EL CONDUCTOR MÁS JOVEN DEL MUNDO

La lectura de la noticia me ha dejado “ojiplático” (perdón por el palabro).  La información la transcribo tal cual viene en la revista donde la he leído, que, a su vez, dicen haberla leído en un diario deportivo; dice así:

Es pequeño, pequeño, pequeño, pues sólo cuenta  con seis años de edad. La última vez que le vimos salía del hangar  de Madon conduciendo una camioneta Ford con la flema

de un inglés. Evoluciona sobre el campo de aviación: virajes a la derecha, virajes a la izquierda, marcha atrás, marcha adelante, frenazos, en fin, todo el repertorio automovilista.

Por fin entra en el hangar con marcha  atrás, trazando una línea completamente recta. Baja de su asiento.

—  ¿Tu nombre?

—  Alberto Derancourt ; hay que ganarse la vida; tengo seis años. Mi hermano León consiguió el permiso de conducir a los diez.

Y el imperturbable muchacho nos deja, diciéndonos:

—  Ustedes me perdonarán que les abandone, pues me está fallando una de las bujías.

El conductor más joven del mundo coge una llave inglesa, demasiado grande para sus diminutas manos, y después de colocarla en una bujía, tira con todas sus fuerzas hasta que aquélla gira. Después, con gran atención, la limpia con una brocha empapada en gasolina.

Hay un par de cuestiones que aparecen en la noticia que me llaman la atención y no es una de ellas el que un niño de 6 años pueda tener las suficientes habilidades perceptivo-motrices para manejar un automóvil. Ha habido niños de la misma edad que han sido capaces de interpretar al piano obras de Amadeus Mozart y creo que esto es más difícil que guiar un automóvil. 

Me llama la atención que el niño estuviera ganándose la vida conduciendo un automóvil en un aeródromo y que su hermano obtuviese el permiso de conducir a los 10 años.

Aunque en 1922, que es el año en que se publica  la noticia, aún podía quedar algún vestigio de trabajo infantil, éste ya no se hacía la vista de de todos; por lo general se daba en sectores urbanos no estructurados por el simple hecho de que es ahí donde mejor se ocultaba a los pequeños de la vista del público.

En cuanto a la segunda cuestión, desconozco si existía en el País donde se produce la noticia, cosa poco probable,  alguna legislación que permitiese la obtención del permiso de conducir a los diez años.

Sin embargo, el medio donde he leído la noticia me merece credibilidad. Ha sido en la revista (creo que ya desaparecida)  “ESPAÑA AUTOMÓVIL Y AERONAÚTICA”. Se  publicó  como “el Órgano Oficial del Real Automóvil Club, del Real Aero-Club de España y del Club Alpino Español” hasta 1918; a partir de entonces como “el Órgano Oficial del Real Automóvil Club de España hasta 1922 y a partir de entonces como el “Órgano del Automovilismo Español”.

Es de suponer  que  había rigor y veracidad no sólo en sus publicaciones sino en aquello que publicaba de otros medios como es el caso  de la noticia que aquí comentamos.