martes, 26 de junio de 2018

LA NUMERACIÓN DE LAS CARRETERAS NACIONALES ESPAÑOLAS: ¿A QUÉ CRITERIOS RESPONDE?


¿Alguna vez te has preguntado por el significado de las letras y los números que identifican las carreteras de España?  N-322, N-521, N-401, N-320 y tantas otras. Evidentemente esta numeración no estaba elegida al azar. Responde a una organización lógica de la red de carreteras que conecta cada uno de los núcleos urbanos. Posiblemente desconoces que esos tres dígitos, que tanta veces has visto, se deben a unos criterios que te permiten conocer al verlos por qué parte de España estas circulando y en qué dirección lo haces.




Pero antes de ir a ello, y para mejor situarnos, rememoremos unas pinceladas de historia.

El origen de la red de carreteras con estructura radial centrada en Madrid se lleva a cabo durante el reinado del  reformador ilustrado, es decir, Carlos III. Se ocupó de que se construyeran en España más de 2.000 kilómetros de vías y se llegaron a construir más de 600 puentes.

Se trataba de comunicar Madrid con Andalucía, Cataluña, Valencia, Galicia, Burgos y Extremadura. Pronto se sumaron las carreteras de Madrid a Francia por Irún y de Madrid a Badajoz y a la frontera portuguesa.

De aquí damos un gran salto en la historia y llegamos a principios del siglo pasado, concretamente a 1926. Era ministro de Fomento el Conde de Guadalorce, Rafael Benjumea. Durante su mandato se aprueba, mediante un Real Decreto-Ley la creación del “Circuito Nacional de Firmes Espaciales” (CNFE). Con este, se pretendía dar respuesta a las demandas del continuo tráfico rodado de automóviles. Se trataba de crear o mejorar una serie de itinerarios que conectaran los principales núcleos urbanos y aquellas zonas de especial valor histórico-artístico. Fue el proyecto que permitió cambiar  el estado de nuestras carreteras. Las mejoras fueron visibles. Se eliminaron curvas peligrosas, y se peraltaron sus bordes exteriores para contrarrestar la fuerza centrífuga. Y esto, junto a los nuevos materiales asfálticos, fue  una novedad para los europeos que nos visitaban, ya que  la técnica propuesta por el Circuito sólo se había aplicado hasta entonces  en las carreteras del susodicho Circuito. Debido a las mejoras introducidas ya era posible  alcanzar con un turismo la vertiginosa velocidad de 65 km por hora.



Desde entonces se fueron introduciendo cambios que mejoraron  de forma considerable en nuestras carreteras. Pero estalló la guerra civil y todas las propuestas de progreso encallaron.

El resultado de la guerra fue desastroso para la estructura viaria española, no sólo por la ineludible falta de atención y pérdidas causadas por la contienda, sino también por la táctica empleada por los republicanos de destruir en su retirada todo tipo de estructuras y accesos viarios.

 Pasa la guerra civil y se aprueba el Plan General de Obras Públicas elaborado bajo la dirección de Alfonso Peña Boeuf, Ministro de Obras públicas del primer gobierno franquista. Este plan se acompañó de una Instrucción de Carreteras, de 11 de agosto de 1939, sobre normas relativas a la construcción, mejora y acondicionamiento de carreteras y caminos.

Su primer artículo clasifica las carreteras en tres grandes grupos: Nacionales, Comarcales y Locales. Se dispuso que las nacionales habían de tener 9 metros o más de ancho; las comarcales, 7,5 y las locales 6 metros. Anchuras más que insuficiente para estos tiempos donde impera, por encima de todo, el automóvil.

Entre las primeras carreteras, figuran las que unen Madrid y las capitales de provincia entre sí y con las costas y fronteras. En las comarcales se incluyen la red de segundo orden que comunican  comarcas importantes por su agricultura, su industria o su comercio. Y todas las demás carretera así como los caminos vecinales tienen la consideración de locales.

También, se fijaron las normas adecuadas para la señalización. Se establecieron unos criterios para poner orden en la desordenada kilométración. Se  implantó un sistema coordinado de numeración en los postes y placas para que el viajero pudiese saber su situación en la carretera y hacia donde se dirigía sin recurrir a mapas. El sistema era, para aquellos conductores de los años cuarenta y cincuenta, y salvando todas las distancia que quieran, como el utilísimo sistema GPS de ahora.

El fondo de aquellos postes y  placas debía ser rojo si se trataba de una carretera nacional; verde, si era comarcal, y amarillo, cuando era local. En el fondo de la placa se inscribía la inicial N, C o L, seguida de un guión  y el número que le correspondiese.

