lunes, 9 de diciembre de 2019

CONDUCTORES DE AUTOBUSES PARA ALEMANIA

Leer noticia
Una empresa alemana busca conductores de autobús en Córdoba

Una empresa alemana busca conductores de autobús en Córdoba. Durante los próximos años, se espera que sean formados unos 500 chóferes para esta empresa.
Una primera remesa con 39 chóferes de autobús partirá desde la localidad de Cabra, en Córdoba, para servir en la pequeña ciudad alemana de Gemünden, en el estado de Baviera. B-Bus Gruppe, una empresa alemana, busca conductores de autobús en Córdoba, con la previsión de que, en los próximos años, un total de 500 chóferes, repartidos entre diferentes regiones de Alemania, sean formados antes de iniciar su nueva vida a 2.500 kilómetros de Cabra.

viernes, 29 de noviembre de 2019

GUARDIAS CIVILES EN LA RESERVA EXAMINARÁN DEL CARNÉ DE CONDUCIR


El director general de Tráfico, Pere Navarro, ha planteado que los guardias civiles de Tráfico que pasen a la reserva puedan ejercer de examinadores del carné a partir de 2020, una medida incluida en un plan de choque que prevé reducir en 90.000 los exámenes prácticos pendientes tras dos años de conflicto laboral en este sector.




En declaraciones a los medios antes de comenzar en Murcia la reunión que cada año celebran los directivos de la Dirección General de Tráfico (DGT) con los jefes provinciales de Tráfico, Navarro ha subrayado que hay que «aprovechar» la «larga» experiencia de los agentes que pasan a la reserva.







lunes, 25 de noviembre de 2019

ACERCA DEL INFORME DE LA COMISIÓN NACIONAL DE LOS MERCADOS Y LA COMPETENCIA



CAPACITACIÓN Y/O EDUCACIÓN DEL PRECONDUCTOR/A

Alguien está confundido…

Capacitar, instruir, formar, educar.

No es necesario haber leído grandes tratados de pedagogía para saber que los sustantivos  que se derivan de estos verbos tienen significados diferentes, aunque, a veces, sean tan sutiles que  puedan confundir.
Una persona involucrada en esta polémica ha dicho: cualquier enseñanza y aprendizaje es educativo. Enseñar y aprender a fabricar artefactos explosivos para atentar contra la vida, ¿es educativo?

Creo que sería más acertado decir que todo proceso educativo es formativo, pero no todo proceso formativo es educativo.

Hay otro tipo de confusiones que se publican, no sé si de manara interesada  para aumentar el barullo o como consecuencia del desconocimiento de algún periodista. Una muestra más que ayuda a confundir son los siguientes titulares de diferentes  periódicos digitales:
- La DGT pierde la primera batalla: las clases teóricas del carnet de conducir se podrán dar desde casa
-Varapalo a la DGT: Puedes sacarte el carné de conducir sin pasar por la autoescuela

Habría que decirle al autor del primer  que las clases “teóricas” se pueden dar, no desde ahora sino desde hace muchísimos años, en su casa, en la mía, en la playa, en la montaña y hasta no darlas en ninguna parte y al autor del segundo que muchos españoles se han sacado el permiso de conducir, desde hace años, sin pasar por la autoescuela. Hace muchas  décadas que en España existe  la enseñanza libre para sacarse el permiso de conducir. Por la lectura de del texto que sigue a sendos titulares, sabemos que se están refiriendo a la iniciativa de la DGT sobre el curso de sensibilización, pero quien lea solo el titular se irá a casa confundido y desconcertado.

La capacitación para pre-conductores es una de las medidas básicas destinadas a reducir la participación de los jóvenes en los accidentes graves de tráfico al comienzo de su actividad como conductores.

Autores como Senserrick y Haworth (2005) definen la capacitación para conductores como cualquier tipo de esfuerzo mediante la enseñanza y el aprendizaje destinados a aumentar los conocimientos, las habilidades y las destrezas de los conductores en el tráfico de manera que mejoren la seguridad.

Se podría afirmar que la  diferencia entre la educación del pre-conductor  y la capacitación del pre-conductor es bastante sutil pero tiene sus diferencias. Mientras que la capacitación se dirige predominantemente a los conocimientos, las destrezas y aptitudes, la educación trata mejorar  las actitudes y la  disposición a ser un conductor seguro y responsable mediante comportamientos adecuados.

