lunes, 11 de mayo de 2020

LA RENTRÉE


VUELTA A LA FAENA






Si hay alguna actividad profesional castigada por las circunstancias, entre las cuales están las que vienen impuestas por la Administración de turno como son sus reglamentos, decretos , órdenes, instrucciones, etc., esa es la faena que se lleva a cabo en las autoescuelas.


Una vez más, para este sector, ha llovido sobre mojado. Todo lo que puede salir mal, ha salido peor. Cuando empezaban a levantar cabeza, a remontar las graves consecuencias económicas de las crisis económicas y de las huelgas de examinadores, en especial, la del 2017 por su larga duración (6 meses quiero recordar), llega el mil veces maldito vicho que arrambla con vidas y haciendas de quienes se le ponen por delante.

Cuando haya pasado, muchas autoescuelas habrán desaparecido con él. Las que queden tendrán que adaptarse, durante un tiempo, al coronavirus, y después o a la vez reinventarse y seguir luchando para sobrevivir y mejorar.

He leído que las autoescuelas  de formación "on-line" han tripicado las matrículas durante el confinamiento, pero los coches de unas y otras siguen sin generar ingresos después de dos meses de paro forzoso. Las autoescuelas muestran su preocupación por el futuro del sector, de ahí que su mayor preocupación, entre otras consideraciones, sea su futuro profesional y laboral.

Ya se sabe el cuándo: 25 de mayo, con el comienzo de la fase 2. Fecha sujeta a las posibles demoras de cada comunidad autónoma a la hora de acceder a la segunda de las fases previstas en el modelo de desescalada asimétrica.

El cómo es aún una incógnita, aunque bastante predecible. Los parámetros  han sido o serán consensuados por representantes de CNAE con responsables de la DGT, teniendo en cuenta las normas sanitarias.

El profesorado de las autoescuelas ser va a enfrentar en los próximos meses a situaciones extrañas, inauditas, anormales e insólitas. Tendrán que amoldarse a cualquier situación que se presente y se le exija para la supervivencia del negocio, en especial en la formación práctica, que no puede ser de otra manera que dos personas en el habitáculo del vehículo a una distancia de seguridad inferior a la  exigida en la calle, comercios, bares, farmacias, etc.


Más asequibles y fáciles de poner en práctica son las medidas de prevención en el aula de teórica: separación entre alumnos de entre 1,5 y 2 metros y uso de mascarilla. Desinfección de aula, sillas, mesas, ordenadores, etc.

Más complicado y complejo será la puesta en práctica en el coche tanto para las clases como para los exámenes.
Será necesario el uso de mascarilla (al menos, de tipo FFP2)  y guantes tanto para  alumnos  como para profesores y desinfección del vehículo al terminar la clase.

Los exámenes teóricos  se realizarán aplicando las correspondientes medidas de prevención: se evitarán las aglomeraciones, y la presencia de acompañantes en zonas de espera, se mantendrá la distancia de seguridad y será obligatorio exigiendo a cada examinando el uso de guantes y mascarilla, además de la limpieza de manos a la entrada del aula con geles hidroalcohólicos.

En los exámenes prácticos habrá sólo un alumno en el vehículo por cada prueba y deberá usar siempre guantes y mascarilla, al igual que el examinador, que irá sentado en la plaza trasera derecha. Después de cada prueba habrá que ventilar el vehículo y desinfectar los mandos principales del interior.

La DGT ya ha anunciado que para favorecer la vuelta a la normalidad se seguirán realizando exámenes durante todo el periodo que normalmente era de vacaciones de verano.

A pesar de los pesares, conociendo la resiliencia profesional de este colectivo, estoy seguro que la mayoría saldrá adelante. Hace años que vienen demostrando su capacidad para adaptarse a cambios de todo tipo e incluso a resistir crisis y contratiempos económicos de todo clase como la doble recesión, la del 2008 y 2012. Si para algo han servido los años de crisis y de contratiempos que han experimentado las autoescuelas ha sido precisamente para comprobar el nivel de resiliencia de sus profesionales.

Espero de los profesionales y les deseo que su capacidad de resistencia iguale a la de sus predecesores y saque a las autoescuelas de esta inoportuna  e  inesperada crisis que nos ha traído el maléfico virus.