jueves, 27 de julio de 2017

TRISTES HISTORIAS DE AUTOESCUELAS

Como saben los que me leen, mi blog, se  llama: ”historias de las autoescuelas”. Y  hoy, quiero traerles un artículo publicado en abc.es con el titulo de: “tristes historias de autoescuelas”.

A mí, su lectura me ha sugerido otros títulos que no voy a mencionar. A la vez me han surgido algunas  preguntas para las que no tengo respuestas.

Son dos historias incomprensibles, absurdas y raras. Son dos historias dignas de Franz Kafka, pero reales como la vida misma.


Pero será mejor que, a continuación, las lean en el artículo completo fechado en Toledo el día 25 de julio de 2017 y publicado en www.abc.es y saquen sus conclusiones.

Tristes historias de autoescuelas

Fernando y María cuentan a ABC su amarga experiencia con la Jefatura Provincial de Tráfico el día que los profesores de autoescuelas se echan a la calle para manifestarse.

Las huelgas que las autoescuelas están realizando en las últimas semanas por toda la geografía española tuvieron esta mañana su parada en Toledo. Profesores de estos negocios distribuidos por toda la provincia se manifestaron por las calles de la capital regional exigiendo a la Jefatura Provincial de Tráfico que solucione la falta de examinadores para poder impartir una formación de calidad a los alumnos.

Entre los afectados por esta situación, dos profesores de autoescuela de Toledo denunciaron a ABC lo mal que lo están pasando por esta situación. Uno de estos casos es el de Fernando, un profesor de autoescuela «de toda la vida», que el 3 de julio se encontró con una situación inédita hasta ahora en su extensa vida laboral. Ese día, a las 9.50 horas, estaba en el lugar indicado para examinar a un alumno en la capital regional.
La cita con el funcionario de la Jefatura Provincial de Tráfico iba a tener lugar en la pista de exámenes del Polígono a las 10.00 horas. Sin embargo, el funcionario examinador no se presentó. Tras una espera de «cortesía» de más de 50 minutos, Fernando cuenta que él y su alumno decidieron marcharse del lugar para acudir a la Jefatura Provincial de Tráfico de Toledo, donde el profesor decidió poner una reclamación.

Quince días después de todo eso, Fernando recibió en su domicilio una carta de la Dirección General de Tráfico (DGT). Extrañado, decidió abrirla y descubrió, sorprendido, que había sido denunciado por «no colaborar con el funcionario durante las pruebas de actitud del día 3 de julio a las 10.00 horas».

El profesor de autoescuela no tiene ninguna duda cuando se le pregunta por los modos de la Jefatura Provincial de Tráfico: «Esto parece una dictadura. El examinador no se presentó y, por lo tanto, no pude colaborar con él. El funcionario no fue al examen ya que estaba de huelga».
Aunque Fernando sostiene que la culpa no fue suya, el incidente puede costarle una multa, ya que la DGT le ha sancionado con 200 euros de penalización por esa «falta de colaboración». Fernando va a recurrir el castigo.

Si esta situación le parece «indignante» a Fernando, el caso de María no es para menos. Ella también es profesora de autoescuela y su caballo de batalla, la Jefatura Provincial de Tráfico, que dirige Javier Caparrini.

Esta profesional relata que varios de sus alumnos, cansados de la situación «lamentable» en la que se encontraban, decidieron interponer una reclamación, a título personal, para intentar resolver el problema de la falta de exámenes de conducir. Lo hicieron ante el organismo que depende de Caparrini.

Sorpresa
Lo que no se esperaba esta profesora era recibir en su domicilio, el 10 de abril, una denuncia de la DGT por «instar a alumnos declarados no aptos a presentar una denuncia colectiva a la Jefatura Provincial de Tráfico por cuestiones ajenas a la enseñanza». Como a Fernando, la multa también fue de 200 euros.

La profesora llegó a juicio y en la sala de vistas declaró que «los alumnos hicieron cada uno su escrito, escribiendo su nombre. Los alumnos habían hecho esas reclamaciones a título personal, sin mediación de la autoescuela», recalcó ayer.

Sin embargo, la autoescuela de María fue condenada a pagar las costas del juicio porque la sentencia, ya firme, fue condenatoria.

Por lo menos, a Fernando y María no les han podido quitar el derecho al pataleo y por ello han participado este martes en la protesta ante la Jefatura Provincial de Tráfico. Una manifestación que fue secundada por casi el 100% de las autoescuelas de la provincia. Fernando y María esperan que su repulsa sirva para encauzar esta crisis.