Cuando se produce un accidente
especialmente grave o complejo en el que las causas no se han podido determinar
tras los primeros análisis, o ha ocurrido un siniestro que ha provocado
especial alarma social, o un juez que ha decidido saber con mayor detalle las
circunstancias que provocaron un accidente, aunque éste hubiera tenido lugar
hace ya algún tiempo, antes de dictar su veredicto o a instancias de una de las
partes entra en escena el equipo DIRAT. Estos expertos investigadores
cuentan con programas informáticos de simulación y diferentes tipos de cinemómetros
(medidores de velocidad por radar y por laser) que ayudan a esclarecer las
circunstancias en las que se produjo el siniestro.
El equipo DIRAT de la Guardia Civil viene a ser el “CSI” del
tráfico. Reconstruyen
los accidentes con cálculos matemáticos, con ayuda de la física, la dinámica y
las nuevas tecnologías. Realizan trabajos de campo con un Laser Escaner 3D.
Aplican el principio de la cantidad de movimiento y de la conservación de la
energía. Hacen cálculos sobre la energía
de fricción, de deformación, el calor disipado y evalúan toda una serie de
factores.
Desde las huellas de los neumáticos,
hasta la rotura de cristales o el desplazamiento de los viajeros, todo puede
ayudar a estos especialistas a reconstruir una colisión tanto total como
parcial, tanto actual como de hace algunos años.
Una vez recopilados todos los datos en el lugar del siniestro los
agentes del DIRAT establecen un estudio a través del que formularán las
distintas hipótesis de investigación que puedan haber causado el accidente. Las
hipótesis se basan en cálculos matemáticos y físicos para obtener todos los de
los hechos hasta el momento del impacto.
Este equipo se basa en la reconstrucción; parten del resultado final e intentan
aclarar que pasó antes.
Eran algo más de las cinco de la
tarde de un día cualquiera del mes de
abril de 2016. Un BMW descapotable conducido por una joven de 20 años que circulaba por la autopista de
Andratx embistió a un motorista que iba
por el carril derecho en su mismo sentido. El motorista de 40 años salió
despedido. El turismo sin control alguno salió volando por su lado derecho
hacia un terraplén hasta golpear contra dos árboles, volcando en una zona
boscosa. El motorista murió en el acto. Dos ocupantes del automóvil, ambos de
24 años, también perdieron la vida. La conductora fue trasladada al hospital de
Son Espases de Palma de Mallorca en estado crítico. El cuarto ocupante,
con pronóstico menos grave, fue
trasladado a una clínica de Palma.
Los susodichos expertos, después de sus
investigaciones, han llegado a la conclusión que el vehículo, cuando embistió a
la motocicleta, lo hizo a una velocidad de 130 km/h.
Para calcular la velocidad a la que circulaba el BMW cuando se
salió de la vía, los agentes han analizado
el punto de impacto con el árbol. Han reconstruido el grave accidente
por tramos y han concretado la velocidad del BMW en cada momento. Los
investigadores han tenido en cuenta para realizar el informe factores como huellas de fricción, mediciones, daños de los
vehículos, estado toxicológico de la conductora, etc.
Los expertos que han intervenido no descartan que un ligero resalto
en la calzada hubiera influido como un factor más en la pérdida de control del
BMW, unido a la excesiva velocidad a la que iba la joven y su impericia ya que
no tenía permiso de conducir para tal vehículo. Además, como se ha publicado,
dio positivo en los análisis de sangre efectuados en el hospital en cannabis,
cocaína, benzodiacepinas y opiáceos.
Parece
ser, según la prensa, que los
especialistas de la Guardia Civil de Tráfico han determinado en su investigación
que el BMW modelo 346 siniestrado circulaba, al menos, a 170 kilómetros por hora por la autopista
instantes antes de la pérdida de control. Este baremo está estimado como
mínimo, puesto que los peritos han utilizado coeficientes conservadores en
todos sus cálculos, así como en la valoración de los daños y no tan tenido en
cuenta otras energías como la cedida en la colisión con la motocicleta. No se
descarta que la velocidad del descapotable aquella fatídica tarde del 16 de
abril fuera mayor.
La joven conductora del BMW que provocó el accidente fue detenida y pesan sobre
ella graves acusaciones… pero los fallecidos no recobraran la vida.
¡Éste, como tantos otros accidentes de tráfico, era evitable!
(Fuente: Diario de Mallorca)