jueves, 30 de enero de 2020

LA FORMACIÓN DEL CONDUCTOR EN EUROPA. ALEMANIA



En Alemania, con independencia del tipo de permiso que se de-sea obtener, el alumno debe matricularse en una autoescuela autorizada donde recibirá la formación teórica y práctica. Es obligatoria su asistencia.

 En la autoescuela elegida recibirá dos tipos de formación teórica: Una Formación Básica, con independencia del permiso que solicite y una Formación Especifica en función de la categoría del permiso que se desea obtener.


La formación básica que ha de seguir el conductor pasa por el estudio de un temario que trata sobre reglas de comportamiento, aptitudes frente a la conducción, factores de riesgo, tipo de permisos y vehículos de motor, etc.


En la formación específica, se tratan materias propias del tipo de vehículo que conducirá. Por ejemplo, en el caso del permiso B, los contenidos que imparten están relacionados con temas de seguridad vial y de tráfico, las técnicas para conducir, cómo realizar una conducción ecológica, qué normas afectan a los automóviles, en qué consisten los sistemas de asistencia al conductor, etc.
Una vez recibida esta formación en la propia autoescuela, el alumno realiza un pre-examen y junto con la certificación expedida por el profesor que le ha formado, el alumno podrá presentarse al examen teórico oficial.

La formación teórica, común a todos los permisos es de 18 horas de duración, divididas en clases de 90 minutos. Estas 18 horas se reducen a 9 en aquellos casos en que se quiera obtener un nuevo permiso de superior categoría. Por ejemplo cuando se obtiene uno de la clase B y previamente se es titular de uno de la clase A.

Además de esa formación común, por cada categoría de permiso que se desea obtener, se recibe una formación específica, tal y como se refleja en el siguiente cuadro.



También es obligatorio un entrenamiento sobre la percepción del riesgo

En cuanto al entrenamiento de manejo del vehículo (las archiconocidas prácticas) para la categoría B hay que diferenciar tres clases o grados de formación:

ü Una formación básica que se centra en aprender las nociones básicas de conducción: sentarse a los mandos del vehículo, arrancar, frenar y cambiar de marchas, controlar la velocidad, mantenerse dentro del carril, detectar riesgos, etc.
ü Una formación dirigida a realizar maniobras: frenada, de emergencia, aparcar, conducir marcha atrás, arranque en cuesta, etc.
ü La circulación con tráfico real, que exige para los permisos A y B un mínimo de 12 horas de práctica, con una distribución de recorridos obligatoria en distintos tipos de vía y situaciones: 5 clases de circulación de 45 minutos  por en carreteras federales y/o estatales; 4 clases de 45 minutos por autopistas y autovía; 3 clases de 45 minutos de conducción nocturna o con poca visibilidad.


Alemania, tanto en la teórica como el entrenamiento formal en prácticas,  tiene establecido de forma obligatoria un numero mínimo de clases. No existe un número máximo de clases para formarse en el control del vehículo.

El profesor identificará las necesidades específicas de cada aspirante y en base a ellas programará la formación. Sin embargo, como ya se ha apuntado,  sí que es obligatoria la adquisición de una experiencia mínima de conducción desarrollada en el tráfico real  en diferentes vías y circunstancias.

Una vez superada la formación práctica, el profesor emite un informe en formato electrónico sobre las capacidades y habilidades adquiridas por el alumno. Este informe o certificado le permitirá acceder a realizar el examen práctico oficial.

Con anterioridad a la realización de los exámenes, se exige un curso de primeros auxilios que se desarrolla en una sola jornada y trata distintas cuestiones del tema, como las que  se indican a continuación:
-      Autoprotección y protección de accidentes.
-      Ayuda en accidentes.
-      Cuidado de heridas.
-      Tratamiento de lesiones articulares y fracturas óseas.
-      Ejercicios prácticos.


Existe en Alemania una fórmula para obtener un permiso de conducir a los 17 años, la conducción acompañada (BF 17). Es una regulación especial en Alemania para la admisión de personas al tráfico rodado. A los 17 años, los jóvenes pueden obtener una licencia de conducir de clase B. Los jóvenes alemanes son bastante entusiastas de esta fórmula.

