viernes, 30 de septiembre de 2022

ERAMOS POCOS Y PARIÓ LA ABUELA…

 

Aspirantes a ejercer la actividad de profesor/a de autoescuela se enfrentarán a una nueva formación que se implanta por vez primera en España.




 Por si no había problemas para conseguir profesores y profesoras de autoescuela, aquí vienen unos políticos  y se inventan uno nuevo: para realizar el nuevo curso para enseñar a conducir hay que saber euskera.

Una piedra más  en el camino. Claro, ellos tienen el sustento económico resuelto, ¿qué les importa el de los demás? Varios medios digitales se han hecho eco del tema con titulares como los siguientes:

* “El Gobierno vasco sólo permitirá ser profesor de autoescuela sabiendo vascuence”

* “Educación sólo permitirá ser profesor de autoescuela a quien sepa euskera”

* “El País Vasco obligará a los profesores de autoescuela a saber Euskera para poder ejercer”

* “La formación solo en euskera para ser profesor de autoescuela agrava la falta de docentes”

 

* Solo quienes sepan euskera podrán ser profesor de autoescuela en el País Vasco

 

El Departamento de Educación de la comunidad ha asegurado que la medida proviene de la alta demanda y ha omitido las críticas de los aspirantes y las asociaciones del gremio.

 Una versión plenamente subjetiva que, además, tampoco justificaría el hecho de que todos los profesores tuvieran que cursar el nuevo Módulo en euskera.

A la vista de los datos conocidos, no parece muy verídico que la exigencia de hacer el curso en euskera viene  justificada por la alta demanda de que las clases se impartan en euskera.

 Fuentes del sector vienen manifestando que la demanda de clases en euskera en las autoescuelas vascas es mínima y sobre todo se limita a algunas zonas de Guipúzcoa. Según datos de la DGT, en el año 2020,  de 26.386 exámenes que se realizaron, solo 414 fueron en euskera, un escaso 1,57%. En 11 años y aun estando subvencionado solo 1.114 personas han obtenido el permiso de conducir en euskera.

A pesar de lo que se diga desde el Departamento de Educación, los datos muestran que la demanda para hacer en euskera el nuevo módulo para profesores y profesoras no justifica el  imponer el euskera como la lengua en la que se formarán los futuros profesores de autoescuela y no dar opción alguna para realizar en castellano el ciclo superior de FP que en dos años les garantizará ser profesores o profesoras.

 

En un medio de se dice que entre la veintena de inscritos en Elorrieta apenas media docena dominan la lengua vasca con la suficiente fluidez para superar un curso de estas características.

El presidente de la Asociación de Autoescuelas de Álava ha asegurado que el hacer obligatorio el Euskera en este sector va a provocar una reducción de la demanda de estudiantes. Además, ha reprochado que esta medida es discriminatoria hacia los profesores: «Si alguien quiere estudiar una carrera aquí tiene la opción de hacerla en castellano o en euskera. ¿Por qué no para ser profesor de autoescuela».

«Las autoescuelas necesitamos profesores para enseñar a conducir; no profesores de euskera», ha denunciado el presidente de la federación de las autoescuelas de Euskadi.



 

"No hay quien suceda a los profesores que se están jubilando y hay otro problema, que la DGT no dispone de muchos examinadores con lo que las autoescuelas tenemos limitado el número de alumnos que podemos presentar a examen cada semana”. Y lamenta: hacen falta profesores, punto. Si saben euskera pues mejor, pero no puede ser condición sine qua non porque de esta forma se deja fuera a muchos aspirantes.

Euskadi cuenta con medio millar de profesores de autoescuela pero, según las estimaciones de la agrupación de autoescuelas vascas, faltan unos 150.

Montenegro calcula que a corto plazo las autoescuelas vascas necesitarán cubrir unas 200 vacantes y en Vizcaya apenas se ofertan 22 plazas en el único centro que oferta el módulo.

 

Falta de profesores, clases sin impartir, material traducido sobre la marcha, un centro con una infraestructura inadecuada... Son algunas de las denuncias que hacen los estudiantes gasteiztarrak.

No hay formadores suficientes que cumplan el requisito idiomático, lo que afecta a la impartición de clases. "No tienen gente para enseñarnos todas las materias en euskera", denuncian los estudiantes que acuden al centro Ciudad Jardín de la capital alavesa.

El material de estudio no está traducido. Los profesores lo van traduciendo sobre la marcha, a medida que lo explican. La organización la tildan de mala, surrealista y caótica.

Pero qué se le va hacer. La política, aun siendo inadecuada, se impone una vez más a la buena praxis. Así si algo está mal, siempre es susceptible de empeorar, es decir: parió la abuela.