Durante el tiempo (la mayor parte de mi vida laboral) que me he dedicado a la formación de conductores, lo he hecho desde el convencimiento  de que cualquier actividad relacionada con la seguridad vial solo dará resultados positivos si se actúa sobre tres ejes: el saber que hay que hacer, el  saber como hacerlo y el querer hacerlo.
Creo que lo más difícil de transmitir, poner en práctica  y conseguir buenos resultados es todo aquello que pivota sobre el tercer eje. Un joven, por ejemplo, no hace el stop, no porque no sepa el significado de la señal R-2, ni tampoco porque no sepa como hacerlo, sino porque, por algún motivo que se nos escapa, no quiere hacerlo. Podríamos poner infinidad de ejemplos.

Las autoescuelas  tradicionales, no solo las de España sino las de la  mayoría de países de la UE han seguido el siguiente aserto: no se enseña lo que no es evaluado. Y los contenidos del tercer eje como las actitudes, las ideas, las creencias, las emociones, la solidaridad con los más vulnerable, los factores de riesgo, las medidas preventivas (de esto último se daba información, pero es insuficiente), etc., como no se evalúan, no se han trabajado. Y lo cierto y verdad es que debido a ello ha habido un déficit  en la formación de conductores y conductoras en todo  aquello que desde nuestra modesta opinión se mueve en torno a ese susodicho tercer eje.

No se trata, en este curso presencial, de incrementar los conocimientos, las destrezas o las aptitudes. Se trata de subsanar ese déficit que viene arrastrando la formación tradicional intentando  incrementar la sensibilización de los conductores sobre los riesgos de la circulación vial. Y la manera más eficaz de conseguirlo, mientras no se demuestre lo contrario, es la “educación presencial”.

La autoridad de competencia no lo ve así, y cree que la presencialidad es una restricción injustificada que no contribuye al fomento de la competencia de los mercados. (¿?)

Sobre la exigencia de que la formación (yo hubiera dicho educación)  sea presencial, la consejera que formula su voto particular dice: (…) tiene un efecto negativo sobre la competencia en el sector, en la medida en que con ella se favorecen los modelos de negocio presenciales respecto de los modelos on line en este momento existentes. La nueva exigencia genera por tanto discriminación de unos modelos de negocio respecto de otros. Además, la presencialidad supone necesariamente un encarecimiento de los costes para los estudiantes que de un modo u otro se repercutirá en el costo del producto final.  Las autoescuelas han repetido una y otra vez que no tiene por qué ser así y que no será así.

 Y sigue diciendo:

-  Sin embargo no puede considerarse acreditado que la presencialidad sea necesaria para alcanzar el objetivo de protección de la seguridad vial.

- Las referencias que se recogen en la MAIN al contacto directo entre profesor y alumno como instrumento facilitador de la expresión corporal de sensaciones y de intercambio de opiniones pueden no ser cuestionables. Sí lo es sin embargo, en opinión de esta consejera, que tal manera de interacción sea imprescindible (necesaria) para alcanzar los adecuados niveles de protección de la seguridad vial. Tal afirmación sería equivalente a asumir que los cauces no presenciales de formación no sean adecuados para alcanzar el objetivo pretendido lo cual ha sido rebatido por la academia y resulta contrario precisamente a los avances de la digitalización en la enseñanza no solo de conocimientos sino de aptitudes y capacidades.

Y para reforzar esta argumentación nos remite a los diferentes Organismos y Entidades que imparten cursos on-line sobre seguridad vial.

Con todo respeto, me parece una argumentación bastante pobre, por no decir otra cosa que me la guardo por respeto. Los cursos a los que nos remite y el que propone la DGT de 8 horas no tienen nada en común. Los objetivos específicos, los contenidos, los  destinatarios, la temporalidad son diferentes.


No seré yo quien ponga en duda la utilidad de las tecnologías digitales para que sean integradas en las estrategias de enseñanza y formación y en los procesos de aprendizaje. Pero sí me parece que para el tipo de educación (que no de capacitación, ni de instrucción ni de formación) del que se viene hablando lo más adecuado es la presencialidad y el contacto directo de los educandos con sus iguales, con el profesor educador y con las víctimas de la violencia vial. 


Como el informe no es vinculante, yo espero que el señor Director General de Tráfico y su equipo sigan adelante por el bien de la seguridad vial.

Por qué no montan un curso presencial las escuelas digitales y que el coste esté incluido en la enseñanza teórica o en la matricula como creo que harán (lo espero y lo deseo) las autoescuelas tradicionales, y así no habrá un sobrecoste y los alumnos (clientes) no salen perjudicados.

