Nota
del autor:
Este artículo lo
escribí cuando apareció el numero 247 de
la revista (julio de 2018).No lo publiqué, y al empezar a escribir otro sobre
la protesta que han hecho las autoescuelas online al ministro del Interior sobre
las 8 horas presenciales obligatorias de
seguridad vial para obtener el permiso de conducir, me he acordado de él y he pensado en
publicarlo antes para enlazarlo con el
que estoy preparando.
Soy lector de la revista TRÁFICO Y SEGURIDAD VIAL desde su origen,
allá por la década de los ochenta del siglo pasado. Su anterior y primer
director, junto con su equipo han logrado hacer una excelente y prestigiosa
revista en el mundo del tráfico y la seguridad vial. Hoy, sin embargo, quiero
hacer una crítica.
En
su número 247 hay una página, la 46, dedicada a dar información sobre
app/startup/webs que llama: INNOVA SEGURIDAD VIAL.
En esta página viene información concretamente
sobre: “el casco plegable”, “el cojín inteligente” y “autoescuela online”. Y de
esta última información surge mi sorpresa y el motivo de mi crítica.
Me ha causado cierta
perplejidad el leer en esta revista frase con las siguientes:
- DRIBO es la primera app que permite obtener el permiso de
conducir –de momento, solo el B–, a través del teléfono móvil. Me pregunto si es
correcta la expresión.
- La preparación teórica no requiere de asistencia a clase,
se gestiona a través del móvil con ejercicios que activan el aprendizaje a
través de la motivación (no de la memorización).
Pero
más estupor me ha causado el haberlas podido leer en esa excelente y
prestigiosa revista que es TRAFICO Y SEGURIDAD
VIAL.
¿Podría
uno pensar, maliciosamente, que la revista de la DGT da su apoyo a los que
defienden que la asistencia a las clases de teórica ni es un requisito, ni es
necesaria? Yo no me lo creo, pero, a la vez, me pregunto: ¿por qué no es obligatoria
para la obtención del permiso y sí lo es para la recuperación de puntos? ¿Acaso
para reeducar es necesaria la presencia en el aula y no lo es para educar? Si
no ha habido educación, difícilmente habrá reeducación.
La
asistencia a las clases sirve, desde mi modesto punto de vita, para algo más que enseñar y aprender
normas y señales; sirve para reflexionar
y concienciar sobre factores de riesgo y medidas preventivas, para transmitir
valores y actitudes positivas hacia la seguridad vial. Y, también, para reflexionar sobre
el por qué de tantos fallecidos en accidentes de tráfico.

Yo
soy uno de esos románticos que siempre hemos creído que el aula de teórica
ofrece un entorno muy propicio para impartir algo más que conocimientos de
norma y señales. El aula es un escenario muy adecuado para nada más y nada
menos que informar, formar y educar en seguridad vial. El aula es un escenario muy
favorable para trabajar, por ejemplo,
las actitudes, los comportamientos de riesgo y los accidentes de tráfico.
Relacionar el factor cognitivo, el conductual y el emocional de la actitud con
los factores de riesgo, las conductas peligrosas en la conducción y los accidentes
de tráfico. Hablamos de formar y educar en valores y en actitudes positivas
para mejorar la seguridad vial. Así de
importante consideramos el aula como para no requerir la presencia de los
aspirantes al permiso de conducir.
Hay miles de apps en el mercado de la
enseñanza que se autocalifican de supuestamente educativas. Pero el hecho de
que sus creadores las hayan etiquetado como tales, no quiere decir que lo sean;
quiero decir que no han pasado por el tamiz, cedazo o filtro de los criterios pedagógicos que las validan
como tales (en otra ocasión escribiremos algo sobre apps en las autoescuelas).
Confundir
aprendizaje con educación creo que es un error mayúsculo que se da con bastante
frecuencia. No todo aprendizaje es educativo.
Por
otra parte, yo puedo ser un romántico y un nostálgico, pero no un necio. Soy
consciente que no se pueden poner puertas al campo. No estoy en contra de las apps, ni de ninguna otra nueva tecnología digital, que pueda aparecer
aplicada al aprendizaje de los contenidos para superar la prueba teórica.
Es una evidencia,
y así
lo anunció el estadounidense Nicholas Negroponte en 1995, que “cada generación será más digital que
la precedente”. Y
es un hecho constatado que los procesos de aprendizaje digital se dan con más
frecuencia entre iguales que recibidos de los adultos y se dan más en las
diferentes redes sociales que en los centros docentes. Esto es una evidencia.
El
sector de las autoescuelas ha de asumir que sus futuros alumnos serán de la generación
de los “nativos digitales”. Pero no
sería bueno renunciar a informar, formar y educa presencialmente en el aula sin olvidar que los jóvenes de hoy han sido definidos como “generación
APP”.
Por último, quiero mostrar mi sorpresa por otra frase puesta en
boca de uno de los fundadores de la autoescuela online: “están consiguiendo (se refiere a la autoescuela) un 80% de aptos del teórico a la primera y
100% a la segunda, cuando la media en Barcelona es del 65%”.
Si la media en Barcelona es del 65%, quiere decir que muchas
autoescuelas están muy por debajo de este porcentaje.
No es baladí la publicidad — queriendo o sin querer — que la
Revista hace de esta autoescuela (que dice obtener un 80% de aptos) y que
lamentablemente redunda en perjuicio de todas las demás. Pero cabe preguntarse:
¿sobre cuántos exámenes se han
computado estos porcentajes? Porque no es lo mismo hacer un cálculo sobre 18 o
20 exámenes realizados que hacerlo sobre 300 o 400.
Permitirme que les cuente algo que he leído en alguna
parte: Hace muchos decenios, más de un siglo, en una Universidad se sentó el precedente de aceptar mujeres. Poco tiempo después se hizo
público que el 33.33% de las alumnas matriculadas se habían casado con miembros
del profesorado. La
noticia, primero impresionó, pero pronto perdió algo de su impacto. Fue cuando se
supo que habían sido matriculadas tres alumnas
en el primer año, y una se había casado con un profesor. De ahí salía ese 33.33%. Porcentaje correcto
y, si no engañoso, sí desorientador porque la base es pequeña.
¿Ha verificado la
Revista la base sobre la que se han
hecho estos cálculos de aprobados? Sería bueno que lo hiciese y los publicase
en la misma sección que en la que hemos podido leer esta noticia. Por el bien
de todas las autoescuelas, las de Barcelona y las del resto de España y por el de todos los
profesores y profesoras que imparten clases presenciales en el aula de teórica.