumnos
tienen que esperar varios meses para presentarse al examen.
La
falta de examinadores no sólo desespera a los aspirantes a conductor, también
está llevando a
muchas autoescuelas a la ruina…
jueves, 18 de julio de 2019
Marcha lenta de
200 coches de autoescuelas catalanas para exigir más examinadores y reducir
esperas
Unos 50.000
alumnos están pendientes de examinarse, con esperas de hasta seis meses.
La DGT
anunció el pasado lunes 25 nuevos examinadores para toda Cataluña, 16 de ellos
para la provincia de Barcelona. Coches de autoescuela aparcados frente a la
Delegación del Gobierno de Catalunya. Dos centenares de coches de autoescuelas
de toda Cataluña han rodeado a las 10.30 horas de este martes la Delegación del
Gobierno en Cataluña para exigir "soluciones inmediatas" a la falta
endémica de examinadores del carnet de conducir destinados a Cataluña por la
Dirección General de Tráfico (DGT), que provoca que haya una bolsa de 50.000
alumnos pendientes de examinarse del práctico de circulación, y una lista de
espera que supera los seis meses.
Representantes de los concentrados se han
reunido en la calle con el subdelegado del Gobierno, Carlos Prieto, quien les
ha trasladado que están trabajando para resolver "una problemática
heredada" y quien ha asegurado, además, que "Cataluña tiene hoy un
máximo histórico de examinadores". La protesta se ha alargado hasta las
11.30 horas, cuando agentes de los Mossos han comenzado a identificar a los
manifestantes y estos han comenzado a dispersarse.
miércoles, 17 de julio de 2019
IMPRUDENTE Y TEMERARIO A LOS 88 AÑOS
Parece mentira, pero es real como la vida misma. El
Agente no se lo podía creer, pero él sabe que el radar no miente, ni tampoco el
DNI. Nada más y nada menos que 88 primaveras a los mandos de un Seat y a 156
kilómetros por hora.
Me imagino al
Agente mirando y remirando una y otra vez, para asegurarse, la velocidad detectada por el radar, los
datos del permiso de conducir y el rostro de aquel conductor en el que se
reflejaban la huellas que deja el paso de los años.
La velocidad, 156 kilómetroa por hora, la fecha de nacimiento,
1921. Eso eran 88 años, ni uno más ni uno menos, y no se lo podía creer.
El Agente, después de respirar hondo, se diría para sus
adentros (es lo que yo me diría): otro “fitipaldi” obligando a su particular
ángel de la guarda o a San Cristóbal, patrón de los conductores, a que le
proteja una vez más. Hasta que uno u otro se cansen y entonces…
No me imagino, sin embargo, qué podría contestar este imprudente
conductor a sus nietos o a sus biznietos,
que edad para tenerlos la tiene, si cuando lo vean y después de darle un cariñoso beso le preguntan:
¿a dónde ibas, abuelo, con tanta prisa cuando te paró la Guardia Civil?
La
noticia ha saltado estos días a los periódicos: La Guardia Civil ‘cazó’ en Ourense a un hombre de 88 años a 156
kilómetros por hora.
El conductor, según parece, no solo excedía el límite
de velocidad permitido en autovía, sino que también se pasó por el arco de
triunfo las restricciones que le habían puesto cuando renovó su permiso de
conducir: limitación de velocidad de 90 km/h; prohibido circular por autopista;
conducir solo en horas diurnas y en un radio de acción de 20 kilómetros; debía
usar lentes correctoras durante la conducción.
Le deseamos una larga vida a este “fitipaldi”, pero a la vez esperamos y deseamos que sea su última imprudencia por su bien, el de su familia y el
de todo aquel que llegue a cruzarse con él en la carretera. Esperamos y
deseamos que recapacite, se dé cuenta de su comportamiento irresponsable y
peligroso y no lo vuelva a repetir.
Lo mejor que puede hacer es desplazarse en el coche de
San Fernando, unos rotos a pie y otros andando.
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