¡Todo sea por la seguridad vial y no tanto por el negocio!







jueves, 31 de octubre de 2019

LA GENERACION Z: LOS NUEVOS CLIENTES DE LAS AUTOES-CUELAS

Polémica: ¿Formación digital o presencial? ¿Cuestión de negocio o cuestión de formación/educación?



Uno se hace mayor casi sin darse cuenta. Hay días que me despierto, pongo los pies en el suelo, me incorporo, dirijo mis pasos de manera automática hacia el cuarto de baño, me miro al espejo y exclamo: ¡Dios mio, pero qué rápido pasan los años!

Me siento ante el ordenador, me conecto al “sabelotodo” y le digo que busque prensa. En un periódico de los que me ha buscado  encuentro  el siguiente titular: Así se saca el carné de conducir la "generación Z".

En mi adolescencia y en mi juventud se hablaba de la generación del 27, de la generación del 98 y de la generación de nuestros padres. Hoy, más que oir hablar, leo en la en la prensa sobre las generaciones “Baby Boomers”, los “Milennials”,  y las generaciones X,Y y Z.

Y como con la Z se acaba el abecedario, ya tienen pensado que los niños que han nacido a partir del 2010 formaran parte de la generación “Alfa”. Son los hijos de los “milennials”. Serán niños totalmente digitales que desconocerán muchos aspectos del mundo analógico.

Antes, las generaciones se definían a partir de sucesos históricos o sociales importantes. Hoy se delimitan por el uso de determinada tecnología".

Clasificar cohortes generacionales no responde  a ciencia exacta alguna, pero analizarlas ofrece "una manera de entender cómo los acontecimientos globales y los cambios tecnológicos, económicos y sociales interactúan para definir la forma en que la gente ve el mundo".

Identificar y establecer límites generacionales es muy útil para las investigaciones sociológicas y antropológicas. Tener información sobre un colectivo, y sobre cómo este interactúa o reacciona a los sucesos económicos, sociales o tecnológicos que suceden a su alrededor es una herramienta muy valiosa para definir la forma en que la gente ve el mundo". Y está claro que estas últimas generaciones verán el mundo a través de una pantalla.

Así se saca el carné de conducir la "generación Z". Su lectura,  despertó mi interés . Pronto me vino la curiosidad por ver cúal era  la nueva manera de obtener  el permiso de conducir esta generación.  Pero pronto se desvaneció. Solo era un artículo más sobre la polémica surgida a raíz de la noticia de que la DGT tiene intención de exigir unas horas de formación presencial.

 La Autoescuelas digitales, que están en contra de tal medida, esgrimen a su favor el alto porcentaje de aprobados de teórica.  El portavoz de la Plataforma de Autoescuelas Digitales (PAD) asegura que el número de aprobados roza el cien por cien. Argumentos poco consitentes para estar en contra de la formación presencial que desea implantar la DGT. No hay correlación alguna de que los que aprueban a la primera tengan asumidos valores,  comportamientos y actitudes de un conductor seguro. Solo puede afirmarse de ellos que han aprobado a la primera, pero no que son conductores seguros como. Tampoco se puede afirmar lo contrario.

 Opinan que, “la formación online cuenta con instrumentos igual de válidos para transmitir los hábitos de conducción segura trasladar valores e inculcar aptitudes y comportamientos responsables”. ¿Es una conclusión de algún estudio hecho “ad hoc” por algún catedrático en pedagogía o es la opinión del representante de la Plataforma de Autoescuelas Digitales (PAD)?

“La consecución de actitudes y comportamientos sociales requiere de la interacción presencial del profesor con sus alumnos y de éstos entre sí. Por tanto, cuando un programa de enseñanza a distancia se propone objetivos de tal naturaleza ha de ser complementado con la acción presencial”. 
(Fundamentos de Educación. Jaume Serramona.1991)

Y por si fueran pocos en la polémica, parió la abuela. La CNMC (La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) meterá la nariz en este asunto y  decidirá si la DGT puede obligar a ir 8 horas a clases presenciales.

 

Está claro que la polémica viene por un problema de negocio y de formación/ educación, pero ¿cuál primará a la hora de decidir?

 


viernes, 13 de septiembre de 2019

ACERCA DE UN ACCIDENTE MORTAL DE MOTO DURANTE EL EXAMEN


Un joven de 18 años ha fallecido, el día 6 de septiembre, en un accidente de tráfico durante la realización del examen de moto  en la carretera que une Canovelles con Granollers en la provincia de Barcelona.

En primer lugar, y desde este blog, mi más sincero pésame a sus padres y demás familia por esta irreparable pérdida. En segundo lugar mi apoyo moral al examinador y al profesor que fueron testigos oculares del fatal siniestro.  
  
