…cierto y real, pero con una salvedad, y
no pequeña, que esto ocurría en la primera década del siglo pasado en Francia.
Era una tarde fría del mes de febrero de
1908. Un inquieto reportero de un periódico parisino quería informar a sus lectores
sobre el número de permisos de conducir emitidos en Francia hasta aquel mismo
día. Y, dejando las huellas de sus zapatos sobre la nieve, dirige sus pasos,
muy decidido, hacia la Prefectura de Policía parisiense. Había concertado por
la mañana una entrevista con el
funcionario que podía proporcionarle la información que buscaba.
El primer permiso de conducir — le
comenta el servicial funcionario —, fue emitido en Marzo de 1898 por el Ingeniero
de Minas adscrito en esa época al Departamento de Tráfico de vehículos a motor.
Desde entonces, y especialmente desde
1903, el número de estos permisos ha aumentado cada mes en proporciones considerables.
El último — le sigue comentando el amable funcionario — casualmente, acabo de entregarlo
hace una hora y tiene el número 50.432. Su titular es D. Paul Fassigny, y el
vehículo un cochecito de de dos cilindros con una potencia de 6-9 caballos.
¿Podría decirnos — pregunta el reportero
— si se ha reducido el tiempo que viene
transcurriendo desde la declaración del vehículo hasta la obtención del permiso de conducir?
Sí, le respondió.
En vista de la gran demanda, — siguió
explicándole — los inspectores jefes han tenido que aumentar el número de
examinadores. En estos días, por
ejemplo, los examinadores, a menudo, otorgan el permiso de conducir y lo entregamos
dentro de las cuarenta y ocho horas posteriores a la entrega de la solicitud.
¿A esto le podríamos llamar eficacia y
eficiencia de un servicio público?
¡Qué pena que la Administración española
con competencias para expedir permisos de conducir no funcionara con parecida celeridad!
Notas a pie de página:
En el año que nos ocupa, 1908, en Francia
había censados 37.886 vehículos y en París 7.207 y causaron 69 muertos.
En España se empezó a exigir el permiso
de conducir desde el año 1900.
