Allá por el mes de
marzo de 2016, publiqué un post cuyo título era “GABARZOS NEGROS EN LA
PROFESIÓN. El motivo fue la investigación de la Guardia Civil a
38 personas pertenecientes a un presunto grupo organizado en varias provincias
andaluzas que habría defraudado hasta 82.000 euros a la Seguridad Social a
través de las bonificaciones del Certificado de Aptitud Profesional del
conductor (CAP) impartido en varias autoescuelas.
El motivo
de este post y su título es la noticia aparecida estos días en la prensa. Otra
investigación relacionada con
autoescuelas, en este caso, de Sevilla.
Ante las
sospechas de un posible fraude en la expedición de certificados de cursos para
la obtención del permiso de conducir de la clase A que no llegaban a realizarse,
el Grupo de Investigación y Análisis de
Tráfico (G.I.A.T) del Sector de Tráfico de la Guardia Civil de Andalucía, en colaboración con la Jefatura Provincial de Tráfico de Sevilla,
se puso a investigar. A la operación de investigación la que han llamado
acertadamente “AUTOMOTERO”. Estos de la Guardia Civil son la “leche” a la hora
de poner nombres a sus investigaciones. Como consecuencia de las pesquisas han detectado
a dos autoescuelas que no realizaban los cursos y, sin embargo, expedían los
correspondientes certificados. Conducta esta irresponsable e ilícita. En
definitiva un fraude.
Un profesor de
autoescuela ha sido detenido,
y se investiga igualmente a los dos directores de las dos autoescuelas implicadas,
a dos profesores y a seis alumnos.
Esta conducta fraudulenta, aparte de ser una competencia desleal que
perjudica a las autoescuelas que trabajan honestamente y con profesionalidad,
que son la gran mayoría, afecta
enormemente a la seguridad vial por permitir conducir este tipo de
motocicletas a personas que no han alcanzado ni demostrado la pericia necesaria
e imprescindible para tal actividad.
Según leo en varios medios de comunicación digitales, las diligencias
han sido entregadas a la Fiscalía de Seguridad Vial de la Audiencia de Sevilla y
no se descartan nuevas actuaciones porque la operación sigue abierta.
Quiero
volver a recordar aquello que decía mi abuela: por un garbanzo no se descompone la olla. Sólo es cuestión de
apartarlo. Es bueno que se localicen y se aparten a todos los garbanzos negros
que puedan existir. La profesión será más digna sin ellos.