 Inserto a continuación un  documento que Sebastián Marín Sánchez, antiguo colega, compañero y amigo, ha hecho público a raíz del susodicho accidente.

 Comparto lo que expresa en el mismo. Todos los profesionales implicados en la formación de los jóvenes conductores han de aunar esfuerzos para que un accidente como el que nos ocupa, sea en estas u otras circunstancias, no vuelvan a ocurrir.

He aquí el escrito de nuestro ex -colega y ex -compañero: 

Muerte de un aspirante al permiso de motocicleta durante la prueba de circulación                    
Conducir una motocicleta es una actividad de alto riesgo sea en condiciones de ocio, de trabajo o, como en este caso, en situación de examen para la obtención del permiso de conducción. La muerte de un motorista el pasado 6 de septiembre del 2019, durante la prueba de circulación en Granollers, es una realidad que nadie, que profese un trabajo relacionado con la seguridad vial (como es el caso de ser profesor de formación vial, o funcionario examinador), debería asumir con indiferencia o resignación. Este suceso, aun siendo extraordinario en situación de examen, debería incentivarnos para seguir aunando esfuerzos en encontrar el “cómo” reducir la elevada accidentalidad que sufren los motoristas: exigir a los fabricantes más sistemas de seguridad activa y pasiva en estos vehículos; requerir a la administración que optimice las infraestructuras y el mantenimiento de las redes viales; promover y facilitar la formación inicial y continua de los actores encargados de la formación y evaluación de preconductores y conductores; investigar sobre la incidencia del estrés y/o ansiedad en el examen de conducir y el peligro que supone el que, el profesor no pueda acceder de manera inmediata, a los mandos de la motocicleta con el fin de salvar una situación grave de peligro, como sí sucede en la prueba de circulación del permiso B, e incluso de permisos profesionales como son el de camión o autobús, donde el profesor tiene acceso directo al doble mando del vehículo. Aun y así, en el más favorable de los escenarios de tránsito de vehículos, todos estamos expuestos a que suceda lo irreparable y lo no deseable para nadie. Lo que es obvio es que, durante el desarrollo de las prácticas y en los exámenes de circulación de motocicleta la indefensión y desamparo puede llegar a ser grave. Los siniestros de tráfico mal llamados accidentes, suelen originarse y asociarse a algún factor de riesgo como: la velocidad, el consumo de alcohol u otras drogas, la distracción, el cansancio… Conocer las causas nos permite, analizar y extraer conclusiones con el fin de determinar el por qué y el cómo del suceso. El estudio de cada caso nos proporciona información valiosa que va a servir para prevenir posibles sucesos similares y así evitar a posteriori los efectos y las consecuencias de otros potenciales siniestros. Quien suscribe esta carta abierta no tiene información suficiente para hacer un análisis ni profundo, ni somero, de lo que aconteció durante la prueba de circulación que acabó en ese trágico desenlace. Solo pensar en el profundo dolor por el que estará pasando la familia me hace sufrir, una perdida así no suele superase nunca y nadie nos prepara para afrontar la muerte prematura y repentina de un ser querido. Puedo suponer que ha de ser un momento difícil para el profesor que vivió la situación y en particular para el funcionario examinador que dirigía la prueba. Sé que lo sucedido puede alentar a personas sin escrúpulos, de crítica oportunista, fácil y no constructiva que aprovechen esta desgracia como oportunidad para arremeter contra el sistema de enseñanza, los exámenes, los recorridos, los examinadores (sinceramente, pienso que no es el momento). Es evidente que, en la formación de conductores, tanto los que enseñan como los que evalúan han de hacer prevalecer la seguridad por delante del proceso de enseñanza-aprendizaje y de la propia evaluación o examen. También es cierto 2 que en todas las profesiones se debe velar por evolucionar de manera efectiva y adaptada a los continuos cambios a los que están sometidas las sociedades actuales. En este caso, aun desconociendo en profundidad las variables que intervinieron en el suceso, puedo dar testimonio de un hecho que: por azar, por destino o simplemente por casualidad presencié durante uno de los exámenes de hace unos meses. El relato es una muestra de la actitud, en relación a la seguridad, del funcionario que nos examinó ese día, que es la misma persona que ejercía como examinador en el fatídico accidente mortal al que hace referencia este escrito.

