miércoles, 14 de diciembre de 2016

ESO DEL TRÁFICO…Y OTROS TÉRMINOS


Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial. Siempre me he preguntado por qué se le ha llamado así a esta ley. ¿No hubiera sido más propio llamarle “Ley sobre circulación de vehículos a motor y seguridad vial? o ¿Ley sobre tránsito, circulación de vehículos a motor y seguridad vial?

Hace casi medio siglo, allá por 1968, algún que otro intelectual español— más bien pocos—pensaba que eso de la circulación o del tráfico ya se había convertido en un problema realmente inquietante. Incluso se cuestionaba desde el punto de vista conceptual el término “tráfico” frente al de “circulación”.

Uno de aquellos pensadores que escribió sobre el “tráfico” fue  Félix García Vielba, fraile agustino e insigne columnista del periódico ABC; fue amigo de Ortega y Gasset, Marañón, y de otros famosos escritores. La amistad con Ortega nació de la admiración de ambos por San Agustín.

En los primeros años del automovilismo, los primeros del siglo XX, se empezaron a utilizar en España, por parte de los aficionados a esta actividad, anglicismos y galicismos relacionados con el automóvil: “panne” (averia), “chauffeur” (chofer, conductor), traffic (tráfico), stop (detenerse), etc.

En España utilizamos “tráfico” para referirnos a lo mismo que en buena parte del mundo hispanohablante llaman “tránsito”, acción de transitar, actividad de personas y vehículos que pasan por una calle, carretera, etc.

También  utilizamos “tráfico” para referirnos a la “circulación” de vehículos  automóviles mientras que en países, según el diccionario de americanismos, como México, Honduras, Cuba, Colombia, Uruguay y alguno más de habla hispana, utilizan “tránsito” que viene del verbo transitar, circular,  mientras que “tráfico” viene del verbo traficar.

El Reglamento para la Conservación y Policía de las Carreteras de 1867, en su Capitulo II, art. 15, trata “Del tránsito por las carreteras”, y no del tráfico por las carreteras.



En su artículo 22 dice:

Las caballerías, recuas, ganados y carruajes de toda especie deberán dejar libre la mitad del ancho del camino para no embarazar el tránsito; y al encontrarse los que van y vienen, marcharán arrimándose  cada uno a su respectivo lado derecho.

El reverendo agustino Félix García dejó escrito en uno de sus artículos, allá por 1968, lo siguiente sobre tráfico y circulación:
Yo no sé cómo ha prevalecido lo de “tráfico” y no lo de “circulación”, que sería lo correcto, cuando se alude  a ese problema en la Prensa diaria, ya que “tráfico” en su sentido propio es el “comercio  y negociación con el dinero de las mercancías” según el Diccionario de la Lengua , mientras que “circulación” es el “tránsito de personas y vehículos por la vías urbanas”,  o no urbanas. Y claro es  que, si admitimos lo de “trafico” en vez de “circulación” lógicamente tendríamos que llamar  “traficante” al “peatón”, “ circulante”  o “transeúnte”.

En plena canícula de 1897 se publicaba una Real Orden, rubricada por el Director General de Obras Públicas que supone  la primera norma jurídica española en lo referente a los vehículos movidos por tracción mecánica.

En esta Orden, el termino “trafico” aparece una sola vez, y es en la exposición de motivos:

[…] Que en los nueve primeros kilómetros lleva pretil corrido por el lado de la izquierda, quedando re lucido el ancho de la carretera á 6 metros 20 centímetros, que apenas es suficiente para el tráfico en ciertas épocas del año.

El término “transito”, dos veces y el termino “circulación” hasta ocho veces.

[…] cuales no deba permitirse la circulación de máquinas
o locomotoras de mayor peso, y, por esta razón, es necesario que, para autorizar este tránsito por las carreteras presente el interesado al Ingeniero Jefe el proyecto de la locomotora, indicando el peso total y el que carga sobre cada rueda.

[…]  Para terminar, manifestará la Junta que, como ha indicado, además de los vehículos con motor de vapor puede pretenderse la circulación de carruajes con acumuladores eléctricos, cree lo más conveniente dictar reglas generales  a las que deberá subordinarse el tránsito por las carreteras de vehículos cuyo motor no sea la fuerza animal.



En estos pocos años que llevamos del siglo XXI, ha irrumpido con fuerza un nuevo término: “movilidad”. Y al nombre se le ha puesto apellidos: “movilidad urbana”, “movilidad sostenible”, “movilidad segura”, etc. 

En muchos ayuntamientos, las antiguas Concejalías  de Tráfico han pasado a llamarse Concejalías de Movilidad. Y hay quien asegura que el papel de un concejal de movilidad no es resolver los problemas del tráfico, sino garantizar unas condiciones adecuadas de movilidad en todo su territorio municipal. Y desde mi ignorancia me pregunto: ¿esto se puede conseguir sin resolver los problemas de “tráfico”, “circulación” o “tránsito”. 


En estos últimos tiempos se habla mucho de movilidad urbana; las autoridades municipales dan discursos sobre la misma como si entendieran mucho del tema; en algunos municipios, a los agentes de tráfico de toda la vida les llaman “agentes de movilidad urbana”. Pero a todo esto, ¿qué es la movilidad? ¿Y la movilidad urbana?

Como no soy experto en lexicografía, busco en el diccionario “movilidad” y leo: Cualidad de movible. Busco “movible” y leo: Que por sí puede moverse, o capaz de recibir movimiento por ajeno impulso.

He leído algunos documentos de quienes se autodenominan expertos en el tema, aunque  no sé si lo son, pero dicen: Por movilidad se entiende el conjunto de desplazamientos, de personas y mercancías, que se producen en un entorno físico.

El objeto de la movilidad, defiende alguno de estos expertos,  es, principalmente, el desplazamiento de las personas con independencia del medio que utilicen para ir de un lugar a otro ya sea a pié, en bicicleta, en automóvil particular, en motocicleta o en transporte público.



Desde estas consideraciones y desde un punto de vista conceptual,  y en cuanto a su estudio e intervención, se puede considerar la movilidad como un término  más amplio, que “tráfico”, “circulación”, “tránsito” e incluso “transporte”. 







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