En una próxima publicación trataremos este camino para la obtención del permiso de la categoría B a los 17 años.





domingo, 19 de enero de 2020

LA FORMACION DEL CONDUCTOR EN EUROPA

MUCHOS CAMINOS PARA LLEGAR A UNA MISMA META

Cada país tiene total libertad para estructurar la formación del conductor, sin embargo todos cumplen con los estándares que marca la UE mediante la Directiva 2006/126/ CU, en la cual se definen las pruebas que deben superar los candidatos para obte­ner el permiso.

La citada Directiva describe los conocimientos teóricos, aptitudes y comportamientos al volante mínimos que deben demostrar los aspirantes. Sin embargo, nada se dice sobre el camino a recorrer para alcanzar la meta.

Dada la libertad de cada país, las diferencias entre los sistemas de preparación dentro de la UE son notables.

Se han hecho intentos para armonizar la formación. De ahí el documento que la Comisión Europea publicó  en el 2017. Es­te documento es el fruto de la reunión de un grupo de expertos en Bruselas que recibieron el encargo de revisar y estudiar los dife­rentes modelos nacionales y analizar las mejores experiencias internacionales, con el objetivo de definir un rumbo co­mún en esta materia.


En este  informe se exponen los datos más relevantes que se desprenden de este estudio europeo. En dicho estudio, basándose en evidencias y rigurosos análisis, el grupo de trabajo formuló un total de 27 importantes recomendaciones para la seguridad vial y, en concreto, para el sistema de formación de conductores, que tienen como objetivo final, entre otros, ayudar a conseguir una mejor preparación de las personas que aspiran a la obtención del permiso de conducir.

Entre las 27 recomendaciones se destacan la inclusión de programas sobre conciencia y aceptación de riesgos en la formación teórica o la sistematiza­ción de prácticas de conducción en dife­rentes tipos de vías, condiciones climá­ticas y niveles de luz. Algunas de estas recomendaciones ya se están siguiendo en muchos países de nuestro entorno.

De las 27 recomendaciones publicadas:
• Seis recomendaciones se refieren de forma directa a los contenidos y métodos de formación teórica de los conductores.
• Dos tienen que ver con la formación práctica.
• Tres están dirigidas a la cualificación de los profesores.
• El resto de recomendaciones corresponden a líneas de investigación que se han de desarrollar en relación con el tema, decisiones legales que pueden tomar los estados miembros de forma voluntaria y acciones que suponen una revisión de las pruebas médicas para la renovación de las licencias.

Tanto los estudios como las experiencias relacionadas con el entrenamiento  de la percepción de situaciones de riesgo y la evitación de esas situaciones se encuentran en un estado muy incipiente pero prometedor. Y dado que las actitudes inseguras o la motivación para conducir con seguridad son de difícil evaluación durante el examen de conducción,  la Comisión Europea ha redactado la recomendación número nueve: Los Estados Miembros deben exigir que los programas de capacitación para conductores incluyan lecciones sobre conciencia de riesgos, aceptación de riesgos, autoconciencia, los peligros de la bebida conducción, distracción y demás”.

Para esta área  de seguridad vial existen dos escenarios de actuación que vendrá a ocupar el vacio existente en la formación actual del conductor:
- Formación en la percepción de riesgos. Hoy  por hoy tan solo es obligatoria en Alemania y opcional en Holanda y Reino Unido.

- Formación sobre en conocimiento del riesgo y el autocontrol y control del mismo. Esta formación es obligatoria y con número fijo de horas en Alemania, Estonia, Finlandia, Luxemburgo  y Suiza.  Es  opcional en Bélgica, Países Bajos y   Reino Unido.

En cualquiera de estos casos esta formación se realiza durante un periodo que denominan de licencia provisional.

  
Se aboga que en el ámbito de la CE se debe promover la inclusión de una prueba de percepción de peligro en el sistema de licencias de todos los Estados miembros. 

miércoles, 8 de enero de 2020

CAPACITACIÓN + EDUCACIÓN


Hasta hace poco tiempo,  cuatro o cinco años atrás, la mayoría de las personas intentaban obtener su licencia de conducir tan pronto como alcanzaban la edad en que el sistema legal de su país les permite conducir. En los países desarrollados, incluidos todos los Estados miembros de la UE, se ha logrado una motorización masiva y esto ha supuesto que la mayoría de las personas, cuando todavía son adolescentes o adultos jóvenes,  de manera formal o informal, han adquirido los aprendizajes necesarios para aprobar el examen de conducir.