En un día lluvioso, antes de iniciar los exámenes de circulación    de moto en la zona 6 de Barcelona, el examinador se acercó a  la alumna, que le esperaba para comenzar la prueba, y con actitud afable y de buen talante le manifestó textualmente a la aspirante: “Mira (nombre de la alumna) si tú ves que por las  condiciones climatológicas te sientes insegura, o tienes miedo porque te puedes caer, porque el suelo está mojado, aplazamos la prueba de manera que no pierdas la convocatoria, ¿Qué me dices?” Ante el silencio de la aspirante, siguió diciéndole “Haremos lo que tú me digas, pero quiero que sepas que por mi parte no hay ningún problema… Vale más aplazar la prueba unos días a que puedas caerte por culpa del agua…       Luego añadió: “…, o incluso por culpa de otros que quizás no tengan el vehículo en buen estado” (mientras señalaba los neumáticos desgastados de un coche estacionado). No quiero  que corras el riesgo de hacerte daño y supongo que tú tampoco quieres ¿Verdad? ¿Qué me dices?”.

Lo cierto es que nuestra alumna tardó poco en responderle que no había problema, que estaba tranquila y se sentía segura, por lo que se inició la prueba de circulación desarrollándose con normalidad, de manera favorable y sin grandes contingencias que comentar. Aun y así, antes de empezar el examen el examinador le aconsejó que no corriera y que tuviera especial atención a los charcos y zonas de baja adherencia. También sé que, a lo largo de la vida, a veces, te encuentras con situaciones paradójicas de difícil explicación y este caso, desde mi modesta opinión, es una de ellas. Mi pésame para la familia del alumno que perdió la vida y mi ánimo para el profesor y el funcionario examinador.
Barcelona 11 de septiembre del 2019
Firmado:
Sebastià Sánchez Marín Profesor y Director de Autoescola Runner.
 Presidente de la Sección de Psicología del Tránsito y de la Seguridad del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña.
 Profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona



miércoles, 4 de septiembre de 2019

PÓNTELO, PÓNSELO


Parece que fue ayer, pero ya han transcurrido casi treinta años. Corría el año 1990 cuando, de manera novedosa para aquellas décadas, la administración, gobernada entonces por el PSOE de Felipe González, comenzó a inundar los medios de comunicación con una campaña a favor del uso del preservativo, bajo el eslogan: “póntelo, pónselo”.

En aquellos años los preservativos eran un producto tabú. Había pueblos donde no te los vendían en ninguna farmacia, por razones religiosas o porque como les daba vergüenza no los tenían.

Aquella campaña del gobierno, que tuvo una gran difusión, generó un gran revuelo social y sirvió, al menos, para normalizar el uso del condón.

Para bien o para mal, aquel eslogan caló en la sociedad y corrió mejor suerte que la propia campaña. Pasados unos años, el “póntelo, póselo” pasó a ser eslogan de una campaña de seguridad vial, haciendo referencia, en esta ocasión, al casco del motorista, porque la DGT se había percatado que la mayoría de los fallecidos en accidente de tráfico con motocicleta no llevaban puesto el caso.


 “Estampitas de coches” es el título de un libro editado por La Confederación Nacional de Autoescuelas en 1995. Javier Corominas, el que fuera Jefe Provincial de Tráfico en Palma de Mallorca, es su autor. Tiene ilustraciones del ibicenco Vicent Roig-Francolí, “FRANKY”, galardonado por la Jefatura de Tráfico en reconocimiento a la labor de educación vial que de manera indirecta reflejan sus dibujos publicados en Prensa.

El libro reúne, en sus 130 páginas, una serie de artículos y relatos divertidos de su autor relacionados con el automóvil y su entorno. En esta ocasión  reproducimos uno de ellos referido al eslogan de:

“ Póntelo, pónselo”.

“Que no os vengan con monsergas, no os dejéis embaucar, no es lo msmo con el chisme puesto que sin él. Al colocároslo sentís la sensación de perder parle de vuestra maravillosa libertad; luego, el placer ya no será igual o notaréis encerrados, sujetos, envueltos en algo artificial que aísla y presiona  vuestra carne. Hay que señalar también la agresión que supone a vuestra sensibilidad estética, porque algunos de estos artilugios son verdaderamente horrendos. Bueno, pues a pesar de todas esas premisas negativas, bien válidas, y prescindiendo de lo que digan las campañas oficiales, el clero, las cartas al director, vuestros padres, vuestros tíchers  o el sursum corda, yo me permito aconsejaros que sí, que os lo pongáis, tíos porque el casco tal vez resulte incómodo, antiestético, corte el viento dela cara y, con él, parte del placer de la velocidad, y os aísle algo de las sensaciones  exteriores, puede ser, quizá sea verdad, pero si os pegáis la piña nada va a ser tan eficaz para proteger vuestro preciado coco (al que tanto amáis) y vuestras queridas vértebras cervicales (que también estimáis  mogollón) como un buen casco.