Pero ya va siendo hora que abordemos el principal motivo de este artículo: el significado de los números que aparecen en las señales.  



El Plan Peña, como se dio en llamarle, mantenía el sistema radial, con seis tramos que empezaban en la Puerta del Sol (actual km 0). Dividió a España en seis sectores, que quedaban delimitados por las seis carreteras radiales:
·       N-I Carretera Madrid a Irun (carretera de Burgos).
·       N-II Carretera Madrid a Francia (carretera de Barcelona).  
·       N-III Carretera Madrid a Valencia (carretera de Valencia).
·       N-IV Carretera Madrid a Cádiz (carretera de Andalucía).
·       N-V  Carretera Madrid a Portugal (carretera de Extremadura).
·       N-VI Carretera Madrid a A Coruña (carretera de la Coruña).

Los susodichos seis sectores quedaba delimitados por estas seis carreteras radiales. Mas tarde se asigna el 7 a las carreteras de  Baleares y el 8 a las de Canarias.

Estas zonas viarias se tomarían como base a la hora de nombrar el resto de carreteras. Además se divide el mapa nacional en coronas circulares con radios de 100, 200, 300, 400 y 500 kilómetros de distancia  de Madrid. A cada sector de esa corona se le asignó un número determinado que servía para nombrar a cada una de las carreteras. 



Excepto las susodichas seis carreteras fundamentales que constan de un solo dígito, todas las demás se numeran con tres dígitos. Cada uno ofrece una información en base a unos criterios:
-        El primer dígito hace referencia a la zona o sector donde  tiene su origen la carretera ( del 1 al 6).
-        El segundo, a la zona de la corona concéntrica en la que esta la carretera. Hace referencia al  radio del circulo correspondiente a la distancia a Madrid.
-        El tercer dígito depende de si la carretera es radial (en cuyo caso sería un número impar) o transversal (que vendría indicada por un numero par. El cero se considera par).

Como los caminos son largos para situar cualquier punto o lugar de estos se dispones que su  kilometraje comience siempre en el extremo que en su denominación se cite en primer lugar y en forma tal, que los que van del centro a la periferia, o sea en los radiales, los kilómetros resulten descendiendo hacia Madrid y los que se consideren como de circunvalación vayan disminuyendo siguiendo la dirección dextrorsum. El sistem servía también para las carreteras locales y comarcales.

Hay que apuntar que las islas tenían un sistema propio, con una numeración específica para cada isla. Así, las carreteras de Baleares comenzaban con el número 7 y las Canarias con el 8. La segunda cifra correspondía a una isla concreta y la tercera a si rodeaba la isla o era una carretera radial.
Veamos algún ejemplo de numeración de carreteras que nos pueda hacer comprender mejor este galimatías.
Carretera nacional N-322:
La  carretera nacional N-322, de Córdoba a Valencia determina su numeración de acuerdo al siguiente procedimiento
-        El primer dígito nos dice que discurre por el sector 3.
-        El segundo dígito,  el 2,  que arranca de la corona circular entre 200 y 300 kilómetros de Madrid. Córdoba dista de Madrid en línea recta 296.06 km aunque para llegar haya que recorrer 396 km por carretera.
·       Por último, el tercer dígito, también 2, que es número par nos indica que es una carretera de circunvalación que arranca de la zona 32.


Veamos otro ejemplo, carretera nacional N-521:
La N-521, de Trujillo a Portugal por Cáceres, determina su numeración de acuerdo con el siguiente procedimiento:
·       Discurre por el sector 5 (primer dígito 5).
·       Nace en la corona entre 200 y 300 km de Madrid. Trujillo está a unos 250 km (segundo dígito 2).
·       Es una carretera de dirección radial (tercer dígito impar 1).


Hace unos años, callejeando por Palma me encontré con este poste kilométrico. Estaba incrustado en la fachada de una vivienda de la calle Aragón. Le hice una foto. Estos postes llamados también mojones eran de los objetos más representativos de nuestras carreteras a lo largo y ancho de la geografía española en los  años cuarenta y cincuenta del siglo pasado..
No hace mucho que volví a pasar por el mismo lugar y ya había desaparecido. Este poste pertenecía a una carretera comarcal de nivel estatal. Su nombre estaba formado por la letra C, que indicaba que era una carretera comarcal y por el número 713 que era el número que recibía según el orden de nomenclatura de las carreteras de España. El primer dígito (7) era por estar en el archipiélago Balear, el  segundo dígito (1) por estar en la isla de Mallorca y el tercer dígito (3) por ser radial.  Hoy su nombre es: Ma-13A