En los países desarrollados, el tráfico ha venido siendo la causa principal de muerte de personas entre 18 y 24 años .Por ejemplo, en los Países Bajos en 2014, el 22% de todos los conductores de automóviles involucrados en accidentes graves eran conductores entre 18 y 24 años de edad, mientras que este grupo representaba solo el 10% de todos los titulares de licencias. En España, en este mismo año, los conductores de automóviles de 18 a 24 años implicados  en accidentes con victimas representaban el 11.69% mientras que este grupo  representaba el 7% del total del censo de conductores.


Si nos fijamos en los conductores de 65 años o más, resulta que los conductores  implicados representaban el 7.2% mientras que su representación en el total de titulares de permisos era del  13.5%.

 Si nos centramos en el año 2018, los conductores implicados en accidentes con víctimas en la franja de edad de 18 a 24 años representan el 11.6% y en los conductores de 65 años o más el 7.52%. La representación del primer grupo en el censo total de conductores es del 5.72%, mientras que el segundo grupo representa el 15.5%.

Curiosamente el porcentaje más alto de conductores implicados en accidentes de tráfico con víctimas está en el grupo que va de 35 a 44 años.
  
Esta sobrerrepresentación de los jóvenes conductores en accidentes automovilísticos graves se encuentra en todos los países desarrollados y es  causada por la edad, la falta de habilidades y de experiencia. Se acepta mayoritariamenrte que la falta de habilidades se debe principalmente a la falta de experiencia y que la falta de experiencia contribuye más al riesgo de choque que la edad.





 La capacitación inicial para conductores es una de las principales contramedidas destinadas a reducir la participación de los conductores jóvenes noveles en los accidentes graves al comienzo de su actividad como conductores. Autores como Senserrick y Haworth (2005) han definido la capacitación para conductores como cualquier tipo de esfuerzo mediante la enseñanza y el aprendizaje destinados a aumentar las habilidades de los conductores en el tráfico y los motivos para usar estas habilidades de manera que mejoren la seguridad.

Hay una sutil diferencia entre la educación del conductor y la capacitación del conductor.

Mientras que la capacitación es predominantemente mejora en habilidades, la educación para conductores trata de mejorar las actitudes seguras y acrecentar la disposición a ser un conductor seguro y responsable. La capacitación para conductores generalmente responde a un enfoque específico para mejorar las habilidades, y a menudo también abarca la educación. (Keskinen y Hernetkoski, 2011).

 Los conductores seguros y responsables no solo poseen habilidades, destrezas y conocimientos sobre as normas de tráfico, sino que además saben anticipar los peligros y son conscientes de los riesgos que estos peligros pueden causar. Pueden predecir el cómo los peligros potenciales pueden convertirse en situaciones de riesgo real y pueden, entonces,  tomar medidas para mantener un margen de seguridad lo suficientemente grande como para evitar un choque en caso de que el peligro potencial se materialice. Conocen sus propias limitaciones y solo aceptan riesgos a los que pueden hacer frente. Un conductor responsable no quiere exceder a sus propias habilidades y experimenta sentimientos de pérdida de control cuando las sobrepasa.

Para no perder el control, el conductor seguro y responsable busca el equilibrio entre las exigencias de la tarea y sus propias capacidades. Este equilibrio de capacidades y demandas de tareas basadas en la autoevaluación y la evaluación de riesgos la han denominado calibración (Horrey, Lesch, Mitsopoulos-Rubens y Lee, 2015) (en otra ocasión comentaremos este concepto)

Tiempo atrás, la capacitación de conductores para prepararlos para aprobar el examen práctico tendía a enfocarse solo en la capacitación de destrezas y comportamientos con respecto al control del vehículo y el dominio de las situaciones básicas de tráfico. Sin embargo, en la actualidad, la capacitación básica e inicial  para conductores también abarca la capacitación de las llamadas habilidades de orden superior, como anticipación de riesgos, conciencia de riesgos, autoconciencia y calibración.