Ojalá  no os deis nunca la castaña, pero, por si acaso, más vale que os mováis por ahí con el cacharro puesto”.




lunes, 19 de agosto de 2019

¿ALGUIEN NOS ENGAÑA CON EL DIESEL?


Parte del proletariado de finales del XIX y principios del XX utilizaba la bicicleta para sus desplazamientos.

En 1897 Ramón Casas, pintor barcelonés, famoso por sus retratos, caricaturas y pinturas de la aquella minoría social, económica, política e intelectual de Barcelona, pintó un cuadro donde se ve a él y a su amigo Pere Romeu pedaleando en un tándem. 

El cuadro colgó de una de las paredes  de la cervecería de su amigo Romeu  “Els Quatre  Gats”. Este local se convirtió en el cuartel general de la vanguardia artística de la ciudad Condal. Un  muy joven Pablo Picasso hizo su primera exposición en este bar.



Pero llegó el progreso y el tándem de la bicicleta fue sustituido por el de un automóvil con los mismos personajes.


El uso de la bicicleta empezó a decaer con la aparición del automóvil, y pronto llegó su abaratamiento. Poco tiempo después se convirtió en el medio de transporte de la clase trabajadora. A esto ayudó el hecho de que los hijos de los  miembros de los clubes  ciclistas se pasaron al automóvil.  La bicicleta empezaron a considerarla como algo impropio para su estatus social y económico. Adquirió matices políticos. La burguesía urbana decía de ella  que era un vehículo más apropiado  a la clase trabajadora y se empezó a relacionar con el socialismo y el anarquismo. Se convirtió en un una parte consustancial al proletariado de la época.



 Estamos a punto de finalizar la primera década del siglo XXI. Parte del proletariado actual está compuesto por albañiles y fontaneros de furgoneta con escalera en la baca, marchantes de mercadillos y comerciales a comisión con muchas horas en la carretera, autónomos del transporte ligero, gente que tiene en su automóvil una herramienta de trabajo, jornaleros del campo, padres que viven en el extrarradio de las ciudades, jóvenes con contratos basura  que no disponen de un pequeño y precioso ático en la almendra de cualquier ciudad para ir a la oficina tiesos, tensos, rígidos, estirados y erguidos encima de un patinete eléctrico. Este nuevo proletariado o alguien de su familia tiene un automóvil con motorización diesel. Y lo seguirá teniendo mientras pueda porque el tan cacareado coche electro no está a su alcance.

A este proletariado del siglo XXI le es más difícil cada día cambiar de coche. En su día se compró un diésel porque el combustible utilizado era el más asequible a sus menguadas economías. Pero llegó el escándalo del Dieselgate y  buena parte de los políticos y algunos entes mercantiles, ayudados por algún sector de la prensa han visto la ocasión para lanzar continuas campañas propagandísticas a favor de la movilidad eléctrica y en contra del diésel. Este populismo energético, como algunos lo llaman, ha emergido  con fuerza para declarar la muerte al coche diésel. Y esto afecta a unos cuantos millones de conductores españoles, mayoritariamente proletarios del siglo XXI.

 De la noche a la mañana, les han hecho sentirse sucios, antiecológicos y culpables de la contaminación de las grandes ciudades.

En un pispas, como si de un truco de magia se tratara, se les expulsa de los centros urbanos, se les aumenta el precio  del combustible que utilizan y hacen que se desplome el valor de reventa de sus vehículos hasta dejarlos sin cotización alguna. En definitiva, el automóvil con motorización diésel ha pasado de ser el coche que todo el mundo quería tener a ser el apestado de la carretera.

Hoy día, el mensaje que nos llega nos dice  que  lo correcto, lo ecológico, lo progre es sustituir nuestro coche de combustión interna, especialmente si es diesel, por uno eléctrico, porque más pronto que tarde prohibirán su circulación.

Sin embargo hay expertos que se alejan de esta visión, digamos que oficial e interesada, de los coches con motor de combustión interna y nos cuentas cosas interesantes. Son los expertos de la Asociación Española de Profesionales de la Automoción (ASEPA). Han presentado el estudio “Los motores de combustión contra la crisis climática”. En él se hacen afirmaciones más que interesantes y señalan a las mecánicas actuales de combustión como posible solución al problema global de la contaminación.

Piensen, amigos y amigas, que la energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma. Piensen que los motores eléctricos y las baterías no son nuevo. “En Navidad de  1898 apareció en París el primer coche eléctrico, y un mes más tarde ya paseaban más de cien las calles de la gran ciudad” (Diario de Córdoba, 1900).



Tampoco son limpios y, en general, no están libres de problemas.
Las prohibiciones, motivadas por un diagnóstico deficiente de la situación, no ayudarán en absoluto  ni para mejorar la calidad del aire ni para mitigar el calentamiento global. Al menos es lo que nos dicen estos expertos.

Afirman también que el primer gran problema es que el motor eléctrico no usa una fuente de energía sino un vector energético. Esto es, electricidad, que no existe como fuente y no se puede acumular en grandes cantidades; tiene que generarse cuando se consume.


El segundo gran problema, siguen señalando,  es que no estamos hablando de TICs (Tecnologías de Información y Comunicación), estamos hablando de masa, energía, potencia y el segundo principio de la termodinámica.

A pesar de todo es una evidencia que las fuente oficiales y/o interesadas no nos cuentan los claros y evidente inconvenientes de los coches con motores eléctricos: la contaminación encubierta que producen, un largo reabastecimiento, una menor vida útil del vehículo, un desorbitado precio de materias primas y, según Amnistía Internacional, un claro incumplimiento de los derechos humanos en la extracción de uno de los componentes de sus baterías.

Esta Organización ha llegado a afirmar que la producción de baterías para estos coches lleva consigo un alto nivel de explotación humana y contaminación en los países donde se fabrican.

Las materias primas para su fabricación como son níquel, cobalto, cobre manganeso parece que están alcanzando precios desorbitantes. El aprovisionamiento de cobalto es otro problema. Este mineral se extrae principalmente en la República Democrática del Congo, donde se incumplen los derechos humanos a través del trabajo infantil y falta de seguridad en las minas.

Las nuevas regulaciones  obligan a que los motores de combustión que se comercializan en la actualidad sean los más limpios de la historia. De ahí  que  “Un motor Diésel Euro 6d Temp moderno puede limpiar el aire de partículas y esmog (niebla contaminante) en países muy contaminados o durante episodios graves de contaminación”. Pero se le da poco divulgación a estudios como este.

La tecnología está disponible y la investigación en curso para permitir que los MCI de próxima generación actúen como aspiradores de contaminantes en el aire de las grandes ciudades. Esto es algo que, definitivamente, los motores eléctricos con baterías no pueden hacer”.

En mi modestísima opinión alguien  nos miente con esto del diesel y del coche eléctrico.

Las verdades a medias conforman una gran mentira y, visto lo visto y leído lo que se publica, me pregunto: ¿quién nos engaña? ¿Por qué nos engaña?


domingo, 4 de agosto de 2019

LA PROVINCIA DE CÁDIZ CUENTA CON SOLO 17 EXAMINA-DORES DE TRÁFICO PARA 12.000 ALUMNOS


Nada más y nada menos que 12.000 alumnos en espera de ser examinador. Por eso este pasado dia 2 de agosto, alrededor de trescientos vehículos de autoescuela han circulado en caravana por las calles de Cádiz para exigir más examinadores

La situación de Cádiz es extrapolable a Málaga, Sevilla , Granada y muchas otras provincias españolas. Hace pocos días eran las autoescuelas catalanas las que se manifestaban protestando por lo mismo. No es un problema puntual de verano, es un problema estructural que los distintos mandamases de la DGT no han sabido solucionar desde que asumieron las competencias de la formación y evaluación de los aspirantes a conductor. De esto hace ya medio siglo.




Hace un par de años, en Cádiz, había 37 examinadores pero al no suplirse las jubilaciones, se ha acabado por perder 20 puestos de trabajo. Una protesta que han escenificado con una caravana coches de autoescuela que ha recorrido la avenida principal de Cádiz hasta la Subdelegación de Gobierno en Cádiz.

El el colectivo de autoescuelas afectadas considera que “la ciudadanía tiene derecho a recibir el servicio público por el que paga por adelantado la correspondiente tasa”, y que las escuelas de conductores “tienen el derecho a poder trabajar”.

¿Pasaría esto de estar externalizados los exámenes?






jueves, 25 de julio de 2019

LA RUINA DE LAS AUTOESCUELAS


No soy afectado, ni de una parte ni de otra. Soy un simple y sencillo espectador de la situación. El trance quizá sea más grave en estos momentos, pero no es nuevo, ha existido siempre, es un problema endémico desde que la DGT asumió esta competencia. Si lo dudan, se pueden dar una vuelta por las hemerotecas.

Siempre he sido contrario a la privatización de los exámenes de conducir. En consecuencia siempre he sido partidario de que esta actividad la deben desarrollar los funcionarios públicos, conocidos como “Examinadores de Tráfico”. Si se hace bien y con eficacia. Pero son los políticos los incapaces de  resolver esta situación mantenida en el tiempo.

Es por ello, que cambio de opinión y, muy a pesar mío,  abogo por esa privatización a sabiendas de que no sirve de nada. Los políticos, como siempre, harán lo que convenga a ellos, no a los ciudadanos.






El colapso en los exámenes empieza a cerrar autoescuelas: "No hay bolsillo que lo aguante"

Las listas de espera para el práctico están tan saturadas que los alumnos tienen que esperar varios meses para presentarse al examen.
La falta de examinadores no sólo desespera a los aspirantes a conductor, también está llevando a muchas autoescuelas a la ruina…


jueves, 18 de julio de 2019


Marcha lenta de 200 coches de autoescuelas catalanas para exigir más examinadores y reducir esperas



Unos 50.000 alumnos están pendientes de examinarse, con esperas de hasta seis meses.

 La DGT anunció el pasado lunes 25 nuevos examinadores para toda Cataluña, 16 de ellos para la provincia de Barcelona. Coches de autoescuela aparcados frente a la Delegación del Gobierno de Catalunya. Dos centenares de coches de autoescuelas de toda Cataluña han rodeado a las 10.30 horas de este martes la Delegación del Gobierno en Cataluña para exigir "soluciones inmediatas" a la falta endémica de examinadores del carnet de conducir destinados a Cataluña por la Dirección General de Tráfico (DGT), que provoca que haya una bolsa de 50.000 alumnos pendientes de examinarse del práctico de circulación, y una lista de espera que supera los seis meses. 

Representantes de los concentrados se han reunido en la calle con el subdelegado del Gobierno, Carlos Prieto, quien les ha trasladado que están trabajando para resolver "una problemática heredada" y quien ha asegurado, además, que "Cataluña tiene hoy un máximo histórico de examinadores". La protesta se ha alargado hasta las 11.30 horas, cuando agentes de los Mossos han comenzado a identificar a los manifestantes y estos han comenzado a dispersarse. 


miércoles, 17 de julio de 2019

IMPRUDENTE Y TEMERARIO A LOS 88 AÑOS



Parece mentira, pero es real como la vida misma. El Agente no se lo podía creer, pero él sabe que el radar no miente, ni tampoco el DNI. Nada más y nada menos que 88 primaveras a los mandos de un Seat y a 156 kilómetros por hora.


 Me imagino al Agente mirando y remirando una y otra vez, para asegurarse,  la velocidad detectada por el radar, los datos del permiso de conducir y el rostro de aquel conductor en el que se reflejaban la huellas que deja el paso de los años.

La velocidad, 156 kilómetroa por hora, la fecha de nacimiento, 1921. Eso eran 88 años, ni uno más ni uno menos, y no se lo podía creer.
El Agente, después de respirar hondo, se diría para sus adentros (es lo que yo me diría): otro “fitipaldi” obligando a su particular ángel de la guarda o a San Cristóbal, patrón de los conductores, a que le proteja una vez más. Hasta que uno u otro se cansen y entonces…
No me imagino, sin embargo, qué podría contestar este imprudente conductor a sus  nietos o a sus biznietos, que edad para tenerlos la tiene, si cuando lo vean y  después de darle un cariñoso beso le preguntan: ¿a dónde ibas, abuelo, con tanta prisa cuando te paró la Guardia Civil?

La noticia ha saltado estos días a los periódicos: La Guardia Civil ‘cazó’ en Ourense a un hombre de 88 años a 156 kilómetros por hora.

El conductor, según parece, no solo excedía el límite de velocidad permitido en autovía, sino que también se pasó por el arco de triunfo las restricciones que le habían puesto cuando renovó su permiso de conducir: limitación de velocidad de 90 km/h; prohibido circular por autopista; conducir solo en horas diurnas y en un radio de acción de 20 kilómetros; debía usar lentes correctoras durante la conducción.

Le deseamos una larga vida  a este “fitipaldi”, pero a la vez  esperamos y deseamos que sea su última  imprudencia por su bien, el de su familia y el de todo aquel que llegue a cruzarse con él en la carretera. Esperamos y deseamos que recapacite, se dé cuenta de su comportamiento irresponsable y peligroso y no lo vuelva a repetir.

Lo mejor que puede hacer es desplazarse en el coche de San Fernando, unos rotos a pie y otros andando.